Imagínate una gran piedra siendo empujada en mitad de la noche por cinco tipos y ésta avanzando pesada y brutal, aplastando todo a su paso porque eso es lo que es el nuevo disco de Paradise Lost; un auténtico monstruo, magistral, sincero, oscuro y apabullante, su mejor álbum desde "Draconian Times" (1995), salvando las distancias estilísticas, y no exagero en absoluto. Desconozco el motivo por el cual los de Halifax han terminado llegando a un disco como "The Plague Within", no sé si ha sido un camino marcado por la senda de sus últimos discos (como "Tragic Idol" del 2012 en el cual ya apuntaban elementos, de nuevo, más cercanos al doom) o la aventura de Nick Holmes con Bloodbath pero algo está claro; Paradise Lost ha exprimido la esencia de "Gothic" (1991), "Shades Of God" (1992) e "Icon" (1993) para cristalizar un disco a la altura de "Draconian Times" en cuanto a inspiración y solidez ya que pocos elementos góticos de éste encontraremos los seguidores más veteranos. No quiero pecar de agorero pero Paradise Lost tras "One Second" (1997) me decían bastante poco y no fue hasta "In Requiem" (2007) que volví a sentir algo de esperanza por los de Nick Holmes. Ni "Host" (1999) ni "Believe In Nothing" (2001) me atraían, ni la facilona accesibilidad de "Symbol Of Life" (2002) o un forzado "Paradise Lost" (2005). "Faith Divide Us - Death Unite Us" (2009) era mucho más inspirado y volvían a destilar en sus canciones algún sentimiento gótico que me atrajo pero con "Tragic Idol", aunque quedo claro que miraban de soslayo el doom no terminó de cuajar (a pesar de que en directo seguían siendo auténticamente grandes). Me repito, ¿qué es lo que ha hecho que Holmes y Mackintosh hayan facturado una auténtica maravilla del doom más pesado y épico, siendo uno de los padres modernos del género doom-death, pero habiendo olvidado las buenas maneras? ¿Bloodbath, Vallenfyre? Porque en "The Plague Within" hay death metal, poco de gótico y mucho doom, todo en su justa medida. Es una jodida obra de arte ligeramente perversa y retorcida.
Las guitarras de Mackintosh y Aedy se superponen de manera épica para que Holmes cante; "No hope in sight, daylight before them dies, enshrined the horrified; no hope in sight" y con un riff pesadísimo se torne más melódico pero, aún así, más oscuro si cabe; "Have I prayed as a slave of lasting cry's, to obey, to sedate as humour dies", sencillamente soberbia. Pero, para demostrar que no es un espejismo, suben las revoluciones con una devastadora "Terminal" con Holmes de nuevo poseído y Erlandsson golpeando sin descanso (magnífico a lo largo y ancho de todo el álbum) en una de las canciones más rápidas y directas de "The Plague Within". El comienzo, ligeramente gótico, de "An Eternity Of Lies" con sus arreglos, que pronto encontrarán réplica en la guitarra de Mackintosh, se convertirá en otra pequeña genialidad con sus juegos de voces en el estribillo; "Fear the isolation, returning life it dies in the dark" pero es de nuevo el tándem formado por Mackintosh y Aedy el que convierten la recta final de la canción en algo memorable, justo cuando Holmes arremete con fuerza y rabia la estrofa final, sonando como hacía años que no sonaba...
Pero esa piedra que mencionaba vuelve a rodar con toda su fuerza y tonelaje en "Punishment Through Time" en la que los cambios de ritmo la convertirán en una auténtica apisonadora jaleada por Erlandsson para, un minuto antes de acabar, volver a romper y empezar de nuevo sobre el mismo patrón, noqueándonos una vez más. "Beneath Broken Earth" es puro doom con tintes melancólicos, un Holmes inconmensurable en su rugido y, de nuevo, esas guitarras atemporales... "Sacrifice The Flame" igual de agobiante y siguiendo la senda de la primera mitad del disco con algunos arreglos que encontrarán su clímax en la parte central y la alternancia de voces guturales y melódicas; "The darkest past, forever could last, beneath the sanctity I pray. The darkest past, forever could last beneath the sanctity I pray for honesty’s sakí Never sail the lie, when its scorn is brought to life, forever sacrifice the flamee", una canción en la que lo que más resalta es la sección rítmica de Erlandsson y Edmondson mientras Aedy lanza notas al aire y Mackintosh solea y se encarga de los riffs principales. "Victim Of The Past" nos llevará de viaje a "Icon" -nada que objetar- magnífica en su desarrollo y la atmósfera que logran crear con los arreglos tras la voz de Holmes y ese cambio de ritmo lleno de rabia, la guitarra de Mackintosh es maravillosa y le aporta dinamismo mientras que en "Flesh From Bone" volvemos al doom teñido de tintes épicos que el grupo pronto desbocará de manera violenta en las estrofas para volver a contener y cargar con toda su pesadez en el estribillo tras solemnes coros.
"Cry Out" es una de las más accesibles junto "An Eternity Of Lies", ritmo abierto y sonido más cercano al hard rock; si no fuese por la afinación de las guitarras y la voz, claro. Una auténtica salvajada que seguramente arrasará en directo con un Holmes que suena abrumador cuando dice; "Cry out as you flee disaster". Pero lo mejor de la canción es su cambio, entre la marea de guitarras de Mackintosh para volver de nuevo al estribillo. Para rematar un disco redondo nada mejor que quizá la mejor canción de "The Plague Within", "Return To The Sun", en la que Paradise Lost ponen sobre la mesa todos sus ingredientes y saber hacer para casi seis minutos de intensidad, guitarras cargadas de emoción, arreglos de cuerda y una coral que podría preceder al fin del mundo, un retorno al sol o, simplemente, la vuelta por la puerta grande del grupo inglés.
Las guitarras de Mackintosh y Aedy se superponen de manera épica para que Holmes cante; "No hope in sight, daylight before them dies, enshrined the horrified; no hope in sight" y con un riff pesadísimo se torne más melódico pero, aún así, más oscuro si cabe; "Have I prayed as a slave of lasting cry's, to obey, to sedate as humour dies", sencillamente soberbia. Pero, para demostrar que no es un espejismo, suben las revoluciones con una devastadora "Terminal" con Holmes de nuevo poseído y Erlandsson golpeando sin descanso (magnífico a lo largo y ancho de todo el álbum) en una de las canciones más rápidas y directas de "The Plague Within". El comienzo, ligeramente gótico, de "An Eternity Of Lies" con sus arreglos, que pronto encontrarán réplica en la guitarra de Mackintosh, se convertirá en otra pequeña genialidad con sus juegos de voces en el estribillo; "Fear the isolation, returning life it dies in the dark" pero es de nuevo el tándem formado por Mackintosh y Aedy el que convierten la recta final de la canción en algo memorable, justo cuando Holmes arremete con fuerza y rabia la estrofa final, sonando como hacía años que no sonaba...
Pero esa piedra que mencionaba vuelve a rodar con toda su fuerza y tonelaje en "Punishment Through Time" en la que los cambios de ritmo la convertirán en una auténtica apisonadora jaleada por Erlandsson para, un minuto antes de acabar, volver a romper y empezar de nuevo sobre el mismo patrón, noqueándonos una vez más. "Beneath Broken Earth" es puro doom con tintes melancólicos, un Holmes inconmensurable en su rugido y, de nuevo, esas guitarras atemporales... "Sacrifice The Flame" igual de agobiante y siguiendo la senda de la primera mitad del disco con algunos arreglos que encontrarán su clímax en la parte central y la alternancia de voces guturales y melódicas; "The darkest past, forever could last, beneath the sanctity I pray. The darkest past, forever could last beneath the sanctity I pray for honesty’s sakí Never sail the lie, when its scorn is brought to life, forever sacrifice the flamee", una canción en la que lo que más resalta es la sección rítmica de Erlandsson y Edmondson mientras Aedy lanza notas al aire y Mackintosh solea y se encarga de los riffs principales. "Victim Of The Past" nos llevará de viaje a "Icon" -nada que objetar- magnífica en su desarrollo y la atmósfera que logran crear con los arreglos tras la voz de Holmes y ese cambio de ritmo lleno de rabia, la guitarra de Mackintosh es maravillosa y le aporta dinamismo mientras que en "Flesh From Bone" volvemos al doom teñido de tintes épicos que el grupo pronto desbocará de manera violenta en las estrofas para volver a contener y cargar con toda su pesadez en el estribillo tras solemnes coros.
"Cry Out" es una de las más accesibles junto "An Eternity Of Lies", ritmo abierto y sonido más cercano al hard rock; si no fuese por la afinación de las guitarras y la voz, claro. Una auténtica salvajada que seguramente arrasará en directo con un Holmes que suena abrumador cuando dice; "Cry out as you flee disaster". Pero lo mejor de la canción es su cambio, entre la marea de guitarras de Mackintosh para volver de nuevo al estribillo. Para rematar un disco redondo nada mejor que quizá la mejor canción de "The Plague Within", "Return To The Sun", en la que Paradise Lost ponen sobre la mesa todos sus ingredientes y saber hacer para casi seis minutos de intensidad, guitarras cargadas de emoción, arreglos de cuerda y una coral que podría preceder al fin del mundo, un retorno al sol o, simplemente, la vuelta por la puerta grande del grupo inglés.
"The Plague Within" es toda una experiencia que le obliga a uno a escucharlo con cascos y en mitad de la noche para sentir las guitarras de Mackintosh y Aedy, la voz de Holmes, el bajo de Edmondson y la pesadísima batería de Erlandsson porque -por si no te habías dado cuenta- con este disco se trata de sentir hasta quedarte en carne viva de tanto escucharlo. Nunca más tomaremos el nombre de Paradise Lost en vano...
© 2015 Jim Tonic