Born Of Osiris no lo tenían fácil tras la publicación de “The Eternal Reign” (2017), la regrabación de “The New Reign”, y el adelanto que supuso “Silence The Echo”, lo que para mí es la mezcla perfecta y equilibrada de lo que la banda Illinois puede y debe ofrecer al oyente. No lo tenían fácil porque Born Of Osiris venían de una serie de discos correctos, pero siempre tibios, "Tomorrow We Die Alive" (2013) y "Soul Sphere (2015) en los que su mezcla de metalcore con djent era efectiva, claro que sí, pero no terminaba de cuajar lo suficiente como para superar el que, para muchos de sus seguidores, sigue siendo su obra definitiva, “The Discovery” (2011) y, por supuesto, lo planteado en “The Eternal Reign”, en el que parecían querer cambiar y mirar al frente sin olvidarse de quienes eran o habían sido, en un tan ansiado cambio de tercio de un deathcore en el que últimamente parecían primar los estribillos más fáciles y la falta de riesgo por bandera. Me enfrentaba pues, a “The Simulation”, con esta enorme mochila a mis espaldas y la sensación de que este nuevo álbum podría ser el que definitivamente les hiciese romper. Entiendo que Born Of Osiris no son los mismos que cuando publicaron “The New Reign” (2007), su evolución y su dirección, además de haberles disfrutado en directo en varias ocasiones, pero, aunque “The Simulation” es un álbum demasiado breve que funciona a un determinado nivel, siento que no han sabido redondear el reto lanzado en “The Eternal Reign”. Sé que, para muchos, visitar de nuevo las canciones de su debut era un ejercicio innecesario en lo que muchos otros queríamos ver un nuevo punto de partida.
“The Accursed” marca, para bien y para mal, desde su primer compás, lo que Born Of Osiris van a ofrecernos y con ella descubrimos que vuelven a apoyarse en el estribillo y las estrofas más directas, lo que no sería un problema si estuviese revestida de algo más de complejidad, de ese rompecabezas tan agradecido cuando es descubierto por el oyente y que Born Of Osiris no se molesta en construir siquiera. El sintetizador de Buras o la guitarra de McKinney será lo único que diferencie a la banda de cualquier otra de metalcore. Canciones como "Disconnectome" o “Analogs In Cell” ofrecen una versión más agresiva de la banda, no logran crear nada nuevo pero los riffs y el juego de voces entre Canizaro y Buras es lo suficientemente atrayente como para no aburrir. Pero tras "Cycles of Tragedy" me doy cuenta de dos cosas; el bajo es apenas audible y leo en el libreto que la producción corre a cargo de los propios músicos, dos; esta y “Under The Gun” son probablemente lo más claramente accesible que Born Of Osiris hayan grabado y cuando escribo “accesible” me refiero a ese tipo de canciones que están escritas para alcanzar un público mayoritario a golpe de cliché, camino ya recorrido, melodías fáciles y un sonido más domesticado. Lo poco gusta, lo mucho cansa y aquellos juegos de Buras y Canizaro que conseguían dinamizar canciones con más pegada, en “Under The Gun” resultan empachosos, como los arreglos de sintetizador, rozando la electrónica más petarda. En clarísimo constante con “One Without The Other” en un álbum en el que parece que cada canción tiene un poco para cada oyente y el mejor ejemplo es la propia que lo despide, con partes más afiladas y desgarradas y otras que, sin embargo, son puro azúcar.
¿Es lo que esperaba de Born Of Osiris a estas alturas? No, desde luego que no, esperaba algo más de riesgo y que nos regalasen estribillos que de verdad fuesen impactantes y emocionales pero que entrañase algo de trabajo extraerlos y sacarles todo su jugo. Lo que me he encontrado es a una banda que parece probar de todo un poco y acudir presta al recurso fácil, desoyendo su talento como músicos y lo que muchos todavía esperamos de ellos. Su castigo será quedarse en segunda fila…
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