Cuando uno se enfrenta a una banda como Ghost (ya sin las siglas B.C. que adoptaron por problemas legales en Estados Unidos) tiene que aceptar sus propias reglas (algo así como lo que ocurre en el cómic, la literatura o el cine fantástico) para disfrutar de la experiencia, sus canciones y poder entrar en su mundo sin complejos. ¿A qué me refiero? Ver una película de cualquier superhéroe puede resultar un bodrio si no las aceptamos y estamos constántemente en la butaca cuestionándonos si todo lo que ocurre en la pantalla puede ser real desde el punto de vista de la razón ¿De verdad alguien se creyó en algún momento que el Papa Emeritus I era un ser venido del más allá como para menospreciar la música de los suecos? ¿Alguien llegó a pensar que los Nameless Ghouls eran auténticos monjes, sectarios de algún culto arcano o almas torturadas condenadas a tocar la música que Emeritus les dictaba? Seamos serios, por favor. Más tarde llegó la absurda obsesión por conocer sus nombres e identidades auténticas. ¡Porque el Papa Emeritus tenía que ser un cantante de metal, de carne y hueso, claro que sí! Pero, ¿a alguien le importa sus identidades? ¿Somos acaso más felices en Navidad cuando descubrimos que los Reyes Magos son los padres? (personalmente, echo en falta los primeros tiempos de Slipknot, mucho antes de que Corey y el resto despejasen todas las dudas...). Las absurdas críticas a la imagen de Ghost porque cuando se es popular uno se expone a tantos seguidores como detractores y los de Emeritus y los suyos no podían ser más pasionales; aquellos que les rinden culto de manera exagerada y esos otros que odian, menosprecian su música y aseguran que la imagen del grupo es demasiado potente para la música que interpretan. ¿Y Alice Cooper o Arthur Brown, Kiss o King Diamond? El shock rock es así y hay que disfrutarlo tal como es, ¿habría llegado Ghost al éxito del que disfrutan si su música fuese más brutal y repleta de guturales? Estaríamos hablando de otro grupo y otro concepto. ¿Por qué entendemos mejor a un grupo de black metal de nuestros días que asegura vivir en los fiordos noruegos, beber sangre y haber quemado iglesias o la automatización y el suicidio cuando sabemos que, en la mayoría de los casos, no es más que marketing?
Ghost han entrado a escena en el momento adecuado; reaviven la llama del mejor shock de los setenta y le aportan la diversión exacta a cada una de sus aventuras como para ofuscar a aquellos más críticos y, lo mejor de todo, sus canciones están trabajadas y pensadas al milímetro.
Ghost han entrado a escena en el momento adecuado; reaviven la llama del mejor shock de los setenta y le aportan la diversión exacta a cada una de sus aventuras como para ofuscar a aquellos más críticos y, lo mejor de todo, sus canciones están trabajadas y pensadas al milímetro.
Hace unas semanas, el mismísimo Kerry King de Slayer -enfrascado en la promoción del próximo álbum de los californianos; "Repentless"- aseguraba que la imagen de Ghost no se correspondía con su música, amaba su estética pero no soportaba las canciones. Este tipo de declaraciones hay que entenderlas en su contexto, la promoción basada en la polémica que practican todos los artistas y, más en particular, los de metal, tan dados a ver quién es el que orina más lejos y quién la tiene más grande; Slayer publica su primer disco sin Hanneman (principal compositor del grupo) y Dave Lombardo (despedido de manera cruel de la noche a la mañana) y lejos de American Recordings, no habiendo acabado nada bien con el gurú Rick Rubin. Kerry King es un guitarrista mediocre que, nos guste o no, aunque Slayer sigan siendo una apisonadora en directo (gracias, en gran medida, a Gary Holt y esa máquina llamada Paul Bostaph) han perdido a Jeff y todo el mundo está expectante ante el nuevo álbum dispuesto para cargar contra él. La tarea de King, por tanto, tras el fichaje por Nuclear Blast es titánica; defender las nuevas canciones ante crítica y fans cada noche y vender, vender y vender todo lo que pueda y más; ediciones dobles, triples, cuádruples, metálicas con el águila del grupo, con y sin dvd, con blu-ray, picture disc, cassettes y vinilos de todos los colores, mezclas y gramaje. No está de más provocar un poco para aparecer en más y más medios cibernéticos.
"Meliora", con la magnífica portada del artista polaco Zbigniew M. Bielak, quien ya trabajó con ellos en "Infestissumam" (2013) y también ha ilustrado el soberbio y reciente "The Plague Within" de Paradise Lost, posee una imagen tan cuidada o más que los anteriores (desde las ilustraciones de Bielak y las portadas de sus singles hasta sus vídeos promocionales) y suena excepcionalmente bien con una producción magnífica a cargo de Klas Åhlund (han prescindido de los servicios de Nick Raskulinecz; tres álbumes y tres productores diferentes, parece que los suecos no tengan inconveniente en probar y buscar a aquel que encaje más con el carácter de cada uno de sus canciones) quien, sin embargo, no posee un largo currículum en el mundo del metal sino que su experiencia se basa en artistas como Madonna, Usher, Mika, Britney Spears o Katy Perry. Fuera complejos...
He leído pocas críticas en las que se mencione que en "Spirit", ese instrumento ululante que le confiere toda su magia es un simple theremin. Todos los críticos hablan de teclados y sintetizadores, craso error; tan sencillo como haber visto películas de terror y ciencia ficción de los setenta para identificar el instrumento del soviético Termen. Tras la introducción, una guitarra manteniendo el ritmo y una batería machacona, un bajo que parece salir a borbotones mientras el órgano nos lleva de viaje a los setenta con todo su misterio, sonando más cercanos a Camel que a Toto, como en "Opus Eponymous". La voz de Papa Emeritus III llama la atención sobre la de su antecesor y hermano mayor; Papa Emeritus II, ya que es mucho más armoniosa y delicada, más melódica. El órgano y las guitarras harán estallar la canción en el estribillo sobre los coros a dobles voces y, atención, al magnífico solo de theremin, para quitarse el sombre, perdón; la mitra.
Un bajo farragoso, propio del doom más añejo, abre "From the Pinnacle To the Pit", sin duda una de las mejores de todo el álbum, construida sobre un musculoso riff que, en ocasiones, se torna tan metálico como funky gracias a los cambios de ritmo y patrón métrico de la batería, me encanta su desarrollo y su sabor. El single que sirvió como adelanto, "Cirice", se despereza con contundencia y descorcha con un riff tan oscuro y siniestro que el propio Kerry King seguro que vendería su alma por haberlo tenido en "Repentless". Con él, Ghost, nos demuestran que el tamaño no importa; que da igual tener una pared de pantallas Marshall con sus conos vibrando de bajos como si no hubiese mañana si, a cambio, tienes ideas y una guitarra en limpio para que tu riff suene lúgubre y magnífico sin necesidad de potencia y distorsión. Quizá la más compleja y atípica, la más parecida a "Infestissumam" (2013) en cuanto a estructura e idea pero lo mejor de ella es el piano, sí; ese piano que ayuda a subir de intensidad en las estrofas y, emocionalmente, nos lleva muy lejos en mitad de la melancolía o añoranza de la niñez, como en el clip. ¿Seréis capaces de encontrar a los miembros del grupo entre los figurante del vídeo? ¿Acaso importa lo que ocurra en la escuela "St. Elizabeth" más allá de la música? "Cirice" es fantástica con un solo magnífico. Con "Spöksonat" conocíamos de manera oficial a Papa Emeritus III pero no es más que un interludio renacentista repleto de oscuridad para llegar a "He Is". Nunca entenderé por qué no termina de gustarles cuando se les habla de Blue Öyster Cult porque, en este caso, la canción derrocha parte de la atmósfera de los de Eric Bloom. ¿Quién podría hacer una canción de amor a Lucifer y sonar tan mágicos y, al mismo tiempo, bizarros en nuestros días? Guitarras acústicas, estribillo en inglés e italiano para sonar, no sólo por BÖC sino también; por Magna Carta Cartel. Cualquiera que escuche "He Is" y después "That It's Already Too Late", puede comprobarlo y de paso elucubrar si Tobias Forge tiene algo que ver con el pontificado.
"Mummy Dust" abre con fuerza la segunda mitad de "Meliora" entre guitarras y un teclado que aparece a relampagazos pero es "Majesty", junto a canciones como "From the Pinnacle To the Pit" o "Cirice", la que hacen de este "Meliora" algo especial. Con un riff propio de AC/DC que pronto se empasta y ralentiza mientras uno de los Nameless Ghouls toca una única nota de teclado que la canción desemboca en uno de esos mágicos estribillos propios del grupo. "Devil Church" podría ser la coda a órgano de la anterior en la pronto se unen los cinco ghouls para llegar a "Absolution" para darnos cuenta de cómo han crecido y evolucionado sin olvidar su propio sello. "Absolution" es una canción que recuerda a "Opus Eponymous" por momentos pero posee la complejidad de algunos de los mejores momentos de "Infestissumam" y se convierte, de manera natural, en uno de los puntos álgidos de este álbum con un pasaje a teclado verdaderamente mágico que nos hace viajar en el tiempo cuando el rock no era tan serio y dramático y albergaba algo de magia en sus desarrollos. Ocurre lo mismo con "Deus in Absentia" repleta de ese sonido tan característico de Ghost; a transitar entre el rock setentero, la música pop, el hard y, cómo no, el toque religioso en unos coros de otro mundo que nos hacen acabar la liturgia con ganas de volver a escuchar "Meliora" desde el principio y eso no ocurre con todos los discos que se publican...
Un bajo farragoso, propio del doom más añejo, abre "From the Pinnacle To the Pit", sin duda una de las mejores de todo el álbum, construida sobre un musculoso riff que, en ocasiones, se torna tan metálico como funky gracias a los cambios de ritmo y patrón métrico de la batería, me encanta su desarrollo y su sabor. El single que sirvió como adelanto, "Cirice", se despereza con contundencia y descorcha con un riff tan oscuro y siniestro que el propio Kerry King seguro que vendería su alma por haberlo tenido en "Repentless". Con él, Ghost, nos demuestran que el tamaño no importa; que da igual tener una pared de pantallas Marshall con sus conos vibrando de bajos como si no hubiese mañana si, a cambio, tienes ideas y una guitarra en limpio para que tu riff suene lúgubre y magnífico sin necesidad de potencia y distorsión. Quizá la más compleja y atípica, la más parecida a "Infestissumam" (2013) en cuanto a estructura e idea pero lo mejor de ella es el piano, sí; ese piano que ayuda a subir de intensidad en las estrofas y, emocionalmente, nos lleva muy lejos en mitad de la melancolía o añoranza de la niñez, como en el clip. ¿Seréis capaces de encontrar a los miembros del grupo entre los figurante del vídeo? ¿Acaso importa lo que ocurra en la escuela "St. Elizabeth" más allá de la música? "Cirice" es fantástica con un solo magnífico. Con "Spöksonat" conocíamos de manera oficial a Papa Emeritus III pero no es más que un interludio renacentista repleto de oscuridad para llegar a "He Is". Nunca entenderé por qué no termina de gustarles cuando se les habla de Blue Öyster Cult porque, en este caso, la canción derrocha parte de la atmósfera de los de Eric Bloom. ¿Quién podría hacer una canción de amor a Lucifer y sonar tan mágicos y, al mismo tiempo, bizarros en nuestros días? Guitarras acústicas, estribillo en inglés e italiano para sonar, no sólo por BÖC sino también; por Magna Carta Cartel. Cualquiera que escuche "He Is" y después "That It's Already Too Late", puede comprobarlo y de paso elucubrar si Tobias Forge tiene algo que ver con el pontificado.
"Mummy Dust" abre con fuerza la segunda mitad de "Meliora" entre guitarras y un teclado que aparece a relampagazos pero es "Majesty", junto a canciones como "From the Pinnacle To the Pit" o "Cirice", la que hacen de este "Meliora" algo especial. Con un riff propio de AC/DC que pronto se empasta y ralentiza mientras uno de los Nameless Ghouls toca una única nota de teclado que la canción desemboca en uno de esos mágicos estribillos propios del grupo. "Devil Church" podría ser la coda a órgano de la anterior en la pronto se unen los cinco ghouls para llegar a "Absolution" para darnos cuenta de cómo han crecido y evolucionado sin olvidar su propio sello. "Absolution" es una canción que recuerda a "Opus Eponymous" por momentos pero posee la complejidad de algunos de los mejores momentos de "Infestissumam" y se convierte, de manera natural, en uno de los puntos álgidos de este álbum con un pasaje a teclado verdaderamente mágico que nos hace viajar en el tiempo cuando el rock no era tan serio y dramático y albergaba algo de magia en sus desarrollos. Ocurre lo mismo con "Deus in Absentia" repleta de ese sonido tan característico de Ghost; a transitar entre el rock setentero, la música pop, el hard y, cómo no, el toque religioso en unos coros de otro mundo que nos hacen acabar la liturgia con ganas de volver a escuchar "Meliora" desde el principio y eso no ocurre con todos los discos que se publican...
Carece de singles claros como los de "Opus Eponymous" y, lógicamente, de la sorpresa que causaron con aquel pero "Meliora" es, hasta la fecha, el mejor disco de Ghost. ¡El Papa Emeritus II ha muerto, viva el Papa Emeritus III!
© 2015 Jim Tonic