Si con “City Burials” (2020) uno tenía el pálpito de que Katatonia estaban dando un paso diferente o, por lo menos, tenían la intención de ello con aquella sensación de estar llegando al final de un recorrido pero, a excepción de “Laquer” o “Untrodden”, las cosas parecían torcerse en un disco excesivamente plano que, pese a todo, dejaba entrever sus bondades, como siempre. Con "Sky Void of Stars" las cosas parecen cambiar levemente pero no debe ser motivo de sobresalto; la melancolía sigue presente pero no únicamente a través de las inflexiones vocales de Renkse, sino también gracias a una mayor presencia de Nyström u Öjersson, sintiéndose canciones mucho más directas, desprovistas de la habitual forma de jugar de Katatonia con la melodía, y la fuerza de las guitarras; no es que los suecos hayan dejado la impostada languidez que les caracteriza, sino que esta no es únicamente la treta para llevarte a su mundo, sino un mayor trabajo compositivo, sonando más potentes que antes, con ese regusto progresivo que tan bien han sabido traer a su propuesta. Por ejemplo, el single “Atrium” posee la pesadez de la atmósfera, la voz de Renkse sigue en primer plano como artífice de toda la melodía pero no el único frente a los arreglos, sino que estos suman al trabajo de toda la banda, recordándonos a lo hecho en "Brave Murder Day" (1996) y no esa senda tan manida de “The Fall of Hearts” (2016), un disco que disfruté muchísimo y en directo en varias ocasiones (con resultados desiguales, todo hay que decirlo) pero que, a pesar de la calidad, se centraba en camino comunes, ya recorridos mil veces por propios y ajenos.
“Austerity” y esa apertura, esa forma de atacar tan directos, mientras Renkse nos conduce a un estribillo que estalla, conforma uno de los mejores momentos de un álbum de duración perfecta y una canción que posee los colores fríos de siempre, pero cuyo solo abrasa y muestra algo de sangre y cuya tensión aumenta en “Colossal Shade” con un magnífico trabajo de Moilanen y Sandin, como ocurre con “Opaline” y la voz de Renkse como guía hasta la rápida “Birds”, dando muestras de lo escrito; Katatonia parecen hipervitaminados y se agradece, las estrofas permiten que la voz teja la armonía, mientras que Nyström y Öjersson parecen deseosos de entrar en los puentes y estribillo, algo totalmente refrescante y ante lo que encontramos consuelo para “Drab Moon” o “Sclera”, buenos momentos también -sin duda, gracias a las texturas en las que Katatonia son unos maestros- pero no con la pegada de las anteriores y esa capacidad para llevarte al vuelo durante “Sky Void Of Stars”.
Pese a ello y sus grandes momentos, también los hay para preguntarse qué ocurre, como la presencia de Joel Ekelöf en “Impermanence”; soy de los que entienden estas colaboraciones como una oportunidad para el contrapunto y las voces de Ekelöf y Renkse no lo ofrecen, por lo que la canción -si este era su punto- pierde fuelle cuando la composición tampoco es tan brillante como, por ejemplo, la mencionada “Atrium” y, por qué no mencionarlo, ese final que es “No Beacon To Illuminate Our Fall” y la sensación de perder una oportunidad mejor para despedir un disco con canciones como “Austerity”, “Colossal Shade” o “Birds” que muestran la clara intención de un cambio, de que “City Burials” (2020) sí fue, en efecto, un punto de inflexión claramente intencional por parte de una banda que siempre he amado, pero cuya repetición en los últimos años o la falta de ideas les han llevado a cambiar. Sólo el tiempo confirmará si “Sky Void Of Stars” tiene un digno sucesor en el que todo esto eclosione o, por el contrario, la oportunidad, el camino, se vuelve a perder para aquellos que sí pedimos algo más porque Renkse y compañía pueden y nosotros lo sabemos.
© 2023 Conde Draco