SETLIST: Hecate/ Count the Dead/ Bridge of Spasms/ The Artifex/ Harvest Pyre/ Ashes of the Damned/ Warriors/ Nebular Ravens Winter/ Calm in Ire (Of Hurricane) / Outstrider/ In My Kingdom Cold/ Tyrants/ To War!/ Winterbane/
Soy de esos que piensan que, por mucho que hayas visto a un artista, hay noches a las que faltar debería estar penado. Y soy consciente de todo lo relativo a Abbath; el mítico integrante de Immortal. Abbath, el amante de Motörhead, Abbath aquel que firmó junto a Demonaz algunos de los capítulos más importantes del black metal de los noventa, pero también de Abbath y Argentina, de Abbath y sus constantes memes, de su despreocupada actitud, sus problemas de salud y su banalización -a veces necesaria- del dramatismo del metal, pero siempre excesiva. Tuve la suerte de ser testigo de la última gira de Immortal y siempre guardaré un grandísimo recuerdo de aquella noche en el reino de Blashyrkh, como también de la primera gira de Abbath en solitario; junto a King Ov Hell y el preocupante estado del músico, de la caótica actuación que contemplé, entre la caricatura del género y el esperpento del artista, pero también creo que "Abbath" (2016) y el más reciente, "Outstrider" (2019) son buenos discos, disfrutables y repletos de tanta negrura como frialdad, sin tener que decantarme por ellos o "Northern Chaos Gods" (2018), no tengo por qué elegir cuando puedo disfrutar de ambos.
Soy de esos que piensan que, por mucho que hayas visto a un artista, hay noches a las que faltar debería estar penado. Y soy consciente de todo lo relativo a Abbath; el mítico integrante de Immortal. Abbath, el amante de Motörhead, Abbath aquel que firmó junto a Demonaz algunos de los capítulos más importantes del black metal de los noventa, pero también de Abbath y Argentina, de Abbath y sus constantes memes, de su despreocupada actitud, sus problemas de salud y su banalización -a veces necesaria- del dramatismo del metal, pero siempre excesiva. Tuve la suerte de ser testigo de la última gira de Immortal y siempre guardaré un grandísimo recuerdo de aquella noche en el reino de Blashyrkh, como también de la primera gira de Abbath en solitario; junto a King Ov Hell y el preocupante estado del músico, de la caótica actuación que contemplé, entre la caricatura del género y el esperpento del artista, pero también creo que "Abbath" (2016) y el más reciente, "Outstrider" (2019) son buenos discos, disfrutables y repletos de tanta negrura como frialdad, sin tener que decantarme por ellos o "Northern Chaos Gods" (2018), no tengo por qué elegir cuando puedo disfrutar de ambos.
Por lo que una gira del noruego, aún con todas mis reservas, junto a Vltimas (ni más, ni menos que David Vincent de Morbid Angel, Blasphemer de Mayhem o Aura Noir, y Flo Mounier de Cryptopsy), además de 1349, no era algo que pudiera dejar pasar y debo reconocer que cumplieron mis expectativas. 1349 presentaban "The Infernal Pathway" (2019), un álbum que he disfrutado pero que no es, ni con mucho, el que más me gusta de la formación. “Sculptor of Flesh” o “Through Eyes Of Stone” se unieron en una dupla magnífica para abrir un concierto en el que "The Infernal Pathway" demostró ser la continuación estética de su magnífico “Hellfire”, pero sin las composiciones de este. La voz de Ravn cortaba el ambiente para los que nos acercamos a la sala a tal hora, y Frost (¿qué decir de uno de los mejores baterías del metal?) literalmente machacaba los parches con su fibroso cuerpo. Precisamente, de “Hellfire” recuperaron “I Am Abomination” para no regresar y tan sólo visitar "Massive Cauldron of Chaos" (2014) o “Demonoir” (2010) con “Atomic Chapel” y rematar la noche con su último álbum y "Dødskamp" y "Abyssos Antithesis" en una actuación que se hizo breve pero, al contrario de lo que pueda transmitir la música de Immortal, repleta de bocanadas de fuego y negrura noruega. ¿Lo disfruté? Muchísimo…
Ver a David Vincent sobre un escenario es un lujo, ya sea interpretando el repertorio de Morbid Angel o las canciones de Vltimas con dos leyendas como Blasphemer o Flo. Sin embargo, es la segunda vez que veo a Vltimas en esta primera gira de presentación de "Something Wicked Marches In" (2019) y no me gusta demasiado la puesta en escena de Vincent, las canciones suenan estupendas, pero no entiendo por qué se empeña en teatralizar las canciones vestido de esa manera. Muchos dirán que la apariencia es lo de menos y no les falta razón, pero cuando te subes a un escenario, lo es todo, y me cuesta reconocer a Vincent. Musicalmente, Vltimas son tan contundentes como en estudio y, aunque su repertorio -lógicamente- no sufra demasiadas variaciones con tan sólo un trabajo de estudio, como es el genial “Something Wicked Marches In”, canciones como “Total Destroy”, “Monolith” o “Everlasting”, me siguen pareciendo excelentemente compuestas, y tener a tres músicos de su categoría a pocos metros es una auténtica gozada. Acabaron con “Diabolus Est Sanguis” y “Marching On” y la misma sensación de 1349, una actuación concisa y bien estructurada pero demasiado breve. Es cierto que el abigarrado death de Vltimas no tiene mucho sentido, sobre el papel, con el black de 1349 y Abbath, pero en directo es un auténtico festín.
Olve Eikemo, Abbath, salió a escena a ritmo de Manuel de Falla (“La Danza Ritual del Fuego”) y su nombre presidiendo el escenario, con la ausencia de Mia Wallace y la incorporación de Rusty Cornell en su lugar y el del icónico King Ov Hell, demostrando una actitud muy diferente a la de las últimas dos que le he visto sobre el escenario. Sin rastro alguno de bromas, "Hecate" y "Count The Dead", sin pausa se lanzó a “Bridge of Spasms” o “The Artifex” y presentó “Harvest Pyre”, luciendo un sonido denso y bien construido, brutal y agresivo, apretando la velocidad con Ukri Suvilehto tras la batería y el ventilador dándole en la cara. El single "Ashes of the Damned" sonó con furia, quizá una de las canciones que más siguió el público, e incluso se acordó de “I” con su versión de “Warriors”, mientras que “Outsrider” o “Calm in Ire (Of Hurricane)” constataron que su último álbum es tan sólido como el de Immortal, de quienes precisamente nos regaló "In My Kingdom Cold", "Tyrants" o "Nebular Raven Winter", para cerrar -sin interrupción alguna- con “To War!” y “Winter Bane”.
Desconozco si este momento de concentración le durará mucho a Eikemo, si abandonará sus vicios y tratará su enfermedad, si será capaz de pasear su genio y talento como en estas dos últimas noches en España, lo que está claro es que la guerra prosigue en la fría Blashyrkh y todavía no hay un rey claro, Demonaz o Abbath cuando, como escribía antes, no hay necesidad alguna de elegir sino de disfrutar lo que cada uno tiene que ofrecernos…
Desconozco si este momento de concentración le durará mucho a Eikemo, si abandonará sus vicios y tratará su enfermedad, si será capaz de pasear su genio y talento como en estas dos últimas noches en España, lo que está claro es que la guerra prosigue en la fría Blashyrkh y todavía no hay un rey claro, Demonaz o Abbath cuando, como escribía antes, no hay necesidad alguna de elegir sino de disfrutar lo que cada uno tiene que ofrecernos…
Texto y discos © 2020 Lord of Metal
Pic by © 2020 Getty