No creo haber sido el único en temer que Acid Witch no volviesen jamás, fundamentalmente entre "Stoned" (2011) y "Evil Sound Screamers" (2017), quizá porque cuando me miro al espejo y veo mi camiseta del "Witchtanic Hellucinations" (2008), el vinilo, la cinta y el compact disc, entiendo que aquel disco me gustó demasiado y lo he disfrutado con fruición a lo largo de los años, hasta el punto en que no concibo el otoño sin escuchar sus canciones, lo mismo que me ocurre con Type O Negative. Para todo aquel que no esté familiarizado con lo que graban los de Detroit, tan sólo indicarles que Slasher Dave, Shagrat y Phil practican una mezcla de doom y stoner que hará las delicias a los amantes de ambos subgéneros, pero, para colmo, Acid Witch añaden su propio ingrediente secreto a base de conjuros, gañidos y voces agudas y rasposas como una cuchilla, con olor a hojarasca quemada, humedad, pócimas y un sonido grueso y redondo, ideal para escuchar en estas fechas. A la siguiente pregunta, del por qué mi obsesión con "Witchtanic Hellucinations", es algo aún más difícil de explicar; con él alcanzaron la glora, grabaron un debut soberbio e inesperado, en el que a los buenos ingredientes se sumaron las musas y de aquello nació uno de los mejores discos de 2008, un álbum que es capaz de sumergirte en un estado de ánimo, de hacerte viajar a un relato de Lovecraft protagonizado por Keziah Mason o el más despiadado de los cuentos infantiles, al oscurísimo corazón de un bosque en octubre. "Witchtanic Hellucinations" es tan genial que dudo mucho que incluso sus propios artífices lleguen a entender de la magia que lograron atrapar en sus canciones.
Y en el cuarto disco que nos ocupa, además de sentir que es todo un milagro, lo que nos encontramos son los clásicos riffs stoner de la banda, las ilustraciones de Shagrat, el inclasificable humor de Slasher Dave y la pegada de Phil, firmando un inicio de órdago con el himno "Gather Each Witch" que hace relucir el chiste que es la propia banda y se convertirá en todo un himno en directo, con unas guitarras magníficas y los teclados de Dave sumergiéndonos en su mundo. Las cosas se ponen serias con "Rot Among Us" y un riff como una plancha de grueso acero, demostrando que Acid Witch son capaces de moverse en casi todo tipo de registro, como ocurre con “The Sleeper” y la potencia de las guitarras o la alternancia exorcista entre las voces de Shagrat y Dave.
Es verdad que "Psychedeathic Swampnosis" recuerda a sus dos primeros discos y, aunque no es de las mejores del disco, consigue engancharte gracias a sus teclados, como también ocurre con "Chelsea Didn't Come Home Last Night" y su auténticamente infernal ambiente. "Devil's Night Doom" recuerda a Electric Wizard, mientras que de “5508 Martin St” lo mejor es la sensación de estar siendo testigo de una conversación entre una bruja y todos los demonios contenidos en su grimorio (es verdaderamente fascinante la garganta de Dave). El humor vuelve a hacer acto de presencia en la trotona “Evil Dad (Dad by Dawn)” y su capacidad para cambiar el último tercio del álbum (de nuevo, Dave haciendo de las suyas en los agudos), “Tommyrotters” sale victoriosa gracias a los teclados y su influjo ochentero, mientras que la bruta "Gundella the Green Witch" da la sensación de que habría ganado enteros si se hubiese situado en las primeras posiciones.
¿Cuál es mi veredicto final? Agradezco que Acid Witch sigan entre nosotros y "Rot Among Us" es un buen álbum, pero le falta la frescura de "Witchtanic Hellucinations" y la visita caprichosa de esas señoritas que tanto ayudan a la creatividad, a "Rot Among Us" le falta más borboteo de caldero, más efluvios y un poquito del sonido primitivo de aquel debut, por lo demás, estamos de enhorabuena.
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