Crítica: Cage The Elephant "Tell Me I'm Pretty"

No deja de resultar morboso el que una banda como Cage The Elephant haya estado luchando durante los últimos años por evitar las obvias comparaciones con Jack White y, para su cuarto álbum, se hayan decidido a llamar a Dan Auerbach de The Black Keys o, para que nos entendamos; el archienemigo de White. Porque en los últimos años éste -y, más en particular, su compañero Patrick Carney- se han reído hasta la saciedad de White, mientras éste se tomaba a sí mismo demasiado en serio y protagonizaba sonadas rabietas en sus declaraciones a la prensa especializada internacional para defenderse de la pareja de músicos. Por tanto, que Matt Shultz le llamase en mitad de una noche de borrachera suplicándole colaborar no deja de tener su miga. ¿Y el resultado? Al margen de "Mess Around", single con buena pegada que fue recibido con tibieza a causa de su sonoro parecido con The Black Keys, "Tell Me I'm Pretty" es un gran álbum que mezcla inteligentemente el pop y el rock de los sesenta y setenta con el alternativo y garage-rock; de The Beatles a Nirvana, de los Flamin' Groovies a los Pixies pasando por los Zombies, el sonido Detroit, el pop más psicodélico y guatequero y, por supuesto, su Kentucky natal. Pero, donde encontramos notables diferencias es en sus canciones; sí, su sonido se ha ensuciado al pasar por el filtro de Auerbach pero, pobres de aquellos que pensaban que con "Melophobia" (2013) llegaban a la cima de su carrera porque con "Tell Me I'm Pretty" mantienen el nivel aprovechando a su favor el abandono de Lincoln Parish y toda la tensión que éste generaba en el seno de la banda, como asegura Shultz, para que ese crisol de influencias se llene aún más y termine estallando fragmentado en mil pedazos con la ayuda de Auerbach, libres de ya Jay Joyce y Parish.

"Tell Me I'm Pretty" es, fundamentalmente, un álbum fresco, de retorno a los orígenes pero no musicales sino, según Shultz, a la ilusión de tener una banda y por la que unos chicos de Bowling Green (Kentucky) decidieron colgarse unas guitarras y salir de su pueblo, grabado en tres semanas y media en los estudios Easy Eye Sound de Nashville (Tennessee), parece que el ambiente que se respiró fue lo suficientemente inspirador y distendido como para que el propio Auerbach cogiese su guitarra y tocase con ellos, hiciese coros y les diese un pequeño golpe de timón a modo de ayuda.

Las guitarras de "Cry Baby" derrochan la actitud del britpop de los noventa pero pronto se convierte en puros sesenta, de no ser por la letra de Shultz y versos tan brillantes como: "Monday you cough, Tuesday you cry, Wednesday in bed. What if you die?" pura esencia del grupo y repleto de ironía y mordacidad, algo que se repetirá en más de una ocasión. Las críticas más feroces de "Mess Around" no podían ir menos desencaminadas porque sí que es cierto que, a pesar de su sonido yeyé, la primera impresión es que la suciedad de sus guitarras y su tono recuerdan más a Black Keys que a la propia identidad de la banda pero es tan sólo el envoltorio y, afortunadamente, un caso aislado porque, aunque la influencia de Auerbach se deje entrever no volverá a ser tan, tan evidente. "Sweetie Little Jean", una de las grandes joyas del álbum, deja pequeña la anterior producción de la banda con su tono de gran musical y sus guitarras como la melodramática "Too Late to Say Goodbye" nos llevará a ciegas a la colaboración entre Auerbach y Lana del Rey, otra pequeña gran maravilla de un álbum que va creciendo según avanzamos en él, con un estribillo verdaderamente magnífico; "Now I'm under your spell, trapped in the light, shouldn't have stood that close to the fire. No turning back, no where to run, no where to hide, it's too late to say goodbye. Push back from my heart, wish we go back to the start but oh my God is this real no more time. It's too late, it's too late to say goodbye"

Más guitars aún, como la de "Cold Cold Cold"; evocadoras y nostálgicas, puro pop sesentero mezclado con el mejor indie de los ochenta (cuando éste no era llamado ni entendido así) una de mis favoritas por el viaje que propone, todo su sabor y, de nuevo, una letra deliciosa: "Doctor can you help me cause I don't feel right. Better make it fast before I change my mind". Es cierto que en los primeros segundos de "Trouble" escuchamos ese sonido claro del "Submarine" de Alex Turner pero ello no lastra la escucha de una canción que se convierte en una obsesión y es capaz de atraparnos durante horas, escuchándola en bucle gracias a un puente precioso y un estribillo tan delicado como aparentemente ingenuo: "Trouble on my left,Trouble on my right, I've been facing trouble almost all my life. My sweet love won't you pull me through. Everywhere I look I catch a glimpse of you. I said it was love and I did it for life, do do for you"

"How Are You True" es la obligada balada que debe romper ligeramente el ritmo, con ecos de Radiohead o Noel Gallagher, contiene bonitas imágenes como "All your days spend countin' numbers'Til one day you'll find, day you'll find. That life has passed you by and in the quiet still of silence try to hide your eyes". "That's Right" (puro sonido costa oeste de los sesenta) o "Punchin' Bag", en la cual se bañarán en las aguas de Jack White y The Black Keys sin complejo alguno para narrar un episodio de violencia doméstica, nos llevarán al último arrebato alocado del álbum con "Portuguese Knife Fight" en la que se declaran, sin ningún tipo de rubor, desde el primer verso "I wanna waste my life with you, oh yeah. Well the look in your eyes says you're feeling the same way too, oh yeah" y despiden el álbum con actitud, repitiendo sin temor la misma declaración de principios, deletreándola incluso: "I wanna waste my life with you, oh yeahTell me, pretty bird how's that baby blue? I'm just trying to catch a feel"

Con "Tell Me I'm Pretty", Cage The Elephant nos demuestran lo importante que es sacudirse el polvo y volver a levantarse con ilusión y aún más ganas, lo necesario que es alejar a las personas tóxicas lo más lejos posible de uno (en el caso de Lincoln Parish) y lo estúpido que son muchos de esos tópicos de apagar el móvil a la tercera copa; de haber sido así, Matt Shultz nunca habría reunido el valor suficiente para proponerle a Dan Auerbach una colaboración, seguirían de la mano de Jay Joyce y estaríamos hablando de la consabida continuación de "Melophobia" y, por tanto, de la prematura muerte de Cage The Elephant. "Tell Me I'm Pretty" es todo un caramelo, una pequeña maravilla de un año que se está despidiendo por todo lo grande.


© 2015 Jack Ermeister