Cuando acabes de leer esta humilde crónica, recuerda estos nombres; Steve Souza, Jack Gibson, Tom Hunting, Gary Holt, Chuck Billy, Eric Peterson, Alex Skolnick, DiGiorgio, Dave Lombardo y Brandon Ellis de Black Dahlia (además de White, Lum, Mirza y DeMaria) han pasado una semana en España, además de protagonizar una de las mejores giras de thrash y, quizá porque es agosto y la mitad de las ciudades están de vacaciones, pero no han conseguido llenar en lo que han sido noches auténticamente gloriosas. Testament y Exodus, acompañados de Heathen, han conseguido una gira tan sólida o más que la anterior (cuando vinieron acompañados de Death Angel, justo antes de la pandemia) o que aquella de hace siete años, como si el tiempo no hubiese pasado y conservasen intactas sus ganas. Con el añadido además de disfrutar de Holt de nuevo en directo (por segunda vez consecutiva, tras la defunción, aparentemente definitiva, de Slayer) y la nueva y flamante incorporación a Testament, nada más y nada menos que Dave Lombardo (aunque siga echando de menos a Gene Hoglan, del que, por cierto, pillé su baqueta en el aire durante la última gira de la banda), además del reemplazo temporal de Lee Altus con Brandon Ellis poniendo todo su arte a la guitarra. ¿Cómo es que no estuviste allí? Sólo puedo justificar tu falta si estabas de vacaciones, porque perderse esta gira debería estar castigado.
Tras una cortísima actuación de Heathen, que comenzó con “The Blight” y lucieron toda su fuerza con temas como “Arrows Of Agony”, “Sun In My Hand” o la final “Hypnotized”, poco más de media docena de temas, pareció claro que la noche pertenecería a Exodus y así fue. Y me resulta curioso porque ni "Persona Non Grata" (2021) o "Blood In, Blood Out" (2014) me parecen trabajos brillantes, a la altura de “Exhibit B: The Human Condition” (2010), Shovel Headed Kill Machine” (2005) o el magnífico “Tempo of the Damned” (2004), pero en directo la cosa cambia y Exodus exhibieron no sólo profesionalidad y músculo sino también hambre, “The Beatings Will Continue (Until Morale Improves)” y “A Lesson in Violence” nos trajeron a un Gary Holt conectado a la corriente, con Ellis ejecutando solos y riffs con matemática perfección, mientras Zetro se metía en el bolsillo a las primeras filas y el felizmente recuperado Tom Hunting aporreaba su batería con cara de felicidad (de Jack Gibson poco más que decir que cumplió, ya sabemos que el bajista no se caracteriza por lo mismo que sus compañeros, sino que su estatismo ya es marca de la casa). “Blood In, Blood Out” fue celebrada, mientras que “The Years of Death and Dying” no tanto (aunque convenza más que en el disco), Zetro presentó a Ellis y tuvo un bonito recuerdo para el tristemente fallecido Trevor Strnad (todavía resulta acojonante pensar que se ha ido para siempre, que no está y no volveremos a verlo en directo, los meses pasan y la sombra de Trevor es cada vez más alargada), pero “Deathamphetamine”, “Blacklist” o “Piranha” resultan mucho más efectivas en directo que la canción de "Persona Non Grata", con todo, Exodus remataban su actuación con “Bonded by Blood”, la coreadísima “The Toxic Waltz” y la salvaje “Strike of the Beast”, cuyo espíritu siempre he creído que Holt reaprovechó en su trabajo de estudio con Slayer. Al finalizar la actuación, lanzamiento de púas, entrechocar de manos y Hunting despidiéndose de todos, agradeciendo el apoyo y pasando tiempo con los seguidores. ¿Qué más se puede pedir? Quizá una de las mejores actuaciones de Exodus que he tenido el placer de ver.
Y llegaba el turno para Testament, Chuck Billy y los suyos aparecieron en el escenario como los protagonistas absolutos, una banda sobresaliente que nunca ha defraudado en estudio ni en directo, y la noche madrileña no sería una excepción. Tras la intro de “Catacombs”, “The New Order” y “Rise Up” ponían la sala del revés, como el salvaje riff de “Practice What You Preach” y Peterson y Skolnick magníficos, “WWIII”, por desgracia, sonó más real que nunca y Billy presentaba “D.N.R”, así como a un Lombardo (tercera vez que lo veo con una banda diferente; primero con Slayer, después con su proyecto Deadcross y ahora con Testament) que se mostró más hablador que de costumbre, mostrando toda su simpatía y preguntándose por qué los seguidores lo querían tanto; es sencillo, bastó con escucharle interpretar “Night Of The Witch” o “The Formation Of Damnation” para entender que el batería con el que grabaron “The Gathering” (1989) y los clásicos imperecederos de Slayer sigue en plena forma, como esa leyenda viviente apellidada DiGiorgio cuando interpretó su solo. Sin embargo, la noche tocaba a su fin, “Souls Of Black” y “First Strike Is Deadly” daban paso a las clásicas “Over The Wall” o “Into The Pit”, momentos inexcusables en todo buen concierto de Testament, así como “Alone In The Dark”, cerrando una velada triunfal en la que, sin embargo, Exodus se llevaron el gato al agua con esa mezcla y actitud thrash y punk tan atractiva.
Recuerda; Steve Souza, Jack Gibson, Tom Hunting, Gary Holt, Chuck Billy, Eric Peterson, Alex Skolnick, DiGiorgio, Dave Lombardo y Brandon Ellis, junto a Heathen, han estado en nuestro país y algún día echaremos de menos semejante cartel y su recuerdo imborrable, auténticas leyendas del sonido más callejero y afilado de San Francisco.
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