Crítica: Paleface Swiss “Cursed”

Desde su formación en 2017, Paleface Swiss han sabido construir un camino sólido en la escena del metal extremo, estableciéndose como una de las bandas más feroces y valientes de los últimos años. Con dos álbumes de estudio, varios EPs y múltiples colaboraciones en su haber, el cuarteto suizo se han forjado una reputación de brutalidad sin concesiones, y es ahora, con el lanzamiento de "Cursed" (2025), en el que llevan su sonido a nuevas cotas, ofreciendo media hora de agresividad pura y dura, que promete satisfacer a los fieles del metal más pesado. Un viaje que comenzó con el éxito minoritario que fue "Fear & Dagger" (2022), sin mencionar “Chapter 3: The Last Selection” (2020), y que encuentra su continuación en un álbum que no solo duplica la intensidad de aquel, sino que demuestra una clarísima evolución en la banda. En aquel segundo esfuerzo y su debut, los riffs eran demoledores y las voces extremas de Marc "Zelli" Zellweger ya destacaban, estableciéndolo como uno de los vocalistas más extraordinarios en el deathcore actual, capaz de plantarle cara a cualquier vocalista del género, pero en en "Cursed" (2025), en donde Zelli y sus compañeros elevan aún más el nivel, entregando un sonido tan contundente como innovador. Sonando muchísimos más frescos que otros artistas y no me refiero al edulcorado metalcore de los últimos años, sino a una banda como Fit For An Autopsy (cuyo último álbum no me ha gustado tanto como esperaba) o al hype causado con Knocked Loose, los cuales han firmado un grandísimo trabajo en “You Won’t Go Before You’re Supposed To” (2024), que no tiene nada que envidiar a este “Cursed” (2025) que nos ocupa.

Y es que quizá una de las características más notables de Paleface Swiss sea su capacidad para fusionar deathcore y metalcore en una mezcla única, en la que no reniegan de influencias clásicas pero tampoco de un enfoque más experimental, perfeccionando su receta en "Cursed" (2025), con unas canciones repletas de energía, ira y creatividad, que no solo trascienden las etiquetas del subgénero, sino que también ofrecen momentos memorables, imposibles de obviar por cualquier oyente que se acerque a un disco que abre con piezas como "Hatred" (tras la original introducción, "un pobre niño murió"), una explosión de riffs impredecibles y el excelente trabajo de Zelli, entre los growls más extremos y la teatralidad de Jonathan Davis, pero también recordando a Slipknot en lo grueso, mientras que en "Don't you ever stop", Paleface Swiss combinan los brutales riffs de Yannick Lehmann con un enfoque vocal tan salvaje como impactante en un ataque que parece un relámpago.

“Enough” es un experimento sonoro en el que incluso Paleface Swiss se atreven mezclando su propuesta con un ingrediente más cercano al hip-hop más oscuro, algo que continua en “Youth Decay”, con un estribillo pegadizo pero de brutal agresividad. Pero quizá el caos alcanza su cénit en "My Blood On Your Hands", una tormenta de apenas dos minutos que destaca por sus riffs abrasivos y el carisma arrollador de Zelli. "Love Burns" se posiciona como un auténtico himno de groove metal que combina pesadez y epicidad a partes iguales, mientras que "River Of Sorrows" cierra el trabajo con una atmósfera sombría, pero emotiva, logrando un equilibrio perfecto cuando crean la tensión, pero también su solución, gracias a la liberación emocional. En términos de ejecución, "Cursed" (2025) no tiene desperdicio alguno; las canciones están repletas de giros inesperados, los riffs son contundentes pero también ingeniosos, y las habilidades vocales de Zelli se encuentran en un nivel difícil de igualar. El futuro de Paleface Swiss luce muy prometedor si "Cursed" (2025) nos sirve de indicador de lo que está por venir, ya que este debería ser el año en el que esta banda se consagre como uno de los nombres a tener en cuenta en el metal extremo. Crucemos los dedos y que los astros sean favorables para estos músicos, porque se lo merecen frente a otros artistas con menor pegada y calidad.

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