Según Joel O’Keeffe, “Breakin’ Outta Hell”, es el disco perfecto para que suene en tu coche y así olvidarte de todo; de tus deudas, de tu trabajo, de tu jefe y todo lo que te atormente y, a ritmo de sus calientes riffs, lograr salir adelante y que su álbum sirva de banda sonora a una noche de juerga con tus colegas. Si es así, O’Keeffe se equivoca y Airbourne han fracasado por completo en su empeño porque todo dependerá de la edad que tengas y lo que esperes de ellos. Supongo que si no llegas a la veintena, Airbourne serán ideales, divertidos y lo mejor que hayas visto en directo hasta el momento y, si no llegas a la treintena; quizá Airbourne te entretengan lo justo pero dependerá de lo que busques en su música y el tiempo que tengas para perder en sus discos, más allá de esa edad; si te gusta Airbourne deberías plantearte otra serie de carencias, sin que ello se pueda entender como algo negativo, por supuesto. Me gustaría ahorrarme las absurdas comparaciones con AC/DC para castigar a Airbourne y no porque no carezcan de fundamento y los hermanos O’Keeffe no saqueen sin piedad el élan vital de la banda de los hermanos Young sino porque ya, a estas alturas, incidir en lo mismo es tan fácil como los propios discos de Airbourne…
“Runnin’ Wild” (2007) fue su debut y, aunque a muchos les duela, los australianos no han sido capaces de superarlo; no es que fuese una gran cosa pero aquellas similitudes con los hermanos Young eran simpáticas y las canciones y su espíritu juerguístico-festivo funcionaban. “No Guts. No Glory” (2010) suponía un bajón y quizá su entrega más floja hasta la fecha y ya con “Black Dog Barking” (2013), en vez de salirse por la tangente y encontrar su propio estilo se aferraban aún más a la caricatura de los hermanos Young. Reconozco que les he visto en directo y después les he evitado en festivales porque me aburre su forzadísima energía y ‘buenrollismo’, porque me cansa ver a Joel subirse a cualquier estructura del escenario como si nadie lo hubiese hecho antes o actuar como si estuviese en un estadio con canciones que pasan sin pena ni gloria, una tras otra, pero no menosprecio a todos aquellos que viven sus actuaciones y salen de ellas como si hubiesen descubierto a los mesías del rock ‘n’ roll, es simplemente que a mí me aburren bastante y con verlos un par de veces ya tengo más que suficiente, supongo que eso mismo debe pasarle también a mucha gente….
Pero cuando contemplé la portada de su nuevo álbum y creí ver a una de las transmutaciones de Angus en diablo (alimentando, por ejemplo, la caldera de un tren), descubrieron un título tan ‘acedeciano’ como “Breakin’ Outta Hell” y unas canciones con los mismos y manidos conceptos del rock de siempre y que parecen haber sido bautizadas con el ‘scrabble’ de Malcolm Young en el que siempre se barajan las mismas opciones; el infierno, la carretera, el volumen, la sangre, las chicas, el rock, el volumen, la carretera, el infierno, el volumen, el infierno, el volumen, el volumen y el volumen… en títulos tan originales como “Breakin’ Outta Hell”, “It's Never Too Loud for Me”, “Thin The Blood”, “I'm Going to Hell for This”, “Never Been Rocked Like This”, “When I Drink I Go Crazy” o “It's All for Rock N' Roll”, me di cuenta de que Airbourne ya habían tirado la toalla y no pretenden hacer su propia música, seguir su sendero, componer buenas canciones y dejar su impronta sino continuar con la imitación y pasar a la historia como una banda de versiones con canciones propias.
Los O’Keeffe beben de las aguas de los Young en un acto endogámico que termina por lastrar su propia música porque mientras aquellos bebían del rock de los cincuenta, sesenta y el blues, Airbourne parecen limitar su dieta. Por otra parte, ellos pensarán; ¿si funciona y tocamos en festivales y llenamos salas, por qué cambiar? Pues porque “Breakin’ Outta Hell” es aún peor que “Black Dog Barking” abandonándose ya en la parodia más absoluta y, mientras que en aquel intentaban encontrar su propia identidad en algunas canciones –sólo en algunas, ojo-, en este álbum que nos ocupa han optado por poner la directa, hacer caso omiso de las críticas y ni siquiera intentarlo.
La primera canción (“Breakin' Outta Hell”), por ejemplo, tiene un buen riff y Airbourne extreman su propuesta; suenan más rápidos y agresivos pero tampoco demasiado como para no dejar de parecer ellos pero lo peor del álbum es que, tras ese evidente single, el resto es más y más de lo mismo; en “Rivalry” nos hablan de la lucha, de la rivalidad entre los ‘rockeros’ y el resto de los mortales (por favor, en pleno 2016…) en esta jungla en la que nos toca vivir, como vemos todo muy original. Por supuesto, salpimentado por unos coros como: “wooh, wooh, woooooh, it’s between you and me, wooh, wooh, woooooh this is a rivalry, wooh, wooh, woooooh” y, una y otra vez; “wooh, wooh, woooooh” con Joel acabando la canción por Brian Johnson; “this is a rivalrraaay”.
Me impaciento, miro el disco; ¿cuánto me queda? -pienso. Suena “Get Back Up” y antes de que Joel cante, tarareo; “She was a fast machine. She kept her motor clean. She was the best damn woman I had ever seeeeen” pero no, es “Get Back Up” y, a pesar de los vigorosos coros, no hay un estallido de júbilo como en “You Shook Me All Night Long” y pienso en Brian de nuevo y lo mucho que vamos a echarle de menos después de lo de Malcolm, sin menospreciar a Phil y, por supuesto, a Cliff. Será de formación profesional pero en “It's Never Too Loud for Me” echo de menos las gaitas de “It's a Long Way to the Top (If You Wanna Rock 'n' Roll)”, son canciones que poco o nada tienen que ver excepto el mismo ritmo y la progresión de acordes. A estas alturas, mi decepción ya es mayúscula tan sólo a la cuarta canción y sé que debo evitar la comparación con AC/DC pero, al fin y al cabo, ¿no es de eso de lo que se están aprovechando Airbourne? Me refiero, si ellos mismos son conscientes de su premeditado parecido y no hacen nada por remediarlo, es más lo disfrutan y buscan, ¿por qué no medirles con la misma vara?
“Thin the Blood” suena algo mejor pero me recuerda a una versión raquítica de “Beating Around The Bush” como la infantilona “I'm Going to Hell for This” que tan sólo ahondan en la herida abierta, creativamente hablando, de un músico que necesita recurrir a la masturbación o su afición por el cunnilingus y su posterior entrada en el infierno. Quiero creer que, a estas alturas de la película, ya no escandalizan a nadie excepto provocar las cuatro sonrisitas socarronas de sus seguidores más adolescentes pero a mí, honestamente, me produce una profunda depresión. ¿Qué es lo que espera cantando algo así de manera tan burda? Luego, los hermanos O’Keeffe llorarán amargamente cuando no se les tome en serio pero, ¿qué esperaban? Es todo tan infantil que cuesta asimilar un disco así…
Tras otro mal ejercicio de estilo como es “Never Been Rocked Like This”, llega otra de esas canciones que te pueden hundir en la miseria más absoluta sin que ello sea su objetivo; “When I Drink I Go Crazy” o, mucho peor, “Do Me Like You Do Yourself” y me acuerdo de Steel Panther, otra banda de versiones pero esta vez glam, que abiertamente se han dedicado a hacer este tipo de canciones pero, por lo menos (y sin que me gusten tampoco), tienen más gracia; siempre y teniendo en cuenta que ni siquiera puedo llegar a considerarles una banda como tal y sí un chiste con más gracia que el de Airbourne que se llegan a creer ellos mismos que son algo más de lo que realmente son.
Por suerte, “It's All for Rock N' Roll” es la última y nos encontramos otra canción exactamente igual a las anteriores, con el mismo tipo de solo, el mismo compás, el mismo bajo, los mismos acordes y temáticamente más de lo mismo, un cero a la originalidad con menos gracia aún. “Breakin' Outta Hell” está producido por Bob Marlette (Alice Cooper, Ozzy Osbourne, Black Stone Cherry, Rob Zombie y los propios Airbourne de “Runnin’ Wild” por lo que supongo que habrán intentado reverdecer los laureles del primero) y suena bien pero, a pesar de ello, es un auténtico bodrio en el que, para colmo, faltan grandes canciones; no porque alguna de ellas, como la que da nombre al disco, no se peguen en mayor o menor medida sino porque un buen álbum de rock, ese que Joel O’Keeffe cree haber grabado, no hace que mires tantas veces el reloj. Airbourne no es más que AC/DC regurgitados y eso escrito es tan desagradable como aburrido suena “Breakin' Outta Hell”, afirmar que es excitante es todo un insulto a la inteligencia del oyente o la memoria de los más veteranos…
© 2016 Conde Draco