No quiero escribir esta crítica y que parezca una reseña plenamente sensacionalista pero, al igual que a David Ellefson le está costando dejar la polémica atrás, resulta imposible no recordar el motivo que le ha llevado a formar Dieth, porque no nos olvidemos; sin aquel incidente por el que a Ellefson le siguen atacando en redes sociales y originó su salida forzosa de la banda de su vida, no estaríamos hablando de un combo formado por Guilherme Miranda (Entombed A.D.) y Michal Łysejko (Decapitated), una formación que es una auténtica apisonadora y que da espacio a Ellefson, ese que nunca ha tenido en Megadeth, sin que esto pueda sonar a reproche a Mustaine, por supuesto. Pero es que, a pesar de la calidad de Miranda y Łysejko, a pesar de su buen saber hacer y su genio, de las buenas formas, hay algo que huele a rancio en todo el disco y es precisamente la presencia del ilustre bajista. Está también claro que sin él, este proyecto no habría tenido la pequeña popularidad de la que está gozando, que quizá no nos habría llegado “To Hell And Back” y muchos no habrían sabido jamás nada de sus canciones, pero es que estas formaciones en el mundo del metal (y más cuando son alimentadas por el despecho) rara vez salen bien paradas en el tiempo y si Megadeth es un buen ejemplo de algo así (habiéndose salvado durante décadas gracias al indiscutible talento de Mustaine), la historia está plagada de ejemplos como el de Newsted; bandas con buenas formas, sustentadas tras la figura de un músico rebotado de un ilustre nombre y que, tras uno o dos discos, comienzan a mostrar síntomas de agotamiento con el consecuente desangre de miembros o bien alegando problemas económicos cuando no generan dividendos con su arte sino que este se muestra como una inversión sin retorno. Es una pena porque en muchos casos sería interesante ser testigos de su evolución, de sus directos, de cómo construyen su propia carrera, pero la industria es jodida y más cuando llevas colgado el cartel de haber sido expulsado de Megadeth por haber cometido el pecado onanístico siendo grabado por una seguidora de tu banda que es más mayor que tu propia hija.
Centrándonos en lo musical (por si alguien no se hubiese enterado ya del cotilleo previo, a estas alturas), “To Hell And Back” es un disco de metal bien interpretado, quizá demasiado genérico ya que aúna diferentes géneros en el que el vehículo a veces es el hard, otras el thrash o el death, pero todo tan diluido y en dosis tan suaves que cuesta identificar las fronteras y cuál es la dirección real de la banda. Además, hay canciones con pegada y trabajo detrás, mientras que otras son tan genéricas que no causan la menor sensación, por ejemplo; la introducción es buena y su estallido en la composición principal es de lo mejor de un álbum en el que hay estribillos pegadizos (“Don't Get Mad… Get Even!”), pero quizá demasiado repetitivo, buenas canciones, gracias a la enorme aportación de Miranda y Łysejko, como ocurre con “Wicked Disdain” o “Free Us All”, cuando se encabrona y no recurre al ‘spoken word’, pero otras tan aburridas que asusta su inclusión, como “Heavy Is The Crown” (tufillo incluido a Megadeth), dando que pensar si esto es lo mejor que Dieth podían ofrecernos. Por no hablar del single “Walk With Me Forever”, que nos descubre la faceta como vocalista de Ellefson y, si bien salva el tipo a pesar de sus limitaciones (no puede elevar el tono ni media octava), contiene tanto azúcar que sorprende su inclusión en “To Hell And Back” y con una escucha es más que suficiente si uno no quiere despertarse disfrazado con ropa de EMP y parecer un cuarentón vestido de gótico de baratillo.
“Dead Inside” es directamente prescindible, mientras que “The Mark Of Cain” posee los reaños (gracias a Łysejko, no nos engañemos), porque “In The Hall Of The Hanging Serpents” parece el descarte de una banda de death de tercera y “Severance” es una aburridísima canción instrumental que no lleva a ningún sitio y evidencia la escasez de ideas de Dieth, ¿no tenían una composición mejor? ¿no había otra para despedir el disco? “To Hell And Back” abre tantas puertas que uno no sabe cómo seguirá esta aventura pero no deja de ser hilarante escuchar al propio Ellefson asegurar que Mustaine tiene miedo de su nuevo proyecto, mientras le insta a pasar página y asegura que volvería sin dudarlo a Megadeth, dejando él mismo a Dieth como una nota a pie de página. Así son las cosas y así se las he contado…
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