Me gusta Therapy? pero quiera verlo o no, lo cierto es que siempre será imposible juzgar cada nueva entrega de los norirlandeses sin compararla con su magnífico "Troublegum" (1994) y de eso hace ya veinte años y es así nos guste o no. Pero no es algo tan injusto si prestamos un mínimo de atención a su discografía y la analizamos con cierto sentido crítico, olvidándonos de nuestra simpatía por el cáustico Andy Cairns y los buenos ratos que todavía nos hacen pasar en directo, porque con "Infernal Love" (1995) -que quizá nunca debían haber publicado aunque me resulte igual de atractivo que "Troublegum" y disfrute tanto como de "Nurse" del 93 o "Semi-Detached" del 98- comenzaron una linea descendente que les ha llevado al ostracismo. Claro que han grabado discos interesantes como "Never Apologize, Never Explain" (2004) o "Crocked Timber" (2009) pero tras "Troublegum" algo se perdió por el camino y, aunque con álbumes interesantes, nunca supieron adaptarse al signo de los tiempos y superar la transición del rock alternativo (con el que un grupo tan inclasificable como ellos encontró un paraguas bajo el que refugiarse y llegar a más público) enrocándose en álbumes que, con sus buenos y malos momentos, nunca terminan de despuntar. Pero supongo que todo esto que siento por los de Belfast no suena tan descabellado si descubrimos que después de girar por el aniversario de "Troublegum" (algo que, por cierto, le pega bastante poco a Andy Cairns) este "Disquiet" y su angustia podría llegar a ser visto incluso como su segunda parte y una vuelta al sonido más básico, que es lo que ellos mismos parecen haber buscado en todo momento (algo curioso si tenemos en cuenta que son un trío -un formato ya de por sí bastante básico- y que la producción de "Troublegum" de Chris Sheldon poco o nada tiene que ver con la del disco que nos ocupa). Pero volvemos al problema de siempre; lo que hace veinte años funcionaba de manera natural; ahora no. Cairns ya tiene cincuenta años y no suena demasiado creíble o peor aún; sus fans de entonces (los que fundamentalmente poblamos sus conciertos y seguimos comprando sus discos, porque pocos veinteañeros veo en sus filas) hemos crecido y esa forzada actitud de Cairns ya no es nuestra guerra porque tampoco nos suena ya creíble. Por otra parte la falta de urgencia, la falta de inmediatez en estas canciones es palpable, ninguna termina por estallarnos en la cara y, aunque bastante melódicas y accesibles en sus estribillos, simplemente no cuajan; lo que en directo les funciona con esa mala leche punky del norte de Irlanda, en disco se queda como un "revival" de rock alternativo. Seré aún más directo, si compramos discos y entradas para sus conciertos es porque la nostalgia vende, como puede pasar -y de hecho ocurre pero a otro nivel muy distinto- con un grupo como Helmet.
"Still Hurts" es esa canción que podríamos entender como el leitmotiv del grupo; todavía duele, esa angustia que antes mencionaba; esa ansiedad sigue dentro de todos nosotros por muchos años que pasen; "Each year It gets worse. It won't stop, still hurts" e incluso podemos entender ese verso de "I hear the judges judging. Shut up!" como un puñetazo en una mesa pero también como una innecesaria defensa pero esa apatía adolescente en la última estrofa que ahora mismo suena tan anacrónica como rancia; "I give up, you've won. I give it all to you. I'm helpless, I'm dumb, I watch the world on mute". Muy diferente es "Tides", no porque no ahonde en el imaginario del grupo, sino porque es pegadiza y uno encuentra cierta emoción en el estribillo. Me gusta esa imagen de "I think my ship has sailed" pero ese nihilismo ya absurdo de "I cant see tomorrow" reconduce a Cairns de nuevo al pesimismo noventero más tópico con "These tides leaving me behind. Day by day by day, your life ebbing out mine, wave by wave by wave" como ocurre con "Good News Is No News". El bajo de Michael y la batería de Neil suenan potentes y la SG de Cairns perfecta cuando su señal es limpia, lejos de ese fuzz que ahora les ha dado a todos los productores por incluir en su sonido como si éste fuese el ingrediente secreto cuando una banda quiere sonar cruda o directa (desde el punto de vista más técnico y gustándome demasiado los pedales, efectos y procesados, me gustan más las distorsiones con más compresión, no esas guitarras de garaje de mentirijillas que suenan como un ficticio cono de ampli vibrando como una pedorreta constante). Pero aunque disfrute el estribillo de "Good News Is No News", no me pasa lo mismo con su letra y termina por aburrir porque su fórmula musical esta agotada desde hace años.
"Fall Behind" brilla y su riff suena un poquito más cafre (como me gusta la estrofa con su tinte emocional) pero "Idiot Cousin" me aburre mortalmente (quizá porque creo haberla escuchado mil millones de veces a lo largo de los últimos treinta años en diferentes grupos), igual que no le encuentro la gracia a "Helpless Still Lost" aunque me guste la voz de Cairns sobre el bajo de McKeegan y agradezca el cambio pero no, no comulgo con su mensaje y me habría parecido mucho más interesante si en lugar de la ya clásica alternancia de estrofa (calmada) y estribillo (ruidoso) hubiesen explorado un poquito más. "Security" es un robo a mano armada del riff de "Trigger Inside" (del inevitable "Troublegum"). Paso por alto "Vulgar Display of Powder" (dejando a un lado las obvias gracias con el clásico), "Words Fail Me" me parece una canción menor y la punky "Torment Sorrow Misery Strife" me engancha más que las últimas porque siempre me ha entretenido mucho el punk más melódico de la costa oeste pero me resulta levemente deprimente su letra con su crisis existencial y ese contraste entre lo que uno fue y ahora se ha transformado. "Deathstimate" es directamente aburrida e inexplicable a estas alturas, siete minutos totalmente prescindibles.
Quizá sean grandes canciones y falle la producción, quizá necesitasen de un poco más de mimo pero, por mucho que nos empeñemos, y hasta las disfrutemos porque nos guste Therapy? no son más que más de lo mismo. No es un mal disco, para nada, en él encontrarás temas directos y hasta tarareables pero es un álbum más, simplemente eso, y no deja de ser algo bastante triste hablar así de ellos cuando todavía podrían tener mucho más que decir.
© 2015 Jim Tonic