SETLIST: Thunderbolt/ Sacrifice/ Nosferatu (The Vampires Waltz)/ Motorcycle Man/ Predator/ Strong Arm of the Law/ Battering Ram/ Power and the Glory/ Solid Ball of Rock/ The Secret of Flight/ Dallas 1 PM/ They Played Rock and Roll/ And the Bands Played On/ 747 (Strangers in the Night)/ Sons of Odin/ Crusader/ Princess of the Night/ The Eagle Has Landed/ Heavy Metal Thunder/ Wheels of Steel/ Denim and Leather/
Sonaba la introducción de “Olympus Rising” tras "It's A Long Way To The Top (If You Wanna Rock 'n' Roll)" de AC/DC y el escenario madrileño de la sala La Riviera era tomado por Biff Byford, Paul Quinn, Doug Scarrat, Nibbs Carter y Nigel Glockler que arrancaban la velada con “Thunderbolt” y era imposible no sentir emoción. Saxon pertenecen a esa generación con pedigrí, historia y sangre obrera del rock, una banda que ha sobrevivido al paso del tiempo y goza en la actualidad de un estatus legendario en el cual parece que cada vez son más apreciados por las nuevas generaciones, que les descubren y asisten a sus conciertos para mezclarse en sus filas con aquellos que llevan desde los ochenta acudiendo puntuales a cada una de las visitas de Byford y los suyos. Mal considerados como NWOBHM en sus inicios, Saxon practican desde hace décadas esa agradecida pero complicada mezcla entre hard y heavy metal de la vieja escuela que les emparenta con los de Lemmy porque aquellos, como estos, tocan Rock ‘N’ Roll en definitiva.
Sonaba la introducción de “Olympus Rising” tras "It's A Long Way To The Top (If You Wanna Rock 'n' Roll)" de AC/DC y el escenario madrileño de la sala La Riviera era tomado por Biff Byford, Paul Quinn, Doug Scarrat, Nibbs Carter y Nigel Glockler que arrancaban la velada con “Thunderbolt” y era imposible no sentir emoción. Saxon pertenecen a esa generación con pedigrí, historia y sangre obrera del rock, una banda que ha sobrevivido al paso del tiempo y goza en la actualidad de un estatus legendario en el cual parece que cada vez son más apreciados por las nuevas generaciones, que les descubren y asisten a sus conciertos para mezclarse en sus filas con aquellos que llevan desde los ochenta acudiendo puntuales a cada una de las visitas de Byford y los suyos. Mal considerados como NWOBHM en sus inicios, Saxon practican desde hace décadas esa agradecida pero complicada mezcla entre hard y heavy metal de la vieja escuela que les emparenta con los de Lemmy porque aquellos, como estos, tocan Rock ‘N’ Roll en definitiva.
Con el potente “Thunderbolt” aún caliente, la promesa de un nuevo álbum el año que viene, la reedición en vinilo de todo su catálogo y la desgraciada caída del cartel de la banda de Dave Meniketti por una lesión de espalda (siendo sustiuidos por FM, acompañados de Raven), Saxon pueden presumir de estar atravesando una segunda o tercera juventud; si la gira de “Battering Ram” (2015) nos presentaba a una banda con tanta veteranía como aún solvencia sobre las tablas, esta de “Thunderbolt” nos demuestra que la buena racha en estudio desde hace muchos, muchos años, no es un espejismo, cuando enlazan con “Sacrifice” y las guitarras de Quinn y Scarrat parecen echar chispas.
Byford, vestido con su ya clásica casaca, está en un estado formidable y su voz no ha envejecido, como demuestra “Motorcycle Man”, tras la oscura y pesada “Nosferatu” (The Vampires Waltz). Prueba de que “Thunderbolt” funciona es “Predator”, en la que no echamos de menos la voz de Johan Hegg de Amon Amarth, en un concierto en el que Saxon apostaron por varias canciones de su último disco en estudio y estas fueron tan aclamadas por el público, como las más míticas de su repertorio.
La clásica “Strong Arm of the Law” suena rejuvenecida con un poco más de cuerpo que la original de 1980, y la gente celebra “Battering Ram”, tan solo tres años y un single así es capaz de convivir con los pilares de un cancionero inmortal, esa es la grandeza de Saxon y su solidez compositiva actual, así de sencillo. Nibbs Carter salta y corre por el escenario, mientras Biff interactúa con las primeras filas, disfrutando del sueño, contagiándolo. “Power And The Glory”, una de mis favoritas, suena vertiginosa y su estribillo es tan pegadizo en directo como siempre, hermanándose perfectamente con “The Secret of Flight” de su último trabajo hasta “Dallas 1PM” en la que Bifford regresa a su niñez cuando John Fitzgerald Kennedy fue asesinado aquel 22 de noviembre del 63. El más que obligado homenaje a Lemmy llega con “They Played Rock and Roll” que nos estalla a todos en plena cara con esa introducción tan propia de Campbell, Dee y Kilmister. El rock prosigue, de nuevo son Quinn y Scarrat los protagonistas en las guitarras de “747 (Strangers in the Night)” sobre las que Biff frasea. “Sons Of Odin” cerrará el capítulo dedicado a “Thunderbolt” en una última media hora verdaderamente para el recuerdo con “Crusader” y “Princess Of The Night”, una sentidísima versión de “The Eagle Has Landed”, Bifford sonriente en “Heavy Metal Thunder” y toda la sala revolucionada con olor a gasolina y rueda quemada en “Wheels of Steel”, más cerca de Lemmy que nunca, antes de despedirse con el clásico “Denim And Leather”.
Sudor, mucho sudor (como siempre al concluir un concierto de Saxon), apretujones en las primeras filas, Biff Byford, Paul Quinn, Doug Scarrat, Nibbs Carter y Nigel Glockler satisfechos aplaudiendo a un público que les devuelve el gesto y promete volver a verles una próxima noche, como así lleva siendo desde siempre. Saxon, como Motörhead, tocan Rock ‘N’ Roll y con él logran que te olvides de todas tus preocupaciones, benditos sean…
© 2018 Lord Of Metal
Fotos de la gira © 2018 Saxon