Cuando leo que Haken han tenido todo el tiempo de la pandemia para componer “Fauna”, me pregunto si el que lo ha escrito es consciente de la publicación de “Virus” (2020) y que una banda como Haken, siempre fiel a su cita cada dos o tres años, no ha necesitado mayor excusa para sentarse a escribir que la pura necesidad creativa que siempre los ha acompañado (además de los proyectos individuales de cada uno; con Jennings en Novena, además de la colaboración con Morse y D´Virgilio en Troika, o Charlie Griffiths en “Tiktaalika” (2022). Pero, sin embargo, si me preocupaba la ausencia de Diego Tejeida tras los teclados, ya que me parecía un músico excepcional. La solución ha sido mucho más sencilla de lo que creía con el regreso de Peter Jones, logrando que “Fauna”, quizá no tanto por la presencia del hijo pródigo sino por la química surgida y, qué diantres, el talento de un sexteto capaz de mirar de frente a cualquiera formación de rock progresivo que se precie, sino por la propia evolución de la banda, que han conseguido dar otra vuelta de tuerca a su sonido con un álbum como “Fauna” que expande aún más este y en el que el concepto animal, porque el que cada canción debería representar a uno y su relación con el mundo y la propia composición, dan a luz a un disco, producido por Jens Bogren (signo de calidad, como siempre) en el que Haken siguen sonando sobresalientes, como en “Virus” (2020), “Vector” (2018) o “Affinity” (2016), incapaces de grabar un mal disco, algo que parece que escribo mucho pero, en la realidad, no es así cuando no todas las bandas de nuestra época están a la altura de Haken.
Es precisamente Griffiths el que parece dominar una composición como “Taurus” cuando el trémolo de su guitarra permite a Jennings entrar y llevarnos a un puente y estribillo de una canción que termina sonando más djenty que de costumbre, mientras que “Fauna” permite que el espectro de influencias de Haken sea todo lo abierto que la mente de unos músicos que aprovechan “Nightingale” para volver a su sonido más clásico o, como ocurre en “The Alphabet Of Me”, sonar más accesibles que nunca (pero no por ello fáciles) en una canción en la que no sólo Jennings alcanza las notas más altas sino que las guitarras de Griffiths y Hen son las que pintan notas jazzy sobre el robusto bajo de Green, dejando incluso espacio para arreglos de metal. “Sempiternal Beings” es otro de los grandes momentos de “Fauna” por cómo la banda construye una composición que parece estallar y, a partir del sexto minuto, parece guardarnos lo mejor sin restar mérito al cambio de registro de Jennings en "Beneath The White Rainbow" e incluso el intento por viajar a los ochenta con “Lovebites”, sonando oscuros y sintéticos, sin dejar de sonar actuales en lo que puede parecer todo un contrasentido estético y Jennings magnífico, como en todos los cortes de “Fauna”. De nuevo, Griffiths y Hen son los que colorean junto a Peter Jones y, hazme caso; Ray Hearne o, lo que es lo mismo, una auténtica máquina de precisión con la que parece imposible fallar una sola nota o sentir que está reclamando una atención que no merece cuando un batería con semejante talento se siente tan al servicio de las canciones.
"Elephants Never Forget” es la canción más ambiciosa de “Fauna”, no sólo por su duración sino también por la dificultad de esos más de diez minutos en los que Haken juegan con la dinámica de una composición en la que hay diferentes partes, cada una para cada uno de los músicos y, pese a todo ello, todas esas partes se sienten perfectamente hilvanadas entre ellas, hasta “Eyes Of Ebony” y ocho minutos en los que Hen parece el protagonista y un dulce comienzo hasta la intensidad alcanzada tras la construcción de un crescendo que servirá también de coda para concluir canción y disco. Puede que el regreso de Jones haya creado aún más química, que el sonido se sienta más exuberante en cada una de las canciones o el trabajo de Griffiths y Hen esté a la altura de la base rítmica de Green y Hearne y la genialidad de Jennings a las voces o puede que todo sea mucho más sencillo y Haken sean una de las mejores bandas del momento y todavía sean el secreto mejor guardado de nosotros, su público.
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