SETLIST: Kaisarion/ Rats/ From the Pinnacle to the Pit/ Mary on a Cross/ Devil Church/ Cirice/ Hunter's Moon/ Faith/ Spillways/ Ritual/ Call Me Little Sunshine/ Helvetesfönster/ Year Zero/ Spöksonat/ He Is/ Miasma/ Mummy Dust/ Kiss the Go-Goat/ Enter Sandman/ Dance Macabre/ Square Hammer/
Aquellos que ahora, misteriosamente, no aguantan a Ghost; esos otros que son tan auténticos como para nunca haberles tomado en serio; aquellos también que acuden a sus directos porque Ghost están de moda (curioso, llevan doce años diciendo lo mismo) y, finalmente, esos para los que Forge es religión y, como ocurría con Kiss, Diamond o Cooper, se visten y maquillan como su ídolo, todos acudieron al ritual que tuvo lugar el pasado domingo en Madrid porque Ghost, te guste o no, siguen siendo relevantes. Si lo piensas, según van pasando los días y la escuchas se suceden, las canciones de “Impera” no desentonan tanto en el cuerpo central de un concierto en el que, honestamente, encuentro canciones más sonrojantes, como “Dance Macabre” o “Rats”, y eché de menos “Twenties” y hasta disfruté con “Spillways” pero, como siempre, me habría gustado escuchar “Con Clavi Con Dio” o “Monstrance Clock”, prueba evidente de que Forge no busca lo fácil y el repertorio de Ghost, con cinco discos de estudio, ya posee las suficientes canciones como para permitirse el lujo de dejar de lado clásicos de la banda a favor de aquellas otras con menos tirón. Con todo, un concierto en el que hubo espacio para los seguidores de última hornada, la vieja guardia y aquellos que disfrutan de “Helvetesfönster” y “Miasma” o el dislate definitivo con Nihil siendo resucitado a golpe de desfibrilador en uno de los momentos más shock rock y brillantes que he podido ver en directo en los últimos años.
Una noche que comenzó con Twin Temple y su magnífico mestizaje entre el Halloween más petardo, música sesentera y un carisma que contrarrestó una rácana actuación en tiempo, inexplicable que su espectáculo no durase veinte minutos más al menos. A destacar su versión española de “Let's Have a Satanic Orgy” o canciones como "I'm Wicked" o "Satan's A Woman". Imposible quedarse con uno sólo de los momentos de este dúo que, espero, haya llegado a nuestras vidas para quedarse. Sin embargo, con Uncle Acid And The Deadbeats no hubo sorpresas, si la banda de Kevin Starrs es tan fiable con tan sólo cinco discos es porque lo que hacen, lo hacen muy bien. Con "Wasteland" (2018) como último álbum, los de Cambridge fueron el contrapunto de Twin Temple con su rock repleto de grano, rico en graves y evocación setentera; “Mind Crawler”, “13 Candles” o “Melody Lane” cayeron sobre nosotros en una noche especial.
Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que no distingue entre unos y otros, es por eso que produjo emoción cuando Emeritus IV abandonó su habitual sarcasmo para recordarnos en un par de ocasiones que estos últimos dos años han sido una mierda. El concierto de Ghost sonó bien (para lo que es Vistalegre) y dejó claro que el sueco ha aprendido de anteriores errores; los Ghouls estuvieron solventes, pero más comedidos y el espectáculo, más magro en relleno que los anteriores, a pesar de las canciones que no encontraron su espacio, comenzó con toda la plaza entregada y “Kaisarion”, evidenciando que esta mejora gracias a las guitarras del directo y que “Imperium”, la introducción, es mágica y emocionante. “Rats” y “From the Pinnacle to the Pit”, para evitar que el ritmo decaiga, mientras “Mary On A Cross” (que me siento incapaz de disfrutar) logró que miles de personas cantasen su estribillo al unísono “Devil Church” sirvió de introducción para uno de sus riffs más famosos, “Cirice”, o la efectista “Hunter’s Moon”. “Faith” nos devolvió a “Prequelle” (2019) mientras que la criticada “Spillways” se convirtió en una de las más coreadas de la noche.
Inexplicablemente, de su debut rescataron únicamente “Ritual” que enlazó con “Call Me Little Sunshine” en una dupla con muchísimo sabor a los ochenta. “Year Zero” convirtió, en efecto, a todo Vistalegre en un ritual que continuaron con “He Is” y uno de los mejores momentos de la noche con Nihil en “Miasma” y “Mummy Dust” con miles de billetes inundando las primeras filas, antes de continuar la fiesta con “Kiss the Go-Goat”, convirtiendo la plaza en un guateque, como Jefferson Airplane. Otra de las elecciones insospechadas en esta gira es la inclusión de su versión de “Enter Sandman”, en lugar de una propia y la coronación absoluta de “Square Hammer” como majestuoso final, tras “Dance Macabre”. Ha llovido mucho desde la primera vez que escuché a Ghost y aquella primera gira presentando "Opus Eponymous" (2010), ni el mundo, ni nosotros somos los mismos, quizá tampoco Tobias Forge, pero cuando cae el telón y el último confeti, uno llega a creerse que esto no ha sido un simple concierto, sino que todos hemos formado parte de una ceremonia, que Ghost están llamados a ocupar el puesto de los grandes nombres del rock. Hay que ser muy rancio para renegar de semejante misa cuando, durante hora y media, son capaces de hacer que te olvides de casi todo excepto de aquellos a los que das la mano.
© 2022 Jota Skaff
pics © 2022 Ghost