Crónica: TOOL (Clisson, Nantes) 23.06.2019

SETLIST: Ænema/ The Pot/ Parabol/ Parabola/ Descending/ Schism/ Invincible/ Intolerance/ Jambi/ Forty Six And 2/ Part of Me/ Vicarious/ Stinkfist/

El caso de TOOL es la gran paradoja de aquel artista que no busca el aplauso fácil, ni el favor del público, pero lo consigue por su talento. No es tan sólo que su carrera la conformen tan sólo cuatro discos (cinco, si contamos con “Opiate” de 1992) es que TOOL, ni siquiera en los noventa, eran una banda al uso. Recuerdo perfectamente el día que se publicó “Ænima” (1996) por la sencilla razón de que lo viví y “Undertow” (1993) me había obsesionado y tenía sed de su música, por eso lo compré el mismo día de su publicación y mi vida cambió con él. Poco sabría que tras aquella obra maestra, lo que me esperaba era una auténtica peregrinación por el desierto; cinco años sin apenas noticias, sin nueva música y, por supuesto, la posibilidad de ver un concierto suyo hasta “Lateralus” (2001), los que me conocen saben que no es casualidad que posea la entrada 00002 de su concierto en sala o que acudiera presto a las giras de “10,000 Days” (2006) y A Perfect Circle en 2003 (incluyendo una prueba de sonido que nunca olvidaré) antes de su separación y posterior unificación en lo que considero que han sido trece años de jugar al despiste por parte de Maynard con su público como único objetivo; ha habido grandes momentos, claro que sí, pero también momentos de menor altura y otros de auténtica desesperación ante la actitud de un artista que ha disfrutado más de sus aficiones que de su arte. Minutos antes de mi reencuentro con la banda, pensaba; ¿de verdad necesitamos un nuevo álbum de TOOL? Soy honesto conmigo mismo y con todos los que me leéis ahora mismo, seguramente no; no necesitemos un nuevo álbum de TOOL en pleno 2019, tras trece años injustificados de espera, estoy plenamente convencido de que ya han dicho todo lo que tenían que decir, musicalmente hablando pero, claro, se apagan las luces, suena “Third Eye” a modo de introducción, se apagan las pantallas para no mostrar imagen alguna de los músicos, tan sólo para proyectar las bellas pero inquietantes animaciones que todos conocemos, veo a Adam Jones tomar el escenario y a Maynard su posición, flanqueado por Justin y Danny, y no puedo hacer otra cosa que emocionarme.

Emocionarme por el vibrante reencuentro, por ese acople surgido de la Silverbust Les Paul Custom de Jones y el riff cortante de “Ænima”, el viaje al pasado está garantizado, pero también al interior de cada uno de nosotros porque si algo tiene la música de TOOL es el poder para la evocación pero también la introspección, cuatro músicos que logran que su público viaje y se emocione con el sinuoso bajo de Justin en “The Pot”, se eriza el vello, la emoción está garantizada gracias a un sonido preciso, equilibrado en graves, cristalino pero potente, lejos de la saturación, la voz de Maynard resuena preciosa; no tengo nada en contra de A Perfect Circle (obviamente, con mi currículum, decir lo contrario sería mentir, aunque no disfrute plenamente de “Eat The Elephant”, 2018) pero esto es otra cosa, la voz de Maynard encuentra su contexto natural en la guitarra de Jones y el bajo de Justin, en el hipnótico y preciso ritmo de Danny, en el que las cuatro fuerzas se equilibran.

Diez minutos de auténtica emoción son los que conforman “Parabol” y “Parabola”, la guitarra de Adam Jones es sencilla pero pinta los sentimientos que Maynard interpreta, el influjo oriental de la música de TOOL está tan presente como su ascendencia psicodélica, sólo ellos son capaces de hacer callar a todo un festival y que guarde silencio hasta la explosión que supone la unión con “Parabola”. “Descending” encaja perfectamente entre los clásicos, su in crescendo es notable pero no soy de aquellos que disfrutan calificando las nuevas canciones tan sólo por su directo, quiero escucharla en condiciones, en estudio, y lo mismo me ocurre con “Invincible”, aparentes muestras de que, a nivel creativo, mantienen el nivel y el binomio Jones/Maynard sigue funcionando a la perfección.

El famosísimo riff de “Schism” nos abre a otros mundos, maravilloso Jones, como Danny y Justin en “Intolerance” de “Undertow” o la entrecortada “Jambi” (tanto ella, como “Vicarious” nos demuestran la importancia de la base rítmica de TOOL, cuando cuatro músicos que encajan como un puzle) y, por fin, “Forty Six And 2” con Maynard plenamente caliente, rascándose la garganta o lo más parecido a una pequeña concesión que es situar “Stinkfist” al final del concierto. A mi pregunta inicial, ¿necesitamos más música de TOOL? Tras volver a encontrarme con ellos en concierto, lo único que puedo asegurar es que no necesitamos la música de nadie para vivir, pero la de TOOL, a muchos, nos hace la vida más sencilla, más bonita… Sencillamente soberbios.


Texto © 2019 Blogofenia
TOOL en Clisson © Adi Granov
Pics by © 2019 Manu Wino
www.manuwino.com