SETLIST: Shellstar/ In Blur/ Great Mass of Color/ Honeycomb/ From the Kettle Onto the Coil/ Worthless Animal/ The Gnashing/ Mombasa/ Brought to the Water/ Dream House/
Qué triste es que cometamos el error de juzgar a los artistas como si detrás de cada uno de ellos no hubiera también una persona, los deshumanizamos de tal manera que olvidamos el hecho de que muchos grupos pasan verdaderas penalidades por salir de gira; meses sin ver a sus familias, a kilómetros de sus casas, durmiendo en una furgoneta que apenas llega a los 10 metros cuadrados, actuando día sí y día también y ganando una miseria a repartir entre todas aquellas personas que forman la banda (que no son solo aquellos que vemos encima del escenario) y aún así hay quien se cree con el derecho a dictaminar el valor de su música basándose en la indumentaria, el corte de pelo y hasta en cómo se mueven en escenario. Todo esto para defender lo que ellos denominan que es la verdadera “esencia” del black metal. Muchos sabrán a qué me refiero cuando menciono todo esto haciendo referencia, como no, al modo tan absurdo e injusto con el que muchos han intentado desprestigiar a Deafheaven casi desde el momento en el que metieron un pie en esta industria. Si una portada rosa y un vocalista con camisa y zapatos de vestir te parece suficiente razón para insultar y despotricar sobre un grupo con el talento de los de San Francisco no dudes que es porque aún te queda mucho por madurar.
Ayer tuve la oportunidad de conocer a cuatro de los cinco integrantes de Deafheaven (ya que Shiv Mehra no los acompaña este mes por motivos personales) y me quedo corta si digo que son seres de luz, de las personas más humildes y agradecidas que he conocido en mucho tiempo en este mundillo. Verlos fuera del escenario y poder hablar con ellos unos minutos te hace darte cuenta del esfuerzo que ponen en todo lo que hacen, que realmente se dejan el corazón cada noche y que lo que hacen lo hacen por amor a la música, ya quisieran muchos tener una cuarta parte de su talento.
Va a ser difícil olvidar el brillo en los ojos al recibir el amor que les dio Madrid. Durante la hora y media que duró ese viaje astral consiguieron sacar a flote hasta el sentimiento más enterrado, desgarrarnos suavemente y recomponernos trocito a trocito. Que cerrásemos los ojos y sintiéramos como nos íbamos curando de todo aquello que nos hace daño. Es difícil explicar el porqué de mi devoción hacia ellos, quizás hacía mucho tiempo que no sentía como un grupo le ponía banda sonora a aquello que me negaba a sentir. Quizás porque Clarke y McCoy han descubierto cómo capturar la rabia, la desolación y la melancolía a la perfección.
La noche empezó con su último álbum “Infinite Granite” (2021) con el cual, a pesar de las críticas que le han perseguido, el público estuvo totalmente entregado, quizás sabiendo que el hecho de que un grupo no tenga siempre un estilo fijo no les resta ni un ápice de talento en aquello que hacen. “Shellstar”, “In Blur” y “Great Mass of Color” inundaron la sala Mon de un azul eléctrico mientras Clarke nos obsequiaba con sus bailes, sus características muecas y esa mirada tan profunda. La pasión de Chris Johnson hizo aún más espectaculares temas como “Honeycomb” o “Worthless Animal”, mientras, Kerry McCoy nos arrullaba con su Les Paul. El guitarrista que sustituye a Shiv (del que he sido incapaz de encontrar el nombre) no solo cumplió si no que se ganó a pulso el cariño del público y esperemos que no sea la última vez que tenemos oportunidad de verlo. Sorprendieron tocando “From the Kettle Onto the Coil” y se despidieron con dos de sus temas más reconocidos, “Brought to the Water” y “Dream House”, esta última nos regaló uno de los momentos más emotivos de la noche, con George metiéndose en el público y cediendo el micro para poder gritar junto a ellos esos versos finales. Imposible no salir de esa sala sintiéndote afortunado, viendo con otros ojos a aquellos a los que quizás imaginábamos prepotentes, supuestos o simplemente puro postureo. Es magnífico tener la oportunidad de conocer a la persona detrás del artista y poder borrar todos los prejuicios que se crean en redes sociales. Con la promesa de que van a volver en agosto de 2023 (sea festival o sala como me dijo Clarke) me fui a dormir ayer más feliz que de costumbre. Pocas bandas conservan el alma intacta como ellos, así que si tienes oportunidad, no lo dudes, escúchalos, ve a verlos en directo y déjate de tonterías.
Texto y fotos © 2022 Jena X