Cinco años después de publicar “Reign Supreme” (2012), resultaría absurdo pedirle algo diferente a Dying Fetus pero es justo ahora, con “Wrong One To Fuck With” (2017), que nos han dado lo que pedíamos y es un álbum de death metal técnico tan brutal como su portada. Que, por cierto, no ha estado ajena a la controversia y el álbum se vende con una lámina blanca cubriéndola, aseguran que es demasiado explícita para ser mostrada y es cierto que lo es en unos tiempos tan políticamente correctos en los que el arte y su interpretación, así como disfrute, quedan relegados a la censura de lo bien visto. Siempre me quedará la duda, ¿es lícito cubrir la portada de un álbum por muy violenta o salvaje que resulte? El metal, como género, ha intentado brutalizar su estética tanto como ha podido y así debe ser entendido, ¿nos imaginamos una portada de Cannibal Corpse censurada? En ocasiones lo fueron (por no decir, siempre) pero quizá lo que haya sido determinante para la del nuevo álbum de Dying Fetus es el realismo y la crítica social que encierra poniéndose el mundo por montera, aquí no hay zombis sino una escena que podría ser muy real (tampoco algo tan innovador como podríamos creer, hay muchísimas bandas con portadas más salvajes, sin ir más lejos, los patrios Avulsed con Dave Rotten al frente). Por otra parte y por muy aberrante que sea la ilustración, ¿estamos seguros de que ha sido censurada; por qué o quién, y no es otra campaña de marketing más? Para una banda como Dying Fetus, tan ajena a lo comercial y lo establecido, esta elucubración se puede desestimar casi al instante de comenzar a escuchar “Wrong One To Fuck With” y entender que lo que ya es el proyecto personal de John Gallagher no ha hecho concesión alguna y que, si bien es cierto que no buscan la reinvención o el cambio, la evolución viene dada por su propia pericia como músicos y las ganas de volver más y más salvajes y brutales sus nuevas canciones. “Wrong One To Fuck With” nos devolverá el brillo en los ojos a todos aquellos que compramos “Destroy The Opposition” y nos voló la cabeza.
Y será desde el primer segundo con esa guitarra frenética y fortísima batería, al más puro estilo Dying Fetus, “Fixed On Devastation” es pura energía con una banda puesta a punto, como si de un motor se tratase, y en la que apreciamos que, lejos de su propuesta, son unos magníficos músicos a un nivel técnico fuera de toda duda, sencillamente maravillosa en todo su desarrollo. “Panic Among The Head” continúa el nivel de agresión a un tempo menor como “Die With Integrity” (una de mis favoritas) que pasa de la rapidez thrash a un speed revestido con el cuerpo del death que deja boquiabierto al oyente. “Reveling in the Abyss” es el contrapunto perfecto junto con “Seething With Disdain” (más acelerada, más afilada, menos pesada pero a la mandíbula) y esa gruta que parece abrirse desde la garganta…
La fuerza de “Ideological Subjugation” en la que Trey Williams parece azotarnos desde su batería, la brutísima “Weaken The Structure” o esa acidez que desprende “Fallacy” (por favor, presten atención al solo porque es auénticamente magistral) conforman una segunda cara igual de sólida que la primera con John, Sean y Trey en plena forma, recordándonos estos Dying Fetus a los de “Killing On Adrenaline” (1998) o “Destroy The Opposition” (2000), una auténtica locura que desembocará en ese torbellino llamado “Unmitigated Detestation”, la más acelerada y machacona que da título al álbum o ese regallo llamado “Induce Terror” en la que constatan el sentimiento que todos los que compramos “Purification Through Violence” (1996) en su momento y hemos tenido de nuevo al pinchar “Wrong One To Fuck With” y es que Dying Fetus han grabado uno de sus grandes discos.
Un álbum que ilusiona y nos devuelve a John Gallagher, Sean Beasley y Trey Williams (quizá esa estabilidad en la banda es la que nos ha traído un álbum tan sólido, Trey ya lleva diez años tras los parches) en un ejercicio perfecto de habilidad técnica y compositiva. “Wrong One To Fuck With” se coloca a la cabeza de los lanzamientos de metal del año, toda una referencia de unos veteranos como Dying Fetus que seguro que nos noquearán por igual en directo, estamos contando los días para verles en nuestros escenarios. El logo no mentía, estos son los Dying Fetus de antes, como si el tiempo no hubiese pasado por ellos.
© 2017 Jack Ermeister