Decía Robb Flynn el pasado mes de agosto que el título del nuevo álbum, "Bloodstone & Diamonds", era fiel reflejo del contenido del mismo. Robb quería transmitirnos la idea de que las canciones que formaban el armazón de su octavo disco de estudio era las más fuertes y compactas que habían hecho hasta la fecha. Todos sabemos que la verdad no puede esconderse para siempre, por lo que tampoco tendría mucho sentido crear falsas ilusiones en los fans aunque, obviamente, defendemos su postura con un fin promocional, al fin y al cabo, el negocio musical -al igual que en el resto de negocios- aunque parezca utópico muchas veces las expectativas se convierten en la mejor inversión a corto plazo. Para hacer dicha afirmación Robb se apoyaba en los dos materiales que había elegido la banda para bautizar al nuevo retoño, ya que tanto la piedra de sangre como el diamante son dos de los elementos más duros del planeta Tierra. Como metáfora no está mal, incluso puede ser hasta divertida, no seremos nosotros quienes le quitemos creatividad al bueno de Flynn; pero es que una vez más pensamos que el vocalista ha vuelto a equivocarse y no lo decimos por el título, que no deja de ser una anécdota más, pero es que lo realmente serio y preocupante es que desde "The Blackening" la banda ha perdido el norte dirigiéndose en caída libre a ninguna parte.
Sé que para muchos es difícil comulgar con la idea de que Machine Head no está atravesando un buen momento, pero creo que tampoco es algo por lo que debamos llevarnos las manos a la cabeza. Robb es uno de los tipos que más bandazos ha dado dentro de la música, pienso que a nadie debe coger por sorpresa dicha afirmación. La irregularidad empezó con su segundo álbum (un gran disco pero donde aparecieron los primeros fantasmas) y siete álbumes después vemos que la misma continua intacta. Seguramente no pocos me tildarán de fatalista e incluso apocalíptico con "Bloodstone & Diamonds", dirán que siendo una de mis bandas favoritas (y eso lo digo yo) sólo me gusta "Burn My Eyes" y "The Blackening" (no les puedo quitar razón en el sentido de que son los dos únicos discos que a mi juicio recibirían cinco estrellas), pero es que mi instinto me dice que la banda se ha apartado hace tiempo del buen camino. Muchas veces he dicho que desde mi punto de vista el verdadero problema de Machine Head siempre ha sido Robb Flynn, ahora ya parece evidente, en un grupo del que sólo queda él como miembro fundador. Robb se ha empecinado como un cabestro en echarse a la espalda todo el peso de una banda estrella y, siendo un gran frontman (que lo es), muchas veces no ha sabido anticiparse a los problemas y restricciones que tal título conlleva.
A todos los problemas surgidos desde sus inicios, recordemos el episodio de un Chris Kontos, relegado por Flynn como "última mierda" por estar enfermo y no poder girar por Inglaterra con la banda, hasta los más actuales como una suspensión de una gira americana a tan sólo dos semanas de su comienzo poniendo como excusas la finalización del nuevo álbum. Como ya comentamos en un anterior artículo, hasta el mismísimo Alexi Laiho (recordemos que Children Of Bodom eran una de las tres bandas más que compartían cartel con los americanos) no entendía los motivos ni las razones de tal suspensión. Suponemos que su discográfica Nuclear Blast no querría retrasos en la publicación del álbum y no estaban seguros de si Robb cumpliría… No contento con la hazaña luego cargó contra los fans europeos por una filtración de "Now We Die" que, al parecer, salió del iTunes del Reino Unido -ni que fuera la primera vez que un disco o una canción se filtra- y ya para rematar la faena y ante las críticas que ha recibido el nuevo disco, Robb vuelve a montar en cólera y toma como decisión, un tanto precipitada, que Machine Head no toque en ningún festival durante todo el ciclo que dure la presentación de "Bloodstone & Diamonds". A veces pienso que a pesar de su edad Robb no deja de ser un niñato al que le dan continuas pataletas sin saber muy bien porqué… ¡Joder, qué eres un señor músico, coño...! Alguien de su categoría no debería caer en estos errores de principiante y que podríamos catalogar de infantiles.
No diré que "Bloodstone & Diamonds" es peor que "The Burning Red" o "Supercharger", pero les va a la zaga. Es bastante peor que "Unto The Locust" y mucho más que "Through The Ashes..." Por desgracia, el adelanto de "Now We Die" ya dejaba entrever que el león no sería tan fiero como visionaba Flynn en Agosto. Estamos ante un tema que va ganando presencia y notoriedad con el paso de los segundos pero no la suficiente como para salvar los muebles de la quema. Su comienzo fastuoso y dormilón, causado por unos violines que pintan más bien poco, es para enviar a la papelera de reciclaje de nuestra memoria, en un acto muy parecido a lo que sucedió con el coro de niños del tema de cierre de "Unto The Locust", "Who We Are". "Killers & Kings" no es un tema nuevo, la banda ya lo editó en el Record Store Day en formato single donde la "cara A" recibía dicha composición mientras que en la B residía la versión (más bien versiones) de Ignite, "Our Darkest Days/ Bleeding". Al igual que me ocurrió en el mes de Febrero, "Killers & Kings" me sigue pareciendo muy buen tema, de hecho podría considerarlo el mejor de "Bloodstone & Diamonds" junto a "Night Of Long Knives" y "Game Over". Un tema muy duro y muy directo que lleva la esencia y el ADN de un clásico y un incunable como es "Beautiful Morning".
La cosa empieza a complicarse y a ponerse bastante fea con "Ghosts Will Haunt My Bones" un "engañabobos" en toda regla, ya que la fantástica melodía de sus guitarras en su fase inicial puede conducirnos al error en un tema excesivamente largo que nos muestra al Robb más simple y anodino de su época más nu-metal. Un Robb que en este caso se olvida de los guturales y apuesta por entonar su voz en un rango que no transmite absolutamente nada. En "Night Of Long Knives" el tándem Flynn/Demmel anda más suelto y sobre todo afilado, haciendo unos primeros minutos realmente sobresalientes, donde podemos disfrutar del Robb que más nos gusta, ése que ladra y ruge como alma que se lleva el diablo mientras logra enloquecernos. De "Sailt Into The Black" pienso que todos podríamos rajar durante horas. No sé qué coño estaría pensando Robb cuando decidió meter unos cuatro minutos de auténtica mierda en un tema que se va cerca de los nueve. Tampoco mejora mucho en los últimos cuatro, no obstante viendo los primeros cualquier cosa nos parece buena. Sin duda alguna estamos ante una de las peores composiciones de la banda.
Un estilo propio del sonido Black Sabbath marcan los primeros compases de "Eyes Of The Dead", uno de los cortes que mejor representan el espíritu y estilo de Machine Head. Una canción con un solo rápido y excelso muy del estilo del que configuraron los dos genios (Flynn y Demmel) en "Clenching The Fists Of Dissent". Esta vez Robb muestra estar en estado de gracia jugando partes muy agresivas con otras más chillonas y melódicas en su estribillo que le dan un toque muy vistoso y vigoroso al tema. "Beneath the Silt" es una soberana basura; lo siento, no puedo decirlo de otra manera, un tema totalmente de relleno que no vale absolutamente para nada, con el cual es imposible sentir alguna emoción. Un tema donde Robb se pasa la mitad del mismo susurrando al más puro estilo de "The Burning Red" y "Supercharger" y donde no tardarán en aparecer los fantasmas de la peor época de los de Oakland.
"In Comes the Flood" no sería un mal tema si durase la mitad y la banda no empecinaran en hacer temas tan largos y extensos, pero es que su ritmo denso y angosto unido a su extenso metraje acaban por convertirlo en una bola difícil de digerir. Con "Damage Inside" te podrías quedar a gusto despotricando, pero es que no merece perder ni un segundo con él. Si os lo saltáis mejor que mejor... "Game Over" vuelve a tirar de casta y de raza auspiciado por un sonido de bajo espectacular y con un Dave sobresaliente aporreando sus parches y golpeando el bombo como sólo él sabe hacerlo (para mí el mejor y el más honesto de los cuatro miembros actuales). Las guitarras por su parte también están en un tono óptimo dibujando los riffs más potentes y contundentes del nuevo retoño de los de Robb Flynn. Con "Imaginal Cells" quieren emular en parte a la industrial y poco convencional "Real Eyes, Realize, Real Lies" mientras que "Take Me Through the Fire" se convierte en un modesto final para un disco que no pasará a la historia por ser uno de los mejores de este 2014.
Por desgracia, Machine Head han entrado en un proceso de caída libre que no sabemos hasta dónde puede llegar, de hecho posiblemente ni los mismos interesados lo sepan. Una vez descubiertas las cartas sobre la mesa diremos que "Bloodstone & Diamonds" tiene cuatro o cinco bazas aceptables, que tampoco brillantes (no nos engañemos), pero que en cualquier caso no les sirven para ganar y menos aún para conseguir el aprobado...
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