No ahondaré en la herida, no le recordaré a nadie que Entombed A.D. son tan sólo death and roll de bajo octanaje, entretenido sin más, y que cuando únicamente interesan es en directo porque se echan sobre los hombros algunos de los clásicos de Entombed. No hurgaré en esa herida abierta porque aunque es cierto que Entombed fueron el gran nombre del death metal sueco, hace mucho que murieron como tal y ni de ellos y su cacareado regreso o la escisión que supone el proyecto de Petrov espero gran cosa excepto pasar un buen rato. Pero también es verdad que “Shadow Realms” (2015) fue una gran sorpresa y saber que habría una continuación me llenó de ilusión cuando entendí que aquel disco de debut no era tan sólo la curiosidad de un proyecto con fecha de caducidad sino una superbanda con continuidad. Es verdad que “Shadow Realms” fue bien recibido pero es que, claro, allí estaban Alex Friberg y Fredrik Folkare de Necrophobic, Matte Modin de Defleshed además de Victor Brandt y Lars Göran Petrov de Entombed A.D. Un proyecto en el que Friberg y Brandt se han ocupado de la composición y cuyo primer álbum se lo ponía realmente difícil a un sucesor.
En mi opinión, “The Reprobate” ha conseguido lo imposible. Es verdad que “Shadow Realms” nos sorprendió a todos por su fuerza y frescura pero este segundo álbum suena aún más potente y descarnado, hundiendo sus dientes en el death metal más clásico pero incorporando también elementos de otros subgéneros sin perder su identidad. Además, en él nos encontramos a una banda completamente rodada y que ya no busca una dirección sino que se asienta en su propuesta, las canciones de “The Reprobate” suenan mucho más seguras e incluso aquellos momentos en los que se alejan de los postulados más férreos del death. Siempre me ha parecido irónico que un género como es el metal que debería sentirse tan libre tenga, sin embargo, unos límites tan obtusos y cuando una banda innova automaticamente se la tacha y cuando se aferra es objeto de críticas aún más encarnizadas.
“Serpent Of The Ocean” es un single magnífico con una introducción llena de encanto y ese “uh!” de Lars Göran Petrov en homenaje a Tom Warrior. Estrofas repletas de groove pero con Modin ametrallando y un estribillo más melódico (muy cercano quizá a lo que hacen los alemanes Suplhur Aeon que recomiendo a todo aquel apasionado de H.P.Lovecraft con ganas de emociones fuertes y mucho death). La caótica “Blood Eagle” resuena hambrienta como extraño es ese comienzo más oriental de “Full Of Hate” que pronto se convierte en una auténtica máquina de death metal arrasando todo a su paso con Petrov lejos de sus momentos más cavernosos pero con ese tono roto que tanto me gusta como de infarto serán las guitarras de Brandt y Folkare.
“Damnatio Ad Bestias” y “General’s Creed” (con ese arpegio con tanto sabor) aceleran aún más un álbum que podría haber sido sobresaliente de no ser por canciones como “Deat By Impalement” o “The Whitechapel Murderer” (y ese death and roll que a veces funciona y a veces no, para qué negarlo) pero, por suerte, “The Reprobate” se despide con una triada ganadora y es la desbocada “A Patient Wolf”, aquella que da nombre al álbum y la ácida “Nightwalkers”.
Seamos sinceros y sin que se pueda entender como algo negativo; Firespawn no inventan nada de nada en “The Reprobate”, sus canciones y sus formas las hemos escuchado hasta la saciedad pero hay algo que lo diferencia de los cientos de discos de death metal que se publican cada mes y son unas canciones que resultan y una instrumentación sólida como una piedra, todo ello gracias al notable oficio y profesionalidad de todos sus miembros. Debo reconocer que he disfrutado muchísimo escuchándolo una y otra vez y recurriré a él durante los próximos meses (precioso vinilo, por cierto). Ahora sólo queda esperar a verles en directo para ser testigo de cómo se defienden sobre un escenario pero algo me dice que, como en este álbum, no habrá decepción alguna. Brutal es poco.
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