Crónica: Dream Theater (Madrid) 31.01.2020

SETLIST: Untethered Angel/ A Nightmare to Remember/ Fall Into the Light/ Barstool Warrior/ In the Presence of Enemies, Part I/ Pale Blue Dot/ Act I: Scene One: Regression/ Act I: Scene Two: I. Overture 1928 / Act I: Scene Two: II. Strange Déjà Vu/ Act I: Scene Three: I. Through My Words / Act I: Scene Three: II. Fatal Tragedy / Act I: Scene Four: Beyond This Life/ Act I: Scene Five: Through Her Eyes / Act II: Scene Six: Home/ Act II: Scene Seven: I. The Dance of Eternity/ Act II: Scene Seven: II. One Last Time/ Act II: Scene Eight: The Spirit Carries On/ Act II: Scene Nine: Finally Free/ At Wit's End/

Al final, uno también se cansa de este viejo mundo y criticar aquello que ya ha defenestrado una y otra vez. Dream Theater es una de mis bandas favoritas, la primera que los vi en directo fue, como ya he señalado en muchas ocasiones, durante la gira de "Train of Thought" (2003), nada más y nada menos que con Opeth de teloneros. Aquel concierto me gustó tanto que terminó de convertirme, repetí en "Systematic Chaos" (2007), antes de que Portnoy dejase el barco en "Black Clouds And Silver Linings" (2009) y defendí a Mangini con uñas y dientes, disfruté mucho de las giras de "A Dramatic Turn of Events" (2011) y el propio “Dream Theater” (2013) en el que presencié un concierto verdaderamente desorganizado, con mal sonido y una actitud bastante fría por parte de LaBrie. A partir de ahí, el desastre con "The Astonishing" (2016) y ellos defendiendo un proyecto que sabían categóricamente que no valía, demostrando que la genialidad instrumental no siempre está alineada con las musas, corrieron prestos a celebrar “Images And Words” (1992) y meterse en el estudio para grabar un disco más directo, más pesado y más duro, "Distance Over Time" (2019), que a pesar de sus bondades, sigue sin convencerme y, por fin, volvían a Madrid. Deseaba tanto alejarme de todas las críticas a sus últimos años, como enfrentarme a uno de los discos capitales de la banda.

Imposible no acudir a la cita, segunda vez que los veo en esta gira tras su presentación el verano pasado en festivales y ahora, para colmo, interpretando el que, para muchos, sigue siendo su mejor álbum; "Metropolis Pt. 2: Scenes From a Memory" (1999). Una buena decisión que, sin embargo, en Madrid mostró sus pros y contras; es magnífico escucharlo en directo pero la selección de canciones previas no es la mejor, ni con mucho, y reduce “Distance Over Time” a cuatro composiciones (cinco, si tenemos en cuenta la última del concierto); "Untethered Angel", "Fall Into the Light", "Barstool Warrior" y "Pale Blue Dot", picoteando de su discografía “A Nightmare To Remember” "Black Clouds And Silver Linings" de y "In the Presence of Enemies, Part I" de "Systematic Chaos". Buenas canciones, sin duda, pero no las más representativas, echándose mucho de menos algunos clásicos, que es verdad que hemos escuchado hasta la saciedad, pero sin los que no concibo un concierto de Dream Theater. Por no mencionar las extraídas de “Distance Over Time” y una nadería como "Barstool Warrior".

Dream Theater mostraron un gran sonido, la voz de LaBrie muy por encima (aunque le costase entrar en calor), y unos Jordan Rudess y John Myung en auténtico estado de gracia, y Petrucci -como siempre- en una extraordinaria forma; es la grandeza de Dream Theater, cinco músicos enormes que funcionan con meticulosa precisión. Sin embargo (otro más y no será el último), con Mangini -aún estando tan acertado como siempre- no sentí lo mismo que en otras ocasiones cuando, en defensa de la banda, justificaba su personalidad como músico. Es verdad que Portnoy es y será una ‘prima donna’ de excesivo carácter, pero aportaba este a la banda y lo que me encontré de nuevo sobre el escenario es a Magini; un músico excepcional, pero sin la desbordante personalidad del anterior. Recuerdo que la primera vez que vi a Dream Theater en directo me impresionó ver cómo Portnoy vivía las canciones, a menudo gritaba en ellas, gesticulaba y jaleaba a sus compañeros; uno sentía que aquello era la lucha entre varios músicos y la banda del batería que breaba por llevarlos a contracorriente. Con Mangini -con todo mi respeto hacia él y su indudable talento- siento que hay un excepcional músico de estudio tras los parches, pero completamente plano, aséptico en su interpretación.

Llegó el momento de "Metropolis Pt. 2: Scenes From a Memory" y un innecesario descanso cuyo objetivo será también engolar la ceremonia de su interpretación pero enfrió al público. Así fue, tras “Act I: Scene One: Regression” (y su indudable sabor a “Speak To Me”) comenzaba la peculiar odisea del protagonista en ese mar de decepción y dolor, llegaba la introducción de LaBrie y la acústica que da paso a “Act I: Scene Two: I. Overture 1928”, de nuevo recalco el sonido; me pareció espectacular, al igual que la interpretación de la banda, no podía esperar menos, siendo quizá Rudess mi favorito (en ningún momento sentí que estuviese tocando, parecía un mago disfrutando de su teclado). Me gustaron especialmente “Act I: Scene Two: II. Strange Déjà Vu” o “Act I: Scene Three: II. Fatal Tragedy”, igual que “Act I: Scene Four: Beyond This Life”. Mientras que se me hizo especialmente pesada (no pasa nada, me ocurre igual en el disco, es puro azúcar) “Act I: Scene Five: Through Her Eyes”

Como tampoco entendí el énfasis de LaBrie, presentando “Act II: Scene Six: Home” como su canción “más heavy”, fue maravilloso verlos interpretar “Act II: Scene Seven: I. The Dance of Eternity”, antes de una recta final en la que “Act II: Scene Eight: The Spirit Carries On” era tan obvia como los cientos de móviles, en lugar de mecheros, que poblaron la pista, antes de rematar con “Act II: Scene Nine: Finally Free” y la despedida, regresando de nuevo a “Distance Over Time” con “At Wit's End”. Sentimientos encontrados se mezclaron con recuerdos de adolescencia y la certeza de que volveré a ver un concierto suyo siempre que pueda, pero cuya sensación sé que se repetirá también cuando vuelva a sentir que algo se ha perdido en Dream Theater y no es únicamente a Portnoy.


© 2020 James Tonic