Que disfrute mucho de los discos de Darkthrone, no significa que esté sordo o cegado por el fanatismo y no distinga cuando los noruegos aciertan de pleno y cuando no. “Eternal Hails…….” (2021) y “Astral Fortress” (2022) son buenos discos, claro que sí, que he disfrutado muchísimo, pero no están a la altura de, por ejemplo, “Old Star” (2019) o el estupendo “The Underground Resistance” (2013), dándome la sensación de que Fenriz y Nocturno Culto parecen haberse instalado en un ciclo por el cual han publicado un disco por año en los últimos cuatro y, a pesar de poseer su habitual sello de calidad, carecen de su chispa habitual. Puede ser que hayan entrado en una cierta rutina por la que publican discos pensando en ellos mismos, sin importarles siquiera sus seguidores; lo cual es bueno, por un lado, porque no atienden a otros intereses más que los propios, pero, por otro, tampoco parece haber muchas más voces en su entorno para decirles si lo grabado está a la altura o no. “It Beckons Us All.......” (2024) es un buen disco, cualquier otra banda mataría por él, se olvidan casi por completo del black (lo que tampoco es malo) y suenan más parecidos a Celtic Frost, ralentizando aún más su propuesta, el sonido es crudo y potente, primitivo, básico pero con tratamiento; no es un grabación low-fi ni mucho menos, suena estupendo, pero se nota que Darkthrone no han querido pintar con muchos colores, como es habitual en ellos.
De esta forma, “Howling Primitive Colonies”, sirve como magnífica introducción al mundo que nos proponen en este nuevo disco, el sintetizador es mágico y el riff crudísimo, me gustan las voces de Fenriz y su forma de narrar, funcionando como banda sonora de un hipotético videojuego de ciencia ficción de los ochenta; la guitarra de Nocturno Culto parece deslizarse, fría sobre la potente pegada de Fenriz y su enlace con “Eon 3” es estupendo. Es cierto que esta prosigue en la misma línea, voces narradas como diálogos, en segundo plano, mientras es la guitarra la que ocupa todo el protagonismo, además de poseer un buen cambio de ritmo que rompe por completo el tempo de la primera parte, pero, como oyente, la ausencia de letra, produce la sensación de descuido, que nadie me malinterprete; Darkthrone nunca se han caracterizado por escribir grandes versos, pero “Eon 3” parece la constatación de que prefieren centrarse en el desarrollo, más que la narrativa, la lírica. “Black Dawn Affiliation” es una de las mejores del álbum, aunque peque de extensa, más de seis minutos que podrían haberse resuelto en dos o tres menos, como ocurre con "And in That Moment I Knew the Answer", mucho más cercana al black que el resto, una pieza instrumental que suena realmente bien, pero en la que también echo de menos la voz de Fenriz.
Pero quizá el dislate auténtico es “The Bird People of Nordland”, siete minutos que podrían haber conformado la mejor canción de todo “It Beckons Us All.......” (2024), arruinados en su parte central por un puente melódico de lo más infantil y repetitivo. ¿No se han dado cuenta Fenriz y Nocturno Culto de semejante desaguisado? Hay un momento que hasta parece que se equivoca de nota en el punteo y no estamos hablando de una complicación técnica sólo al alcance de Vai, Petrucci, Abasi o Satriani, sino un trémolo bastante triste. Con todo el dolor de mi corazón, debo reconocer que arruina “The Bird People of Nordland”, algo que no es capaz de arreglar la lentísima “The Heavy Hand”, cercana al doom, y tampoco el pastiche que es la larguísima “The Lone Pines of the Lost Planet”, con sus más de diez minutos, produciéndome, por primera vez, un sentimiento de extrañeza en un disco de Darkthrone; quiero escucharlo de nuevo, pero no tengo la necesidad de ello y siento que quizá podré verle más bondades si le doy más escuchas, pero -como ya es habitual- llevo más de dos semanas dándole vueltas al promo y creo que casi una veintena de escuchas son más que suficientes para plasmar mis ideas. Que sí, que son Darkthrone, que hay cosas que me han gustado, claro que sí, pero no…
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