Crítica: Avantasia "Here Be Dragons"

Tobias Sammet sigue pareciéndome un genio repleto de talento. Su décimo álbum, “Here Be Dragons” (2025), nos embarca en otro viaje de repleto de grandilocuencia sonora, aunque esta vez con menos invitados de lo habitual y un enfoque más contenido. Y es que, Avantasia, desde su nacimiento, ha sabido evolucionar de un supergrupo puntual a la principal vía de expresión de Tobias, sobre todo desde el laguísimo receso de Edguy. Y, con cada entrega, su propuesta ha sido un derroche de teatralidad y arreglos sinfónicos, algo que en “Here Be Dragons” (2025) no es la excepción. Sin embargo, esta vez el álbum deja la agridulce sensación de parecer algo tibio, como si Tobias no hubiese puesto toda la carne en el asador, la discográfica no se hubiese mojado o, simplemente, es que su contenido no está a la altura de lo grabado anteriormente (por no mencionar su portada). "Creepshow", un tema repleto de energía con un estribillo pegadizo a más no poder, pero que se siente algo ligero y forzado, como una versión reciclada de “Rocket Ride” de Edguy. Afortunadamente, la pista que da nombre al disco, “Here Be Dragons”, eleva la nota con su épico desarrollo de casi nueve minutazos, en los que Geoff Tate (ex Queensrÿche) y Sammet intercambian líneas vocales sobre una exuberante base musical. Es verdad que la influencia de los Queensrÿche más ochenteros es innegable, haciendo que la participación de Tate se sienta más una necesidad que un lujo. Como Michael Kiske (Helloween) aporta su destreza en "The Moorlands at Twilight", un tema repleto de energía power metal y un estribillo de los que perduran en tu cerebro. Como Tommy Karevik (Kamelot) brilla en "The Witch", una de las pistas más resultonas del álbum, mientras que Ronnie Atkins (Pretty Maids) añade su arenosa voz a "Phantasmagoria", una pieza intensa con tintes góticos y Bob Catley (Magnum) brilla en "Bring On The Night", un claro homenaje al fallecido Tony Clarkin.

Sin embargo, como un refresco, el tramo final del disco pierde fuerza y sólo "Unleash the Kraken", con su combinación de power y thrash, logra destacar, a pesar de contar con voces como las de Roy Khan (Conception, ex Kamelot) y Adrienne Cowan (Seven Spires), además de tener unas guitarras magníficas, las aportaciones de Khan y Cowan no logran dejar la huella deseada. Con cincuenta minutos de duración, “Here Be Dragons” (2025) es un álbum corto, en comparación con otros de Avantasia, pero su falta de momentos memorables en la segunda mitad lo hace sentirse más largo de lo que realmente es y eso, amigo mío, no es nada bueno, cuando Sammet parece haber perdido parte de su magia en esta ocasión, entregando un trabajo que no alcanza la grandeza de sus mejores épocas. Es verdad que demuestra su maestría en la interpretación vocal, los artistas invitados cumplen con creces, aunque algunos no tengan la suerte de participar en las canciones más jugosas; Geoff Tate y Ronnie Atkins sobresalen y Karevik los sigue de cerca, pero la ausencia de Jørn Lande se siente demasiado; cuando su sola presencia habría elevado considerablemente la nota del álbum, aportando todo el peso y la teatralidad que tanto le caracterizan. 

Aunque “Here Be Dragons” (2025) no logra alcanzar las alturas de discos como “The Scarecrow” (2008) o “Ghostlights” (2016), sigue ofreciendo momentos entretenidos. No es un mal álbum, claro que no, pero sí el menos impactante en la trayectoria de Avantasia. Sammet mantiene viva la esencia del proyecto y demuestra su capacidad para reunir a grandes talentos en torno a su visión musical, para bien o para mal, “Here Be Dragons” (2025) sigue siendo un álbum con la esencia de Avantasia: teatral, vibrante y lleno de colaboraciones estelares. Puede que no sea su mejor disco, pero la pasión de Tobias sigue intacta.

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