Seguramente, el oyente medio de death metal se pregunte si es posible que Kataklysm publiquen un álbum, en pleno 2020, tras veinticinco años de carrera, que reciba una nota tan baja, mientras que en otras webs -seguramente- no bajen del notable (como casi todo lo que se reseña en ellas). "Unconquerable”, producido por el guitarrista Jean-François Dagenais, es un buen disco de metal, de death metal, suena potente, la ejecución de los canadienses es salvaje, y las canciones, aunque no estemos hablando de "Sorcery" (1995) o "In the Arms of Devastation" (2006), son decentes y están trabajadas pero, he aquí el quid de la cuestión, "Unconquerable” suena tan jodidamente moderno, hay tantísima compresión, y han intentado captar un sonido tan actual que no parecen la misma banda y suenan, por desgracia, genéricos, previsibles y como decenas de bandas con menos pedigrí. Es como si se hubiesen empeñado en dejar de sonar como sólo ellos han logrado hacerlo tras más de dos décadas.
Por suerte, “Defiant” encarrila el disco e “Icarus Falling”, quizá mi favorita junto a “Cut Me Down”, vuelve a demostrar el poderío de Iacono, además la parte más emotiva de la canción junto al doble bombo de Beaudoin y cómo rompe Dagenais con su guitarra, son de lo mejor de "Unconquerable”, me habría encantado que Kataklysm hubiesen arriesgado sin perder sus señas de identidad, sin tener que hacerse un ‘lifting’ musical. Es por eso que “When It’s Over”, aunque intenten capturar el espíritu de “The Road to Devastation”, cuando la canción se revoluciona no parece llevarnos a ningún lugar excepto al descontento y a un final tan desconcertante que convierte a "Unconquerable” en una montaña rusa con cimas altas pero también simas abisales. Como diría un buen amigo mío, “no está mal, pero no da para paja…” y siendo Kataklysm me apena, porque esperaba el servicio completo y el cigarrillo de después.