Si hace poco reseñábamos el álbum de Blood Incantation, "Starspawn", era tarea obligada hacer lo mismo con Spectral Voice, quizá porque la banda son tres cuartos de Blood Incantation (Riedl, Kolontyrsky y Barret excepto Wendler de Abysmal Dimensions) o, mejor aún, porque han sabido grabar un álbum de death más aperturista que "Starspawn", por sus ricas influencias y ese saber librarse de cualquier complejo, pero igual de acertado, aunque quizá menos redondo que aquel. La historia parece repetirse y correr paralela entre ambas bandas tras tres años, cinco demos y un split con Phrenelith (de los que también escribiremos), hasta llegar a su primer álbum, "Eroded Corridors of Unbeing", en el que vuelven a hacer uso del death metal como vehículo, pero con la suficiente inteligencia como para tomar la lenta cadencia del doom o los arreglos de la electrónica más lúgubre para llenar esos espacios que su, a veces pesadísima, música permite. El resultado es familiar, hay ecos de Bolt Thrower, claro que sí (un pequeño toque 'old school') y ese sonido seco y sordo tan característico del death más clásico de Autopsy (sin el elemento 'underground' y gore) pero el grano y la contundencia son deudoras de los holandeses Asphyx, mientras que el componente atmosférico es la cohesión que la música de Spectral Voice necesitaba para diferenciarse del resto de bandas de death y hacer que su propuesta haya llamado lo suficiente la atención para que un lanzamiento tan modesto como "Eroded Corridors of Unbeing" haya sido aupado como uno de los mejores discos del año pasado.
Buena muestra de ello es la inicial "Thresholds Beyond" con Wendler dándonos la bienvenida y el lento balanceo de su batería sobre la que las guitarras hilvanarán un fraseo tras otro. El ambiente es cavernoso pero la batería suena ligeramente más nítida, el sonido de la banda es infinitamente más denso que el de Blood Incantation y el ruido con el que deciden cerrar la pieza es la perfecta introducción a "Visions of Psychic Dismemberment", catorce minutos de tormenta y melancólicas guitarras que pronto se tornan gruesas sobre el aceleradísimo tempo de la batería, descargando todo el temporal eléctrico del que son capaces; una puente y el trémolo de la guitarra enlazan con un pasaje más atmosférico y doliente; puro doom en el que no desentonaría la voz de Lee Dorrian y un final sin demasiado sentido en el que no cuesta demasiado entender que dos minutos son excesivos cuando aportan nada al resto de la composición, ni tampoco nos conducen a ninguna parte. El único punto negativo de este viaje que plantean Spectral Voice.
"Lurking Gloom" nos servirá para entender la naturaleza de "Eroded Corridors of Unbeing". Sí, es metal pero hay tanta oscuridad y mala leche, tanta ausencia de luz y constantes contrastes entre la brutalidad del death y la opresiva atmósfera creada por las guitarras que cuesta enmarcarlo dentro de un solo subgénero. Mientras que "Terminal Exaltation of Being" nos hace regresar al death por la puerta grande sin que perdamos ni un solo segundo el interés por la fórmula de Spectral Voice y Wendler convierte su garganta en una profunda y oscurísima gruta que a ratos parecerá devorarnos vivos; como engullirnos o conjurar el más oscuro de los deseos. Para finalizar un álbum tan peculiar, "Dissolution" que acentúa el sentimiento fantasmagórico de unas canciones que orbitan entre constantes subidas de tensión que no lo son tanto gracias al colchón electrónico y esa presión a la que someten a sus melodías.
Ya lo dijimos hace tiempo, el metal está viviendo un gran momento de la mano de genuinos artistas que buscan y exploran más allá del ansia de ganar dinero y, con ese tesón, es donde muchos están alcanzando la trascendencia, el éxito. Puede que Spectral Voice no alcancen la fama, puede que sí, quizá Blood Incantation resulta más accesible pero lo que está fuera de toda duda es su pasión y originalidad. Cuando el death metal nace de las tripas es imposible negarse a él…
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