Crítica: Mercury Rev "The Light In You"

Me gustaría ser más objetivo con Mercury Rev, me gustaría pero no puedo. Y escribo esto mientras mis manos juguetean con la carpeta del impresionante grueso vinilo blanco que es  "The Light In You" firmado por todo el grupo. Pero la culpa de mi poca subjetividad no es tal regalo sino la epifanía que resultó asistir a uno de sus conciertos hace ya más de una década en una sala completamente a oscuras, con la respiración contenida, mientras un Jonathan Donahue -totalmente inmerso en su actuación y con la mirada perdida en el cielo- cantaba con su voz de juguete entre proyecciones de medusas o vetetúasaberqué y me sentí -nos hizo sentir a todos allí- en otra dimensión; como si no perteneciésemos a este mundo y el peor castigo imaginable fuese acabar su canción y devolvernos a nuestras vidas, tan carentes de esa magia que llena las canciones de los Rev. Porque Mercury Rev en los noventa eran los marcianos de aquella escena, mejor dicho; eran más marcianos que aquellos de la segunda estrella a la derecha, nada parecía hacerles echar raíces en una escena que les era tan ajena como el mundo en general pero es que nada en ellos era normal; desde el doloroso parto que supuso "Boces" (1993), el momento en que Baker quiso sacarle un ojo a su compañero de grupo, el guitarrista Grasshopper, con una cuchara en pleno vuelo o la entrada de Donahue tras la marcha de Baker y la publicación de "Deserter's Songs" (1998) con la crítica y el público rendidos a sus pies, tras un transicional "See You on the Other Side" (1995). Mercury Rev eran el claro ejemplo del cambio; de la metamorfosis. 

Aquellos discos de Rev ("Boces" y "See You on the Other Side") me cogieron en plena adolescencia (lo que equivale a avisarte de manera velada que, a estas alturas, no me vas a contar nada nuevo sobre ellos) y era un auténtico placer poder escapar de las coordenadas de un rock alternativo que había dejado de ser, precisamente eso; alternativo. En aquella época, éste lo dominaba todo, el mainstream lo había absorbido y uno tan sólo podía refugiarse en el pasado en todo un acto de arqueología musical, esconderse en el gueto en el que el todopoderoso metal se había convertido por obra y gracia de una simple camisa de cuadros de franela o escaparse por la tangente noventera y escuchar a grupos como  los Melvins, Mudhoney, The Flaming Lips, The Afghan Whigs, The Screaming Trees o Mercury Rev. Pero no seré tan poco honesto contigo, los Mercury Rev que me volaron la cabeza y me volvieron completamente loco no fueron los de "Boces", nunca fui de Baker sino de Donahue/ Grasshopper y lo que ocurrió a partir de "See You on the Other Side". Disfruté de los Rev en los noventa pero su carrera me pareció infinitamente más interesante en su segunda mitad.


"The Light In You" quizá no sea su mejor disco o el más equilibrado; es más, una de sus grandes virtudes es precisamente sus constantes subidas y bajadas emocionales. El primer trabajo sin contar con los servicios de Dave Fridmann, autoproducido por el grupo, les coge siete años después de la publicación de "Snowflake Midnight" (2008) en los que Donahue perdió todo tras el paso del huracán Sandy y Grasshopper tuvo que encargarse del cuidado de su madre enferma de Alzheimer al mismo tiempo que su mujer daba a luz, produciéndose la extraña paradoja de la vida bajo el mismo techo en la que, según van pasando los días,  una persona poco a poco olvida mientras otra va aprendiendo. De ese contraste; del drama y del material del que se fabrican los sueños son los ingredientes de "The Light In You".

"The Queen Of Swans" es una preciosa forma de abrir una colección de canciones que parecen cuentos de invierno para escuchar de noche, resguardados del frío. Ecos, arreglos épicos y de cuerda, con Donahue magnífico y su peculiar voz en un estado magnífico, como si el tiempo hubiese pasado para todo menos para su tono. No deja de ser curioso que sea éste el primer disco sin Fridmann y Grasshopper asegure que ha sido un proceso de producción enriquecedor en el cual se han dado la mano con los Mercury Rev del principio porque hay momentos, ya sea en "The Queen Of Swans" o "Amelie", que uno siente ese tipo de acabados, arreglos y producciones de alguien como Markus Dravs. "Amelie" se convierte en un dulce mantra que mantiene la tensión con un bonito envoltorio a pesar de su mensaje; en el cual se insta al abandono de una adicción, cualquier que sea, mientras "You've Gone With So Little For So Long" nos sumerge aún más en el onírico mundo que "The Light In You" plantea y del que incluso cuesta salir en la tranquila y acústica, "Central Park East", que no es más que un inocente paseo en el que se dan la mano el pasado del grupo y lo variopinto de aquellos que disfrutan de la magia de internarse entre sus árboles.

La sintética "Emotional Free Fall" no termina de despuntar pero prepara el terreno para la deliciosa "Coming Up For Air" en la que sentimos dar la primera bocanada de aire de nuestras vidas o el titubeante comienzo de "Autumn's In The Air" que tarda en arrancar más de lo que debiera y quizá eso le plantee un problema a aquellos que, a estas alturas, ya han perdido la paciencia esperando otro "Deserter's Songs", ese disco del que Rev llevan queriendo alejarse diecisiete años empeñándose en crecer para no volver a componerlo pero al que irremediablemente terminan por plegarse cuando lo interpretan en su totalidad en directo. Qué curioso ¿verdad? Da la sensación de que según los Rev alcanzan una cima se empeñan en olvidarla, como ocurrió tras "Boces" y "Deserter's Songs"

El adelanto que supuso "Are You Ready?" hace que el disco tome algo de fuerza y olvide los arreglos y ensoñaciones de su primera cara para golpearnos la batería y una melodía estupenda que sirve para vertebrar toda la canción. Y, como si hubiésemos despertado de un sueño, abandonando el otoño y el frío del invierno nos despertase, así suena "Sunflower" con ese grito destemplado, sus guitarras y su tono de guateque sesentero con esos soberbios metales que dan brío y nos aceleran en un álbum que necesitaba esta pequeña dosis euforia para emerger de la duermevela en la que nos había inducido. "Moth Light" es ese puntito de soul elegante en el que Rev pueden moverse sin perder su sensibilidad pop y su integridad indie mientras que "Rainy Day Record" se muestra exuberante  y eufórica, con ese toque tan magistral de psicodelia de los sesenta en la que no puede faltar un sitar o una guitarra hipnótica, tanto que podría funcionar en cualquier posición en la que la hubiera situado.

El álbum funciona y contiene grandes momentos, quizá lo único que descoloque sea la poca coherencia entre su primera y segunda mitad, dando toda la sensación de estar ante un álbum de transición o búsqueda pero hay que ser muy idiota, no tener ni idea de música o estar constantemente esperando un  "Deserter's Songs"  para no disfrutar mínimamente de la magia y el poder de seducción de alguna de las canciones de "The Light In You". Hay personas que están tan preocupadas de parecer interesantes en ciento cuarenta caracteres o escribir estúpidas y apresuradas reseñas que lo único que demuestran es tener la sensibilidad en el dedo gordo del pie.

© 2015 Jack Ermeister