No ahondaré demasiado en la herida pero sí debo recordar y más ahora que siendo este el año en el que el thrash europeo debería haberse vestido de gala con los discos de Destruction, Sodom y Kreator (dejemos Tankard a un lado, por el momento), es justo ahora cuando los de Essen se han sacado de la manga este “Gods Of Violence” que evidencia aún más la brecha existente entre trabajos menores como pueden ser “Under Attack” o “Decision Day” (ambos con portadas evocadoras del espíritu de Motörhead pero poco más; algún que otro momento o riff pero nada memorable). Y no podía morderme la lengua ya que con aquellos trabajos recién publicados acertamos a ver obras que carecían del gancho y la excitación que cualquier trabajo suyo anterior sí producía y es pinchar “Gods Of Violence” y suspirar de placer y aprobación porque Mille, Sami, Christian y Ventor han vuelto a hacerlo y han firmado un solidísimo disco de puro thrash alemán que difícilmente defraudará a nadie que se atreva a escucharlo.
Si “Violent Revolution” (2001) o “Enemy Of God” (2005) confirmaban que “Endorama” (1999) era todo un traspiés, con “Hordes Of Chaos” (2009) mantenían el nivel y con “Phantom Antichrist” (2012) grababan uno de los mejores discos de metal de aquel año, con “Gods Of Violence” aprueban la reválida. Pero cuatro años son muchos y siempre que una banda de la talla de Kreator tarda más de la cuenta en publicar surgen las habituales dudas. Seamos sinceros, ¿pensábamos que serían capaces de igualar en rapidez y brutalidad a su último disco? Habiéndoles visto en varias ocasiones en directo desde aquel, parecía que Mille y los suyos mantenían la rabia y las ganas intactas pero, ¿ocurriría lo mismo con su inspiración cuando entrasen al estudio?
“Gods Of Violence” (producido por Jens Bogren, lo que nos demuestra la versatilidad de un productor que últimamente parece completamente encasillado en un género, repitiendo de nuevo la jugada de aquel “Phantom Antichrist”) posee la suficiente fuerza y rapidez thrash revestida con la fiereza del aguerrido metal alemán y esa rabia tan punky que muchos adoramos en una banda con la robustez de Kreator porque los de Petrozza poseen un ingrediente que pocas bandas de thrash contienen y es la solidez en su sonido más allá de la pura velocidad inherente al mejor thrash. Quizá no sea un disco con la misma chispa que “Phantom Antichrist” pero sí es una brillantísima continuación de aquel y nos trae de vuelta a una banda de plena relevancia y actualidad que rechaza dormirse en los laureles.
“Apocalypticon” es una gran introducción repleta de épica para un álbum que derrochará energía desde su primer compás, escucharla es prepararse para la batalla, asumir que Kreator son enormes y que “World War Now” entra de un tiro y la subida es tan salvaje que es imposible resistirse y no mover el cuello. Estos son los Kreator que nos gustan, un gran riff y los agudos gañidos de Mille, una canción excesiva con un puente mágico y unas guitarras que parecen batirse en duelo por arañar la superficie. Por supuesto que no podemos negar que “Gods Of Violence” posee también algún momento prescindible, en este caso son tres; “Satan Is Real” es quizá la peor de todo el conjunto con un riff que sí engancha pero un desarrollo muy pobre, una letra infantil y un estribillo repetitivo, sin fuerza y predecible toda ella, como “Fallen Brother” o “Side By Side”. No son malas canciones pero no están a la altura de sus compañeras y, a pesar de tener las formas (sobre todo “Side By Side”), son mucho más obvias y, por tanto, menos agradecidas tras un par de escuchas en las que nos percatamos de que no hay más, que el secreto de la canción y todo su ‘feeling’ ha sido desentrañado sin apenas esfuerzo.
Pero si “Gods Of Violence” convence es por composiciones como “Totalitarian Terror” con ese regusto a “Terrible Certainty” (1987) y toda su energía punky, la musculosísima y velocísima “Gods Of Violence” o ese toque al más puro estilo Maiden en “Army Of Storms” gracias a sus guitarras dobladas y el ritmo trotón de Ventor tras los parches, digno del mejor Nicko.
“Hail To The Hordes” continúa con ese sentimiento tan épico con el que se abría “Gods Of Violence” en “Apocalypticon”, pura emoción con un envoltorio del metal más clásico y Kreator sintiéndose cómodos lejos de sus coordenadas habituales en una de las mejores canciones de sus últimos años. Desconcertante es el comienzo de “Lion With Eagle Wings” hasta que la banda entra como un caballo desbocado y Petrozza se deja la garganta. La última sorpresa se titula “Death Becomes My Light” con Kreator repitiendo la jugada de “Hail To The Hordes” y es que en ella sonarán más cerca que nunca de Maiden pero también de Judas Priest, metal clásico y con la emoción a flor de piel para todo aquel que se precie de amante del género.
Kreator vuelven a dejar bien claro que son una apuesta segura tanto en directo como en estudio y, como señalaba al principio de esta crítica, evidencian cualquier lanzamiento de otras bandas de thrash, demostrando que los de Mille Petrozza juegan en otra liga y no tienen nada que envidiar, nada en absoluto, a sus compañeros norteamericanos porque Kreator, amigos míos, se los comen crudos…
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