Si tras escuchar “Impera (2022), uno se quedaba tan frío como para poder augurar una gira como la que sirvió de presentación, con “Phantomime” (2023) siguen los escalofríos. A estas alturas, ya son de sobra conocidas las aspiraciones de Tobias Forge, aquel que muchos creían que jamás se descubriría, aquel al que muchos hemos alabado en el pasado, y es que el sueco no quiere otra cosa que llenar arenas, convertirse en algo más grande que la propia banda y aquellos artistas a los que admiraba cuando era adolescente. Y no sería algo tan malo -cuando es un objetivo común para todo artista- si no fuese porque por el camino, habitualmente, se sacrifica la calidad. Eso es lo que ocurrió en “Impera” (2022), a pesar de sus indudables ganchos, y lo que ocurre con “Phantomime” (2023) si consideramos que sus mejores EPs han sido “If You Have Ghost” (2013) y “Popestar” (2016), con canciones ajenas que ha logrado hacer suyas, lo que no ocurre con el EP que nos ocupa. Es por eso que siento perplejidad cuando leo a alguien asegurar que “Jesus He Knows Me” es una gran versión de Genesis, por gente que lo más cerca de la banda inglesa que puede sentirse sea tras escuchar algún éxito de Phil Collins, al igual que Forge ha elegido un éxito pop de su etapa más pedorra; una decisión, obviamente, forzadísima en esa ya rancia pirueta por la cual un seguidor del hard se calza una camiseta de ABBA para demostrar su sentido del humor, pero también su sensibilidad pop, o una de Miles Davis para asegurar a sus seguidoras que sabe de música, cuando ni una cosa ni otra.
Forge quiere romper el cuello de una crítica que habría entornado los ojos hace quince o veinte años, pero que ahora no se escandaliza (o los aficionados tampoco nos escandalizamos) si escuchamos una versión de Iron Maiden junto a una de Tina Turner o Televisión y no precisamente porque Forge posea un gusto ecléctico sino por todo lo contrario, por lo forzado del planteamiento. La versión de “See No Evil” de Television, es tan intrascendente que únicamente hace valorar más aún a un visionario como es Tom Verlaine, como el mundo tampoco necesitaba su visión de “Phantom of the Opera” de Iron Maiden ya que, en mi modestísima opinión, no es posible mejorar la original si tampoco aportas una visión diferente, como ocurre con la celebérrima “We Don't Need Another Hero (Thunderdome)” de Tina Turner. ¡Qué diferencia cuando Ghost convertían en suyas cualquier canción posible, como ocurría con “Bible” o la magnífica “If You Have Ghost”! Cuando Ghost descubrían sus influencias salpicando con sus versiones, pero también aportaba canciones originales como “Square Hammer”. Ello, sumado lo previsible del formato, a la poco valentía en la elección de la versiones y su planteamiento, a la racanería de no incluir ningún tema original que haga recuperar la fe, lo poco original de su presentación y cubierta, además de la sensación de que Forge está falto de ideas, hacen que “Phantomime” pase de puntillas entre otros lanzamientos y palidezca en comparación a “If You Have Ghost” (2013) o “Popestar” (2016) y siga la línea descendiente ya tomada en “Seven Inches of Satanic Panic” (2019) e incluso un disco como “Prequelle” (2018) que, a pesar de sus muchos aciertos, suponía todo un jarro de agua fría tras “Meliora (2015).
¿Es consciente Tobias Forge de su bajón de popularidad? ¿De que ya no hay un Phil Anselmo, James Hetfield e incluso un artista tan cansino como Dave Grohl que se calce sus, ahora, carísimas camisetas? Me apena firmar semejante crítica pero no creo que menos que a los seguidores de The Stranglers cuando escuchen "Hanging Around” y se den cuenta de que la versión del 77, hace cuarenta y cinco años, tiene más huevos que los últimos dos discos de Tobias. Sigo queriendo creer que el próximo disco será un brusco giro de timón, que será la cacareada oscurísima continuación de “Meliora” (2015) pero, mucho me temo, que eso sólo está en mi cabeza y no en la de Forge. A algunos siempre les quedará París, a otros sus tres primeras giras.
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