Crítica: The Smile “Cutouts”

Menos de un año es lo que han tardado Thom, Jonny y Tom Skinner en publicar un nuevo álbum, “Cutouts” (2024), tras “Wall Of Eyes” (2024), con el que comparte canciones y es que este último fue compuesto durante las sesiones del segundo. Y lo escribo así siendo plenamente consciente de lo que esto significa y es que The Smile no han publicado un álbum de descartes o sobrantes, a pesar de lo que pueda sugerir el título, sino uno que vive y respira, que tiene entidad propia. “Cutouts” (2024) toma más cuerpo, lo que evidencia que la naturaleza etérea de “Wall Of Eyes” (2024) fue algo plenamente intencionado y lejos del infantil argumento por el que muchos aseguran que esto es un acercamiento a la banda madre, Radiohead, lo cierto es que posteriores escuchas denotan todo lo contrario; si bien "A Light for Attracting Attention" (2022) o "Wall Of Eyes" (2024) se sentían como ejercicios en los que Yorke y Greenwood tomaban distancia deliberadamente de su principal proyecto, “Cutouts” (2024) prosigue esa línea pero con más groove, alejándose de terrenos ya conocidos con canciones en las que prima la base y los arreglos pasan a un segundo plano y si alguna recuerda a Radiohead, principalmente a la época de "Kid A" (2000) y "Amnesiac" (2001), es tan sólo porque la pluma está detrás, no porque Yorke, precisamente él, quiera mirar al pasado ni siquiera para tomar impulso. 

"Foreign Spies" me parece excepcional y cómo York teje el mantra de la canción y su suave crescendo, no es nada nuevo en él pero sigue sonando igual de refrescante porque sientes que la composición lo pide y en ella todo encaja, hasta una más clásica “Instant Psalm” a la que ayuda enormemente el toque oriental de Greenwood, recordándonos más que nunca a los Beatles. No es casualidad que el disco se abra poco a poco, hasta “Zero Sum” y su ritmo, o la desestructurada “Zero Sum” en la que el bajo toma el papel protagonista y uno entiende la comparación de muchos con la época comprendida entre "Kid A" (2000) y "Amnesiac" (2001), "Colours Fly". La producción de “Cutouts” es densa y rica en detalles, pero deliberadamente fragmentada, pareciendo que las canciones se interrumpen o desvanecen, algo que si en “Wall Of Eyes” (2024) podía llegar a desconcertar, en “Cuouts” (2024) provoca la sensación contraria, cuando se siente plenamente voluntario y si en aquel, por momentos, había falta de cohesión (que The Smile solucionaban gracias a su talento en la composición), en el álbum que nos ocupa es la propia calidad de las melodías y las bases lo que suman al resultado final.

“Eyes & Mouth”, ya interpretada en directo, hace ganar en frescura al disco y se siente espontánea, justificando más que nunca la labor de Skinner, mientras que "Don't Get Me Started" es altamente adictiva con Yorke está en estado de gracia, como "Tiptoe" es una estupenda balada a piano que sube aún más la nota del álbum, gracias a la libertad que exudan los dedos del vocalista o los arreglos. Para culminar, la sorpresa más cercana al hip hop de todo “Cutouts” (2024), “The Slip”, y su sincopada continuación “No Words”, afrontando el final del álbum como si fuese un directo, y la deliciosa pastoral que es "Bodies Laughing" para cerrarlo de manera excelsa. Un álbum fascinante y ambicioso pero repleto de talento, administrado sin racanería. Sé que lo he dicho en muchas ocasiones, pero qué maravilla escuchar discos así en un buen equipo y que una simple escucha se convierta en una experiencia. Qué maravilla, ser contemporáneos de The Smile…

© 2024 Jota Jiménez