Crítica: Ghostemane "ANTI-ICON"

Es posible que, como fiel lector de esta web, hayas entrado aquí buscando respuestas. Desconcertado quizás al leer el nombre de GHOSTEMANE acompañando a una crítica.  Estamos totalmente absortos en el mundo que nos rodea, el cual cambia por segundos y deberíamos, como amantes de la música, dejar siempre una pequeña rendija abierta por si un día, sin previo aviso, decidimos sorprendernos a nosotros mismos escuchando algo que, posiblemente, se salga de todos nuestros parámetros. Y es que, Eric Whitney, no ha dejado de sorprendernos desde aquel 2018 cuando, gracias a SoundCloud, nos dimos cuenta de su existencia. GHOSTEMANE no es un artista apto para todos los públicos, su música puede resultar chirriante, caótica o inarmónica para muchos, sin embargo, otros hemos encontrado la mezcla casi perfecta en este mundillo en el que las etiquetas cada vez tienen menos peso y en el que los artistas se atreven cada día más con su música sin importar que siempre haya quien no vaya a recibir el mensaje. 

 

ANTI-ICON nace con ‘’Intro.Destitute’’ como la banda sonora idónea para este camino hacia el purgatorio. Sin dejarnos ni un segundo de descanso ‘’Vagabond’’ estalla en nuestras cabezas con unos bajos que retumban de forma totalmente estructurada. ‘’Lazaretto’’, cuya fuerza nos recorre durante los casi dos minutos que dura, es uno de los mejores temas del álbum, no podíamos esperar menos siendo éste el segundo single, cuyo videoclip nos muestra, por si aún quedaba alguna duda, que la estética ha pasado a ser uno de los pilares de esta nueva era para GHOSTEMANE.  

En ‘’Sacrilege’’ e ‘’Hydrochlorine’’ nos muestra su lado más industrial y nos recuerda por qué Nine Inch Nails y en especial, Trent Reznor, es una de sus mayores influencias. ‘’AI’’, el primer single, nos devuelve la esencia pura de ese estilo tan particular que nos deslumbró en ‘’Blackmage’’ (2016) y que le ha hecho colgar el cartel de sold out en infinidad de ciudades tanto en Europa como en su país natal. Con ‘’The Winds Of Change’’ y ‘’Falling Down’’ vemos un GHOSTEMANE más comedido, que centra la atención en la instrumentación y nos acompaña hacia el final de este viaje, transportándonos, como si de Caronte se tratara, hacia aguas más tranquilas por fin, descubriéndonos así que después de la tormenta siempre llega la calma. 

Sin duda, te has equivocado si crees que esta es una crítica totalmente objetiva, pues suelo cometer el error de dejarme llevar cuando algo realmente consigue tocarme la fibra. No obstante, si durante esta lectura has conservado abierta esa rendija y has decidido darle una oportunidad al disco, ya habré conseguido mi objetivo. Seguramente su mensaje sobre la depresión, la muerte, el nihilismo y el ocultismo no consiga llegar a todos, pero os aseguro que, aunque quizás nunca llegue a ser un ícono, GHOSTEMANE ha llegado para quedarse.

 

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