Puede entenderse como una paradoja pero que una banda de death metal cuyas influencias son un crisol de bandas clásicas, en tan sólo su segundo trabajo, evolucione hasta un punto en el que perfeccionen su propia propuesta a través de otras, es algo más; resulta del todo increíble. Pues eso es lo que he sentido con “It’s Time… Ro Rise From The Grave” (2022), tras un debut como “Lesions Of A Different Kind” (2020) en el cual había un exceso de trabajo en la composición hacía perder frescura a algunas canciones, mientras que otras -infinitamente más ingenuas- resultaban un soplo de aire fresco. Que nadie me malinterprete, “Lesions Of A Different Kind” (2020) fue uno de los discos que más disfrute de un año tan extraño como aquel, parecía como si el mundo se hubiese parado pero la música (a excepción de aquella en directo) avanzase imparable e inexorable, como una tromba de agua, logrando que muchísimas bandas firmasen grandísimos trabajos, mientras todo el mundo permanecía confinado. Así fue el caso de Undeath y un debut que hacía presagiar lo mejor, aquello que han confirmado con “It’s Time… Ro Rise From The Grave” y un sonido old school, pero actualizado, que se agradece; igual de opaco y bruto, grande en medios, pero más ligero que en su primera entrega, la batería de Browning suena igual de profunda, así como las guitarras de Welch y Beam luchan por sobresalir una de otra, alternándose las rítmicas entre pesados riffs y armónicos, o la voz de Alexander Jones suena igual de sombría y desgarrada que en “Lesions Of A Different Kind”.
El comienzo de “Fiend for Corpses” con el bajo de Tommy Wall evidencia la que se nos viene encima cuando Undeath entran a la melé, en una composición en la que se alterna ese sabor al death metal de los noventa con un poquito de groove y Browning castigando el doble bombo, algo que se repetirá y servirá como enlace a “Defiled Again”, hasta que las guitarras entran por distintos canales y nos recuerdan levemente a Obituary, nada malo (todo lo contrario) cuando la homónima “Rise from the Grave” se dispara de manera arenosa, al galope y, además, mostrando ese sentimiento épico del que se beneficia el álbum, como ocurre también con lo más parecido a un single, “Necrobionics”, tan melódica como para que su riff te persiga una y otra vez a lo largo del día, o la pesada “Enhancing the Dead”, canciones bien escritas pero en las que han sabido mantener esa frescura que adolecían muchas de su debut. Tal es el caso de “The Funeral Within” y la sensación de pisar a fondo, de estar escuchando a unos jóvenes Cannibal en ella y “Head Splattered in Seven Ways” cuando se marcan ese ‘downtempo’ tras la introducción y, con todo, recurren a un pegadizo estribillo o “Human Chandelier” y esa forma de jugar con el death más melódico para traspasar la frontera al gótico en su estribillo, Mientras que en “Bone Wrought” prefieren algo más opaco (cercano a Undergang, pero sin tierra podrida de por medio) o despedirse con “Trampled Headstones” y dejarte igual de perplejo por su facilidad para pasar de los riffs más pantanosos a las rápidas estrofas y brillantes y pegadizos estribillos. Magnífico de principio a fin.
Undeath prosiguen su camino, poco a poco, haciendo que una minoría levante la ceja al escucharlos y, dentro de un tiempo, nos sorprendamos con una sólida carrera que ha crecido, por el momento, alejada de las portadas. El que avisa no es traidor, Undeath son una de las mejores bandas de death del momento. Por último, aunque esta crítica fuese escrita mucho antes de la terrible noticia que ha golpeado al death en las últimas veinticuatro horas, no me gustaría cerrarla sin cederle la importancia que se merece a esa enciclopedia viviente del metal que ha sido Trevor Strnad de The Black Dahlia Murder, gracias al cual descubrí “Lesions Of A Different Kind” a través de sus constantes recomendaciones. Ojalá hayas encontrado el descanso que buscabas, descansa en paz.
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