Born Of Osiris son una banda a la que tengo cariño y lo que más me dolía de mi crítica a su álbum “The Simulation” (2019) era la amarga suposición de que quedarían en segunda fila, a pesar de su talento. Pero es por trabajos como aquel y como este, “Angel Or Alien” que me desespero. A estas alturas tengo claro que nunca más escribirán algo como "The Discovery" (2011), principalmente, porque, como músicos, han evolucionado y no creo que les interese mirar al pasado pero, he aquí el gran dilema cuando escucho “Angel Or Alien” y es sentir que Born Of Osiris nos han escuchado, han creído adivinar lo que sus seguidores queremos y nos han ofrecido un álbum en el que parecen querer aunar todo lo que pedimos, todo lo que nos gusta de ellos y el resultado es un disco en el que todo es conocido; hay progresivo, hay pericia técnica, hay trabajo de estudio y ganas de dejarnos con la boca abierta, hay electrónica y un poquito de djent, pero se les ha ido la mano con el metalcore y el deathcore, nada por lo que sobresaltarse si los de Illinois hubiesen sido tocados por la varita de las musas en este “Angel Or Alien”. Sin embargo, lo que siento cuando lo escucho es que todo resulta familiar, pero las canciones no me llenan, no me impactan, no se quedan alojadas en mi cabeza y, mucho peor, tampoco en mi corazón.
Cocinado por ellos mismos, con la ayuda de Josh Strock y Jeff Dunne, “Angel Or Alien” suena actual y bien producido, nada en contra, Born Of Osiris están a un gran nivel técnico y eso se nota en el cuidado que derrocha el disco, no sólo en la interpretación de los cinco músicos. “Poster Child” descorcha y suena potente, McKinney y Rossi inspiradísimos, pero la mezcla con Canizaro resulta demasiado cercano al metalcore. Algo que, como decía líneas más arriba, carecería de importancia si “Poster Child” fuese más arriesgada, más innovadora y no basase todo su atractivo en el teclado de Buras. “White Nile” fue el single y suena tan agresivo como técnico, sonando como nunca o como hace muchos años que no los escuchábamos, nada que objetar porque “White Nile” sí que se siente completa, no sólo por Buras sino por una banda que parece empujar hacia delante y querer progresar en su propio sonido, aunque no sea de mis favoritas en el disco.
“Angel Or Alien” y “Waves” poseen las maneras, es de nuevo Buras el que pone toda la carne en el asador, son canciones que orbitan en torno a su fraseo en el teclado y, cuando desaparece, poseen el toque justo de djent para saber que estás escuchando a Born Of Osiris, aunque creo que la parte narrada de “Waves” la hace perder intensidad, como “Oathbreaker” tarda demasiado en arrancar para hacerlo por la misma vía que las cuatro anteriores y no será hasta la groovy "Threat Of Your Presence", en la que McKinney y Rossi se lucen, que no habrá sobresalto alguno para el oyente. “Love Story” es claramente prescindible, mientras que “Crossface” o la nerviosa “Echobreather” nos adentran en un álbum que, paradójicamente, según avanza incluye algunas de sus mejores piezas. Como es el caso de “Lost Souls”, la sincopada “You Are The Narrative” o la agresivísima “Truth And Denial” que debería haber sido la encargada de cerrar el álbum y no “Shadowmourne”, cuestión de gustos, pero esta última aporta poco o nada, excepto edulcorante a una mezcla que no lo necesita.
Cuatro o cinco canciones de catorce, entre otras muchas en las que el metalcore es la base y la banda se limita a adornarlas, son demasiados pocos avales para una banda tan joven, pero con tanta experiencia y mejor técnica. Sigo esperando el álbum de Born Of Osiris que les haga despegar del resto, que les convierta en una banda a tener en cuenta, no sólo para veinteañeros con camisetas de Northlane que creen que un saxo enlatado es tener gusto. Sigo esperando que Born Of Osiris creen un álbum en el que, incluyendo todos sus elementos, no suene a refrito o un “Best Of” pero sin éxitos.
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