Concierto: Noel Gallagher (Madrid) 08.04 2016

SETLIST: Everybody's on the Run/ Lock All the Doors/ In the Heat of the Moment/ Riverman/ Talk Tonight/ The Death of You and Me/ You Know We Can't Go Back/ Champagne Supernova/ Ballad of the Mighty I/ Sad Song/ D'Yer Wanna Be a Spaceman?/ The Mexican/ Half the World Away/ Listen Up/ If I Had a Gun.../ Digsy's Dinner/ The Masterplan/ Wonderwall/ AKA... What a Life!/ Don't Look Back in Anger/

La situación con la que me encontré el pasado sábado 8 de abril fue quizá una de las más extrañas de los últimos meses, Noel Gallagher frente a mí y yo hablándole del primer concierto en el que estuve de Oasis, hace ya la friolera de veintiún años, mientras miles de manos nos rodeaban y él se apresuraba a firmarme un vinilo y desaparecer en las tripas de la madrileña sala La Riviera. La verdad es que me sorprendió su amabilidad y paciencia, el Noel Gallagher que yo recuerdo de aquella primera vez, no fue demasiado templado con nadie y se paseaba junto a Liam por Madrid, en pleno mes de julio y con un asfixiante y seco calor de verano, abrigados como si viniesen a la estepa rusa, con una actitud distante propia de su nuevo estatus pero, claro; no llegaban a la treintena, habían publicado uno de los mejores álbumes de debut de los noventa, “Definitely Maybe” (1994), y se traían entre manos un “(What's the Story) Morning Glory?” (1995) que publicarían tres meses más tarde y con el que le ganarían definitivamente la batalla a Blur (que, también con acierto, no tuvieron más remedio que girar la mirada hacia el rock alternativo norteamericano en su próximo disco como salida por la tangente al desafío lanzado de los Gallagher y de un movimiento, como fue el del brit-pop, cuya decadencia había comenzado a los pocos meses de su nacimiento tras el grunge) y, por supuesto, al resto de su generación.


Pero de la más de media docena de conciertos que he podido verles en directo siendo Oasis, las veces en solitario (tanto de Noel como Liam) siempre han sido levemente decepcionantes; no me bastaba con poder verles a un palmo sobre un escenario, quería que me demostrasen lo grandes que podían ser en solitario lejos de la sombra de la banda que terminó fagocitándoles. Así, Liam con Beady Eye se mostraba inmaduro; no digo que algunas canciones no fuesen entretenidas o cantase mal, es tan sólo que le hacía falta la adusta figura de Noel a su izquierda. Y la primera vez que vi a Noel sin su hermano fue aburridísima, en aquella primera gira se le sentía desnudo sobre el escenario, ligeramente inseguro y alargando los espacios entre canción y canción –logrando el interruptus del concierto- para beber té, bromear con la banda, cambiar hasta tres veces de guitarra sin comenzar siquiera la canción o afinar eternamente; lo que le funcionaba en el álbum gracias a su magnífica pluma, le fallaba en directo lejos de la actitud chulesca y cafre de Liam. Por suerte, en esta última visita, todo esto habría cambiado...

El Noel Gallagher que nos hemos encontrado presentando, el a veces brillante pero también demasiado irregular por momentos, “Chasing Yesterday” (2005) es un artista ya maduro y resuelto en el escenario; no hay grandes alardes (que nadie se espere a Mick Jagger porque el de Manchester nunca será ese tipo de frontman) pero sí una seguridad aplastante basada en un repertorio que, entre correctas y también notables canciones de su carrera en solitario, salpica con gracia algunas más conocidas de Oasis y otras definitvamente más escondidas de la discografía con su hermano para desesperación de todos aquellos que le piden, gritan e incluso cantan “Live Forever” con la esperanza de que Noel les preste atención y se arranque con la petición.

Así, el arranque de la noche fue vibrante con “Everybody's on the Run”, sus arreglos inundando el ambiente y la voz de Noel caliente desde el principio, tras ella una eléctrica y febril versión de “Lock All the Doors” terminó de encender a un público con ganas de pasárselo bien. Es irremediable pensar cómo sonaría una canción así en la garganta de Liam y cómo la resolverían en directo con Noel ocupado en su guitarra mientras su hermano sacude la pandereta y vacila a las primeras filas pero ello no desmerece en absoluto a la contundente versión de Noel en esta gira. “In the Heat of the Moment” templa los ánimo y “Riverman” se descubre como una de las grandes composiciones con un puente magnífico y un estribillo melancólico y emocional. Pero todavía no ha descorchado la botella de Oasis y lo hace con una íntima “Talk Tonight” que hace que todos allí eleven su móvil en busca de ese eterno ausente que no puede estar y con el que quieren compartir la canción.

“The Death of You and Me” siempre me ha parecido la hermana pequeña de “The Importance of Being Idle” de Oasis pero funciona estupendamente bien en directo y los metales son magníficos. Tras la explosión de júbilo que fue “You Know We Can't Go Back”, volvió a sacudirnos por dentro con el himno que es “Champagne Supernova” y todos allí cantando con el corazón en el puño esos versos que ya son inmortales y nos pertenecen un poco a todos por derecho propio; “Someday you will find me caught beneath the landslide in a champagne supernova in the sky…”. La setentera “Ballad of the Mighty I” y de vuelta a la alargada pero segura sombra de Oasis con “Sad Song”, “D'Yer Wanna Be a Spaceman?” y la bella “Half the World Away” tras un tema como “The Mexican” que pasó de puntillas entre sus hermanas mayores.

“If I Had a Gun...” siempre me parecerá una de sus canciones más redondas y Noel la interpreta con desenvoltura en ese puente en el que todos nos unimos mientras que “Digsy's Dinner” nos devuelve de viaje a los noventa (en ella sí que echamos de menos la nasalidad de la voz de Liam) pero todavía nos espera un final de fiesta con “The Masterplan”, la archiconocida “Wonderwall” y de nuevo un mar de móviles elevándose sobre nuestras cabezas y unos bises con “AKA... What a Life!” y “Don't Look Back in Anger” que Noel podría no haber cantado y ni siquiera se hubiese notado con más de mil quinientas gargantas gritándola como si no hubiese un mañana.

Debe costar mucho desprenderse de cualquier nostalgia y afrontar con valentía tu propia carrera en solitario mientras todo el mundo está a la espera de que Oasis vuelvan por todo lo alto pero Noel, cada vez más cómodo en su papel solista, tiene a las musas de su parte y pocos artistas de su generación pueden presumir de ello a estas alturas. Todo un placer, amigo, espero que no vuelvan a pasar veinte años hasta que volvamos a encontrarnos...

© 2016 Jim Tonic