SETLIST: Abandon All Hope/ Go To Hell/ Come And See My Sacrifice/ Silent Empire/ Sothis/ Reborn In Flames/ Decapitated Saints/ Triumph Of Death/ Where Angels Weep/ Chaos/ Hexenkessel/ Carnal/ Dark Age/ Helleluyah (God Is Dead)/
Los polacos Vader regresaban a España en una gira de tres conciertos por Bilbao, Madrid y Barcelona presentando su último trabajo de estudio "Tibi Et Igni". Es cierto que sobre el papel el cartel de dicha gira europea resultaba realmente atractivo, ya que la banda de Piotr venía acompañada por sus compatriotas Hate, que también presentaban nuevo álbum ("Crusade:Zero"). Pero es que visto lo visto (al menos en el concierto de Madrid) lo que si pudimos constatar es que la gente no respondió a las expectativas que se pudieron pensar. Me duele decirlo, ya que Vader es una de mis bandas favoritas de death metal, pero es que la sala Arena presentaba un aspecto realmente desolador, con un número de personas que ni tan siquiera llenaban un tercio del aforo de la sala situada en el número 1 de la calle Princesa. Ante este tipo de circunstancias, por desgracia cada vez más frecuentes en nuestro país, empiezas a darte cuenta de por qué mucha de las importantes gira europeas de metal se quedan fuera de España. Entendemos porque Deicide, Whitechapel, Suicidal Silence por mencionar algunos, cada vez está más lejos de nosotros. ¿De quién es la culpa?
Si somos rigurosos deberíamos decir que resulta cuando menos difícil asignar un único culpable ante desastres de esta magnitud. Resulta increíble ver como países europeos, con una población infinitamente menor que España, llenan salas ante todas la giras de metal extremo que se ponen a tiro, y en España apenas lleguemos a un centenar de personas. Para buscar culpables tendríamos que empezar desde arriba, desde las propias bandas, que muchas de ellas piensan que les basta con tener un nombre y una determinada relevancia para conseguir un aforo concreto, y se olvidan de una promoción justa y afín al país/países donde van a actuar. Por desgracia no es lo mismo actuar en Goteborg o Helsinki, que hacerlo en Madrid o Barcelona. Por otro lado los promotores tampoco hacen mucho para poner remedio o cura, y ello a pesar de que estamos posiblemente ante la parte más interesada en conseguir una buena entrada. En la mayoría de los casos su pasotismo y su dejadez en la parte promocional conducen a desastres como el constatable el pasado Viernes 27 de Marzo en Arena. Y es que a un servidor le cuesta mucho pensar que una banda de la talla de Vader no pueda tener en España un recibimiento más digno y más acorde con el que se supone debería tener la mejor banda europea de death metal clásico.
Por suerte para los pocos asistentes, Piotr y compañía son unos señores "profesionales" e independientemente del número de fans que tengan delante, salen a morder, con sus dientes afilados como cuchillas y con una fuerza y un sonido propio de unos pocos elegidos. James Stewart es el primero en saludar al respetable antes de sentarse en la batería con los parches de sus bombos presentando un logo de la banda menos agresivo, pero igual de eficiente. Hal y Spider son los siguientes en aparecer sobre el reducido escenario de la sala, para en último lugar hacerlo Peter, con pose serio y andar tranquilo, portando su preciosa Invader. Antes del arranque de "Abandon All Hope" Piotr ya se dirige a sus fans, preguntándoles si están preparados para el Infiero que se les iba a venir encima. Ante una risa floja que a duras penas dibujaba sus dientes, arrancaba el explosivo riff que encendía la mecha del sexto tema de su último álbum, "Tibi Et Igni"…
Curiosamente como imagen de fondo escogieron la caratula de su single "Go To Hell" en vez de la propia del larga duración, obra del artista Joe Petagno, que tantas buenas portadas ha dado al metal extremo. "Go To Hell" es la siguiente bomba que los polacos deciden activar para goce y disfrute de los pocos que apenas llenábamos la mitad del foso principal de la sala. La intro esta vez se la saltaron, ya que la usaron para abrir el concierto, y que sonó previo a "Abandon All Hope". Con un volumen brutal y con un Spider milimétrico soltando la parte principal del solo, la banda se mete definitivamente a los pocos presentes en el bolsillo. Por su parte Hal es más estático, estuvo bastante menos participativo que sus dos compañeros de línea, ya que a excepción de sus continuados headbangings y del por otro lado parecido visual con David Vincent, bajista y frontman de nuestros queridos Morbid Angel, poco destacable podemos mencionar del mismo.
Tras los dos primeros temas, incluidos ambos en su último trabajo, rescatan el penúltimo, "Welcome To The Morbid Reich", con la sobrecogedora "Come And See My Sacrifice", donde el maestro Piotr da ejemplo de cómo un líder debe comportarse en directo, tratando sin delicadeza alguna el trémolo de su Ran, alargando hasta el infinito los estridentes punteos que nos brindó. "Silent Empire", el tema que abría su segundo trabajo, "De Profundis" sigue por las profundidades típicas del death metal, donde las voces guturales y abruptas de Peter chocan con la modulación brillante y sonora de los limpios solos de Spider, que estuvo en todo momento muy activo y cercano durante su hora de actuación (aunque hemos de confesar que se nos hizo demasiado corta). Siguen con "De Profundis", en este caso con un Stewart sobrenatural que inyecta a sus parches la malicia y la quina de la universal "Sothis", un "hit" que todo amante de la old school debería conocer y valorar.
"Reborn In Flames", una de mis favoritas de "De Profundis", es la siguiente en hacerse un hueco y caer en un set list lleno de grandes éxitos, porque hasta las canciones de sus últimas obras, que sonaron aquella noche, se convertirán con total seguridad en piezas claves del listado de canciones de sus futuros directos. Regresan al "Morbid Reich" con "Decapitated Saints", tras una pequeña y breve presentación del tema por parte de Peter. En este caso cambian la imagen del fondo que hasta entonces mostraba la portada de su single "Go To Hell" y que ahora dibujaba el logo más clásico y reconocible de los polacos. Tras la "decapitación", llegó mi favorita, la que mejor sonó y la que más disfrute..."Triumph Of Death" sonó de auténtico lujo, con su reconocible y halagador riff como principal baluarte y principal activo de una canción que nació para convertirse en himno; tiempo al tiempo…
Sin respiro alguno llega otra de las piezas claves del engranaje de "Tibi Et Igni", en este caso la rabiosa "Where Angels Weep", que en su momento dio a conocer el álbum y que muestra a los Vader más rotundos y bestiales de los últimos años. El tiempo parece no pasar para Peter, cada vez le vemos en mejor estado de forma, más activo y más vivo. Con "Haxenkessel" pudimos ver la mejor actuación de Spider, mientras que con Carnal el papel protagonista es sin duda para Piotr, capaz de modular a la perfección el susurro de su estrofa inicial con las raíces apocalípticas de las posteriores y sucesivas. Por su parte "Dark Age" mostró el lado más oscuro y siniestro de Vader, mientras que "Wings" cumplió con creces y éxito el papel encomendado de cerrar la parte principal del setlist.
Tras un breve descanso la banda vuelve a enfundarse sus instrumentos para acabar con el clásico "Helleluyah (God Is Dead)" del masterpiece "Impressions In Blood", con un Piotr nuevamente fulgurante que no se cansó de repetir con rabia y dolor las inquietantes palabras "God Is Dead". En Blogofenia no nos atrevemos a decir si Dios está muerto, eso sí, no titubeamos al afirmar que Vader están muy, pero que muy vivos…
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