SETLIST: Got Me Under Pressure/ Waitin' for the Bus/ Jesus Just Left Chicago/ Gimme All Your Lovin'/ Pincushion/ I Gotsta Get Paid/ Foxy Lady (Jimi Hendrix)/ Chartreuse/ Sharp Dressed Man/ Legs/ La Grange/ Sloppy Drunk Jam/ Tush/
Que ZZ Top, "la pequeña y vieja banda de Tejas" (como a ellos mismos les gusta hacerse llamar), vuelva a tocar en el Hellfest significa muchas cosas; la primera, hace dos años dieron uno de los mejores conciertos de aquella edición y congregaron a un buen montón de gente con una propuesta que bien poco tiene que ver con el metal extremo o el rock duro y salieron ganadores refrescando el cartel del festival. La segunda, están en un estupendo momento tan dulce que les permite hacer lo que más les gusta sin rendirle cuentas a nada ni nadie y, por último; un solo acorde de Gibbons tiene más sabor que todas las escalas y arpegios que sea capaz de tocar un chaval de veinticinco años a toda velocidad porque, a veces, no es cuestión de rapidez sino de darle a la canción lo que te pide. Este año, sin embargo, aunque la actuación de los tejanos fue seguida por miles y miles de personas, Motörhead fueron quienes reventaron auténticamente la pista de los escenarios principales a pesar del frágil estado de salud de Lemmy, y decimos a pesar o gracias a ello ya que mientras la actuación del grupo era más que tibia debido a la precariedad del estado de nuestro bajista favorito, ZZ Top (que tampoco son unos críos y cargan con treinta y cinco años a sus espaldas desde su debut en 1969) dieron un concierto corto pero sólido como una piedra, basado en sus canciones más emblemáticas e incluso permitiéndose algunos caprichos como la consabida versión de "Foxy Lady" de Hendrix o "I Gotsta Get Paid" y "Chartreuse" de "La Futura" (2012) en pleno festival francés..
Enfundados en cuero, Gibbons y Dusty salieron a por todas y se arrancaron con "Got Me Under Pressure" de "Eliminator" (1983) y un sonido un tanto irregular que fue mejorando según avanzó el concierto. Dos tejanos luciendo dos Fender Custom Cabronitas rojas relicadas, tanto el bajo de Hill como la guitarra de Billy mientras Frank Beard (que, a pesar de su apellidos, es el único de los tres que no luce barba) golpea con firmeza la batería y uno entiende que poco o nada puede salir mal. Los pies de micro son tubos de escape cromados y la puesta en escena es tan sencilla que choca radicalmente con el de otras muchas bandas del festival. ¿Acaso no es echarle huevos eso de tocar en el escenario principal de un festival como el Hellfest y arrancarse con "Have mercy, been waitin' for the bus all day. I got my brown paper bag and my take-home pay"? En efecto, "Waitin' for the Bus" tiñó de blues un festival de metal y convirtió la campiña francesa en un cruce de caminos del Misisipi y lo mejor es que el público reaccionó con agrado y supo apreciar todo el feeling que Gibbons extrajo a sus seis cuerdas. Siguen, lógicamente con "Tres Hombres" (1973) porque enlazan -como es habitual- "Waitin' for the Bus" con "Jesus Just Left Chicago" y ahora sí que nos llevan a la norteamérica más profunda y convierten el festival en un bar lleno de humo, son capaces de eso y mucho más y, tras una magnífica interpretación, vuelven a levantar los ánimos del público con la famosísima "Gimme All Your Lovin'" que suena, obviamente, mucho más orgánica y directa que la synth-blues de "Eliminator", pero es que aquello eran otros años.
"Pincushion" es otro de los riesgos que toman los tejanos, la canción de "Antenna" (1994) a pesar de lo que alcanzó en las listas, no es de las más populares y en directo se convierte en un medio tiempo correcto que, sin embargo, mantiene estupendamente la tensión del concierto gracias a la sólida unión de la guitarra de Billy y el bajo de Dusty y, casi sin respiro; "25 lighters on my dressa, yessaaaaaa. You know I gotta get paid!" y el público canta el estribillo de una canción que, en tan sólo tres años (los que han pasado desde la publicación de "La Futura" y su producción a cargo del gurú Rubin), ha encontrado su lugar entre tanto clásico. Echamos de menos el sonido gordo de la Gibson Pearly Gates o, por lo menos, su estampa colgada del cuello de Gibbons pero lo cierto es que la canción suena tan actual como poderosa y pegadiza. El sexual riff de Hendrix invade todo Clisson, "Foxy Lady" resuena monolítica y pierde a algunos que no saben qué está sonando pero estos tejanos se guardan una buena carta en las adornadas mangas de sus chaquetas de cuero y abordan "Chartreuse" que con su ritmo trotón y su parecido con "Tush", hace que corra la cerveza como ninguna otra y la gente vuelva a recuperarse justo para la traca final.
"Sharp Dressed Man", también de "Eliminator", pone la directa hacia el éxito de un concierto espléndido, la canción es tan pegadiza y su ritmo es tan ligero que engancha a propios y extraños, las pantallas del escenario escupen divertidas imágenes y, aunque Gibbons y Dusty no se muevan demasiado (pero es que tampoco han sido nunca grandes corredores sobre las tablas), basta un par de pases de baile para que la gente sonría y saquen fotos mientras Gibbons se lanza sobre "Sharp Dressed Man" y su guitarra llena de boogie, blues, rock y pop; todo mezclado pero no agitado. Siguen con "Eliminator" y "Legs", su estribillo es puro ochentas pero me encanta y, a juzgar por las caras de todos allí, no soy el único. "La Grange" y el riff más famoso del grupo y del blues en general; versionado, usado, reutilizado por incontables artistas pero allí fueron Gibbons y Dusty los que supieron convertir el festival en el burdel de la canción a medida que la tocaban y estrangulaban sus cuerdas para acabar con la consabida "Sloppy Drunk Jam" y divertir a las primeras filas y acabar con "Tush" por todo lo grande (Billy armado con una preciosa y también "customizada" Gibson SG roja con bigsby) y ahora sí, toda la pista botando y las chicas bailando. No hay dos sin tres y esperamos volver a cruzarnos con los barbudos de nuevo en uno o dos años, nos los merecemos más de lo que se prodigan.
© 2015 Jim Tonic
Fotos de © Csaoh