La primera vez que escuché el nombre de Fvneral Fvkk, terminé pronto con ellos, no estaba dispuesto a perder el tiempo con una banda de chiste que toma su nombre de la célebre canción y seguramente facturasen una suerte de black o thrash de serie B con el que no me apetecía perder el tiempo. Pero, de manera completamente casual, meses más tarde, escuché “Chapel Of Abuse” y me encantó su sonido; busqué rápidamente el nombre de la banda y pensé; “no me jodas… ¿Fvneral Fukk?” Y es que parecía una auténtica broma, porque la banda de Hamburgo sonaba más a Candlemass o Solitude Aeturnus, que a una parodia, en uno de esos extraños casos en los que el nombre, no solamente te lleva a prejuzgar, sino que no les hace el favor que se merecen. Con miembros de Ophis, Fäulnis y Crimson Swan y bajo la preciosa portada de Alexander Trinkl (Irrwisch), que también hizo un bellísimo trabajo con su EP; "Lecherous Liturgies" (2017) y animo al lector a buscar y escuchar, Fvneral Fukk es doom de calidad, con un sonido purísimo y lejos de cualquier caricatura, canciones lentas y densas, pero no farragosas. Oscuras y serpenteantes pero no fáciles, conformando un debut francamente sobresaliente que jamás podría haberme llegado a imaginar.
“Chapel Of Abuse” entra a la primera, los músicos (nombrados también simpáticamente como Cantor Cinaedicus, Vicarius Vespillo, Frater Flagellum y Decanus Obscaenus) forman un combo básico pero plenamente funcional; distorsiones crujientes y Cinaedicus cantando de manera solemne pero melódica, coros sobrios y un estribillo que derrocha dramatismo; no todo en Fvneral Fukk suena a parodia, tras esa fachada, se encuentra música de calidad. En “A Shadow in the Dormitory” bajan las revoluciones, pero suben las cotas de grandeza, más cerca de un himno que de una simple canción de doom, formando dupla con “Alone With The Cross” en las que, de nuevo, juegan con la emoción, con la épica y la teatralidad, y firman una de las mejores canciones de un año que ya se fue.
“The Hallowed Leech” es magistral, sencilla pero efectiva y las voces de Cinaedicus -entre el recitado y el salmo- juegan un papel especial para conferirle ese halo místico que el buen doom siempre ha de poseer si queremos teñirlo de negrura y la humedad de un buen camposanto. Mientras que “Poor Sisters of the Nazareth” es aún más etérea, más espiritual y ceremonial, lentísima pero breve en sus siete minutos y medio, como “To Those in the Grave” y sus aires de clásico atemporal, mientras la guitarra de Obscaenus parece subir y subir entre las nubes o "When God Is Not Watching" sería capaz de hacer hervir de envidia a las musas del mismísimo Greg Mackintosh.
Es una auténtica paradoja que una banda que, aparentemente, no se toma nada en serio (nada más hay que leer de nuevo su nombre o contemplar sus fotos promocionales, vestidos de sacerdotes) sea capaz de grabar música con tantas ansias de trascendencia y una seriedad que, aunque posiblemente impostada (quizá no más que la de With The Dead), tome como referencias a Candlemass, Paradise Lost, Solitude Aeturnus o Woods of Ypres y, lejos de quedar en evidencia, lo sublimen. Desconozco si Fvneral Fvkk morirán tras un par de discos más, si lo harán emborrachados de éxito, cuando sus auténticas identidades innecesariamente se desvelen o, si por el contrario, nunca más sabremos de ellos pero lo único que sé es que "Carnal Confessions" es un disco soberbio que no puedo dejar de escuchar y eso no me pasa a menudo con una banda desconocida…
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