Mi chica y yo nos despertamos en Barcelona chupando un limón, sabiendo que todo estaba en su sitio, sin alarmas y sin sorpresas, entre versos de Radiohead y la electrónica de Yorke atronando en mi cabeza, con un bochorno insoportable y un chaparrón estival que nos sorprendía en pleno Poble Espanyol con la sensación de que no era posible mejor compañía para ver a The Smile, esa banda que sigue siendo todo un misterio en su propia naturaleza; si supone un escape hacia delante de Colin, Ed y Phil y todo el peso que supone cualquier paso con Radiohead, con la sempiterna sensación de que hagan lo que hagan es capaz de parar el girar del mundo durante unos segundos y sus versos son tan importantes y a tomar en serio como para dejar ocupados a los estudiosos durante los próximos dos siglos, o es de verdad un divertimento plenamente lícito para Yorke y Jonny, sin ningún tipo de resentimiento o escapatoria con respecto a sus compañeros. Igualmente, The Smile ha protagonizado una extensa gira, de esas que Radiohead, banda completamente de culto desde su propio nacimiento, parecen incapaces de organizar.
Un sencillo escenario recibía a Yorke, Greenwood y Skinner de manera calurosa, mientras Yorke, con camiseta y peto, saludaba y mostraba su humilde estatura, pero enorme carisma con una sonrisa que parecía pedir disculpas por el tiempo para, segundos después, atacar “Pana-Vision” a piano. El escenario, así como los constantes cambios de instrumentos, o el constante ir y venir de los roadies (situando el sintetizador o el teclado en el espacio central del entablado), mientras Greenwood cambiaba también de instrumento, provocó la dulce sensación de estar en una prueba de sonido, en pleno ensayo, con auténticos destellos de genialidad como “The Opposite” o descensos abisales a la belleza más absoluta con “Speech Bubbles”. Uno de los grandes momentos de la noche, cómo no, fue la interpretación de Yorke, armado con su acústica, de “Free in the Knowledge” que, quizá por el exceso de arrobo del propio público, sonó más esperanzadora que en "A Light for Attracting Attention".
“People on Balconies” y “Just Eyes and Mouth” fueron las encargadas de llevarnos a la final “Feeling Pulled Apart by Horses” con Yorke agradeciéndonos haber asistido y sonriendo mientras ese genio llamado Jonny Greenwood cabeceaba suavemente, nod nod, agitando su característico corte de pelo y el escenario; ese que pareció un oscuro local de ensayo repleto de cachivaches se apagaba definitivamente dejándonos a todos la sensación de haber estado en el lugar apropiado, con la persona adecuada y viendo dos de mis músicos favoritos de los últimos treinta años. Sólo espero que no tarden mucho en volver, que The Smile tenga continuidad y Radiohead, ese gigante dormido, nos siga dando alegrías, aunque sea de vez en cuando…
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