Que conste por escrito que mi alegría por “Alive And Dead At Södra Teatern” no se debe a que, en menos de diez días, vuelva a ver a la banda sobre un escenario y sea presa del hype, sino por la calidad de un directo grabado en el teatro más antiguo de Estocolmo, el Södra Teatern, en el que Tribulation no sólo suenan estupendos y con una producción magnífica sino que interpretan íntegro su álbum de 2018, “Down Below” para, en una segunda parte, mezclar canciones de “The Formulas of Death” (2013) y “The Children of the Night” (2015). Y es que la banda sueca ha crecido de manera exponencial gracias a su excelente material pero también su constante trabajo en directo, nadie que los haya visto sobre las tablas, podrá duda de su propuesta; de la sabiduría que destilan sus composiciones de puro black and roll en las que se mezclan las guitarras de Hultén y Zaars con ecos de los ochenta, delays y reverberaciones más propios de aquellos nuevos, ya viejos, modernos que enmascaran riffs de hard rock, con la rasposa voz de Johannes Andersson, para contarnos historias de vampiros, goticismo de película y absenta, monstruos románticos y lunas que se desangran sobre el empedrado de cualquier ciudad en la gélida medianoche. Tribulation han alcanzado un público mayoritario porque su propuesta es fácilmente digerible pero su producto es de una calidad apabullante si lo comparamos con muchas bandas contemporáneas, además logran el difícil equilibrio entre un público mainstream y fácil de complacer, con el beneplácito de aquel más underground que entiende que el éxito de la banda no se debe, de ninguna manera, a que el nivel de las composiciones haya caído en picado en búsqueda de un aumento de las ventas, sino que esto último es consecuencia directa del trabajo, habilidad para escribir buenas canciones y el buen gusto de los músicos.
“Alive And Dead At Södra Teatern” es el primer directo de Tribulation y su edición está tan cuidada como su producción, adquiriendo tintes de golosina para paladares gourmet y sirviendo como recopilatorio de lo mejor de su carrera (aunque haya grandes ausentes), además de una muestra de lo que son capaces. Dos partes bien diferenciadas por su repertorio pero que en su escucha funcionan como una sola que, además de venir bellamente presentado, incluye el DVD de la actuación.
Desde su flamante inicio con “The Lament” hasta la intensa "Here Be Dragons", Tribulation demuestran que “Down Below” fue uno de los grandes discos de aquel año y, si echo algo en falta, pero no puedo achacárselo a la propia banda, es ese público al que escucho en pocas ocasiones y tan sólo aplaudiendo, restando algo de la emoción inherente a todo buen directo. Hultén y Zaars se complementan y logran que el sonido de Tribulation coja algo de cuerpo en sus pinceladas de hard, pero sin olvidar los ochenta y ese caramelo que es su single “Nightbound” y el enlace con “Lady Death”, emoción en estado puro hasta la nocturna “Subterranea” o la pieza “Purgatorio”, más propia de Danny Elfman que de una banda de rock y metal, “Down Below” en directo se despereza con "Cries from the Underworld" y remata el cuento con la épica “Lacrimosa” y “The World”, para cerrar definitivamente con “Here Be Dragons” a modo de colofón con Oscar Leander como protagonista. Un magnífico pasar de hoja en su transición hacia "Trollens Brudmarsch", que hará las delicias de los seguidores de Tobias Forge, y el single de más pegada de Tribulation hasta la fecha, que no es otro que “Melancholia” y sus pegadizos riffs.
"The Motherhood of God" y "Rånda" son doce minutos de rock oscuro, de humo y tinieblas, de encanto ocultista, hasta la leve "Ultra Silvam" y un solo de guitarra en el que volvemos a encontrarnos con el público y ese regreso de la banda con la magia, la auténtica magia, hecha canción en las manos de los suecos; "Strange Gateways Beckon" en la que despliegan hábilmente todo su arsenal e imaginería, para despedirse del auditorio con "Strains Of Horror" y su bonita y tierna coda final, dejando de lado -eso sí- su debut “The Horror” (2009) incomprensiblemente fuera del repertorio.
No es habitual que reseñe directos porque, como ocurre con los recopilatorios o las reediciones y remasterizaciones, tan sólo se esconde tras ellos el afán de pasar por caja y pocos son los registros que, de verdad, podríamos tachar de históricos frente al auténtico aluvión de publicaciones que poco o nada aportan a la carrera de los artistas, más que a sus propios bolsillos, pero “Alive And Dead At Södra Teatern” tiene alma y eso es mucho decir en los tiempos que corren…
© 2019 James Tonic