SETLIST: Hell Awaits/ The Antichrist/ Necrophiliac/ Mandatory Suicide/ Captor Of Sin/ War Ensamble/ Hate Worldwide/ Disciple/ Implode/ Seasons In The Abyss/ Dead Skin Mask/ Raining Blood/ Black Magic/ South Of Heaven/ Angel Of Death/
Salimos corriendo de The Temple, tras la increíble actuación de Erik y sus Watain, para dirigirnos sin perder un segundo al Mainstage 2 y así poder disfrutar al completo de otro de los platos fuertes de la jornada inaugural del Hellfest 2014. Slayer eran los encargados de tomar el testigo de Iron Maiden, que habían finalizado su actuación en el escenario 1, y llevar a Clisson el verdadero poder del thrash metal. Slayer son de los pocos músicos que no dan lugar a sorpresas, en ese sentido podíamos calificarlos como básicos; cuando los tienes delante sabes lo que te toca, conoces a la perfección que durante la siguiente hora y pico van arrasar todo lo que se interponga en su camino, no dejando títere con cabeza... Siempre decimos que lo complicado de verdad es salir a tocar después de Slayer, eso es lo realmente jodido; ponerse encima de un escenario e intentar hacer mover el cuerpo a miles de metalheads que han visto el Infierno tan de cerca tan solo unos minutos antes es realmente complicado. Pero bueno, es lo que hay, tras varios cambios de horarios en su actuación, finalmente tocaron (para desgracia de muchos) a las once de la noche. Utilizamos la palabra desgracia, debido a que su actuación se solapaba con la que estaban dando Death To All en el escenario The Altar; dos bandas que en un principio mueven al mismo tipo de fan y que causó bastantes quejas a la organización del mismo. No obstante en estos macro festivales este tipo de solapamientos son inevitables dado el enorme número de bandas que en ellos tocan y la tremenda calidad de las mismas. Raro es que no tengas unos cuantos solapamientos en alguna de las tres jornadas que suelen durar estas fiestas del Rock y del heavy metal. Pero contra eso es muy difícil luchar, nunca lleve al gusto de todos; si a mí me favorece en una ocasión seguro que a otro le perjudica, y viceversa. Pero eso es lo que hay, ante este tipo de sucesos no queda otra que elegir, tirando más de corazón que de cabeza, porque no olvidemos nunca que la música es ante todo sentimiento.
Las primeras melodías que salen de la BC Rich de King y de la Schecter de Holt descifran con toda claridad que "Hell Awaits" iba a ser la encargada de abrir el show. Es una canción fantástica para abrir un concierto, durante muchos años fue empleada por los californianos para dar el pistoletazo de salida a sus directos. La usaron incluso en su época más exitosa a nivel de público tras la edición en 1990 de "Seasons In The Abyss", tal y como pudimos posteriormente comprobar con la grabación de uno de los mejores directos de la historia, "Decade Of Agression" (1991). Como sucedía en aquel directo, Slayer iban ganando intensidad según "Hell Awaits" iba creciendo y tomando cuerpo. Bostaph está muy centrado mientras el meticuloso Araya no pierde detalle de lo que hacen sus compañeros de escenario. La melodía desaparece cuando los riffs maquiavélicos del tema salen a escena, con todo el mundo volviéndose loco batiendo sus cabezas una y otra vez en el headbanging más atroz que haya visto en mucho tiempo. Da gusto empezar un concierto así, estos cabrones saben cómo meter adrenalina a base de guitarrazos.
"The Antichrist", de su debut "Show No Mercy" (1983), es la siguiente en caer al igual que sucedía en el mencionado "Decade Of Agression" (1991). Estaba claro que Slayer quería asegurarse la victoria esa noche, no habían venido a arriesgar, se limitaron a jugar con lo justo y a lo que saben, con sus ases en la manga (como todo el mundo) y con el convencimiento de que esta vez no se querían despistar. En ese sentido vuelven a tirar de "clásico" para la tercera de la noche. "Necrophiliac" sin ser uno de los temas más representativos de la carrera de Slayer, sí que conserva aún en directo el sabor añejo de su "Hell Awaits" (1985). Tiene la calidad y el temple del old school de los 80, ¡vaya sí se nota!, pero siempre acompañado de los avances y de los sonidos del nuevo milenio en cada una de sus notas. Les quedó realmente bien, muy alegre y vistosa, se nota que los cuatro miembros actuales están totalmente compenetrados, en una banda donde cada uno conoce su función y ninguno se sale de la misma.
Tengo que decir que el sonido del concierto, siendo bueno, no llegaba a la calidad del que disfrutamos por ejemplo en su último paso por la Península en el Sonisphere 2012, tras y como pudimos observar con claridad tras "Captor Of Sin" y "Mandatory Suicide". Le faltaba fuerza, se quedaba un tanto escaso teniendo en cuenta que Slayer son los que estaban enfrente. Bien es verdad que en el concierto del 2012 estábamos metidos en la parte delantera del Black Circle, y allí parecía que todo sonaba mejor. No obstante pienso que podrían haber hecho algo más; ellos son los amos de los decibelios y la caña, y hay que exigirles en ese sentido un poquito más. Además en esta ocasión no serviría de nada echar excusas baratas al escenario, ya que sobre esas mismas tablas tocaron Emperor y Behemoth, y madre mía como sonaron los noruegos y los polacos. Ellos fueron sin duda los grandes triunfadores del Hellfest 2014 junto a Black Sabbath y Watain; para un servidor los cuatro mejores conciertos de la última edición del prestigioso festival galo y de los que en esta ocasión Slayer se quedó un tanto rezagado.
Con "War Ensamble" echaron toda la carne en el asador, fantástico Gary Holt en el solo de la misma, demostrándonos que poco o nada tiene que envidiar al tristemente desaparecido Jeff Hanneman, ya que su virtuosismo le ponen en la cabeza de los mejores guitarristas de thrash metal. "Hate Worldwide", una de mis favoritas de su último "World Painted Blood" (2009), fue la siguiente en sonar en la noche de Clisson. Su potente riff y su despiadada melodía de poco más de tres minutos te hacen vibrar y sentir la música en estado puro. Cuando suenan canciones así es cuando de verdad entiendes de por qué amas tanto esta "puta" música y comprendes que te desvivas por ella...Con "Disciple", el clásico segundo corte de su "God Hate Us All" (2001), no dan tregua y la batería de riffs y punteos ultra-rápidos mantienen una secuencia despiadada, que prosiguió sin descanso con la presentación de su nuevo tema "Implode". Si el tema ya nos gustó en su versión de estudio, en directo no lo hizo menos. Suena a los Slayer clásicos, a los castizos y puros, a esos chavales que allá por los primeros 80 revolucionaron una música y un sonido que nunca fue apto para todos los públicos. "Seasons In The Abyss" y "Dead Skin Mask", con uno de los pocos solos que aún hace Kerry King, suenan a gloria bendita. Al fin y al cabo son dos de sus canciones más reconocidas que difícilmente se suelen quedar fuera de su setlist. Nada que objetar de las mismas...Y de aquí hasta el final pues ya os podéis imaginar, clásico tras clásico. Una atropellada "Raining Blood" sirve de antesala a una de mis favoritas, "Black Magic"-¡qué cariño le tengo a "Show No Mercy" (1983)!-para finalizar su actuación con otras dos temazos a los que nunca se les pone falta. Por un lado "South Of Heaven", sin duda una de las mejores canciones que ha firmado Jeff Hanneman. Me fascina todo en ella, desde su melodioso comienzo, con Gary Holt mostrando al personal su preciosa Schecter, hasta las partes más rabiosas con Bostaph ejerciendo de maestro de ceremonias, llevando en ese momento todo el peso de la actuación. El final del show una vez más vuelve a estar dedicado al atroz médico nazi Josef Mengele, encarnizado en su apodo, "el ángel de la muerte". "Angel Of Death" no necesita ningún comentario ni ninguna definición, "Angel Of Death" es THRASH METAL...Gran setlist, una pena el sonido.
Salimos corriendo de The Temple, tras la increíble actuación de Erik y sus Watain, para dirigirnos sin perder un segundo al Mainstage 2 y así poder disfrutar al completo de otro de los platos fuertes de la jornada inaugural del Hellfest 2014. Slayer eran los encargados de tomar el testigo de Iron Maiden, que habían finalizado su actuación en el escenario 1, y llevar a Clisson el verdadero poder del thrash metal. Slayer son de los pocos músicos que no dan lugar a sorpresas, en ese sentido podíamos calificarlos como básicos; cuando los tienes delante sabes lo que te toca, conoces a la perfección que durante la siguiente hora y pico van arrasar todo lo que se interponga en su camino, no dejando títere con cabeza... Siempre decimos que lo complicado de verdad es salir a tocar después de Slayer, eso es lo realmente jodido; ponerse encima de un escenario e intentar hacer mover el cuerpo a miles de metalheads que han visto el Infierno tan de cerca tan solo unos minutos antes es realmente complicado. Pero bueno, es lo que hay, tras varios cambios de horarios en su actuación, finalmente tocaron (para desgracia de muchos) a las once de la noche. Utilizamos la palabra desgracia, debido a que su actuación se solapaba con la que estaban dando Death To All en el escenario The Altar; dos bandas que en un principio mueven al mismo tipo de fan y que causó bastantes quejas a la organización del mismo. No obstante en estos macro festivales este tipo de solapamientos son inevitables dado el enorme número de bandas que en ellos tocan y la tremenda calidad de las mismas. Raro es que no tengas unos cuantos solapamientos en alguna de las tres jornadas que suelen durar estas fiestas del Rock y del heavy metal. Pero contra eso es muy difícil luchar, nunca lleve al gusto de todos; si a mí me favorece en una ocasión seguro que a otro le perjudica, y viceversa. Pero eso es lo que hay, ante este tipo de sucesos no queda otra que elegir, tirando más de corazón que de cabeza, porque no olvidemos nunca que la música es ante todo sentimiento.
Las primeras melodías que salen de la BC Rich de King y de la Schecter de Holt descifran con toda claridad que "Hell Awaits" iba a ser la encargada de abrir el show. Es una canción fantástica para abrir un concierto, durante muchos años fue empleada por los californianos para dar el pistoletazo de salida a sus directos. La usaron incluso en su época más exitosa a nivel de público tras la edición en 1990 de "Seasons In The Abyss", tal y como pudimos posteriormente comprobar con la grabación de uno de los mejores directos de la historia, "Decade Of Agression" (1991). Como sucedía en aquel directo, Slayer iban ganando intensidad según "Hell Awaits" iba creciendo y tomando cuerpo. Bostaph está muy centrado mientras el meticuloso Araya no pierde detalle de lo que hacen sus compañeros de escenario. La melodía desaparece cuando los riffs maquiavélicos del tema salen a escena, con todo el mundo volviéndose loco batiendo sus cabezas una y otra vez en el headbanging más atroz que haya visto en mucho tiempo. Da gusto empezar un concierto así, estos cabrones saben cómo meter adrenalina a base de guitarrazos.
"The Antichrist", de su debut "Show No Mercy" (1983), es la siguiente en caer al igual que sucedía en el mencionado "Decade Of Agression" (1991). Estaba claro que Slayer quería asegurarse la victoria esa noche, no habían venido a arriesgar, se limitaron a jugar con lo justo y a lo que saben, con sus ases en la manga (como todo el mundo) y con el convencimiento de que esta vez no se querían despistar. En ese sentido vuelven a tirar de "clásico" para la tercera de la noche. "Necrophiliac" sin ser uno de los temas más representativos de la carrera de Slayer, sí que conserva aún en directo el sabor añejo de su "Hell Awaits" (1985). Tiene la calidad y el temple del old school de los 80, ¡vaya sí se nota!, pero siempre acompañado de los avances y de los sonidos del nuevo milenio en cada una de sus notas. Les quedó realmente bien, muy alegre y vistosa, se nota que los cuatro miembros actuales están totalmente compenetrados, en una banda donde cada uno conoce su función y ninguno se sale de la misma.
Tengo que decir que el sonido del concierto, siendo bueno, no llegaba a la calidad del que disfrutamos por ejemplo en su último paso por la Península en el Sonisphere 2012, tras y como pudimos observar con claridad tras "Captor Of Sin" y "Mandatory Suicide". Le faltaba fuerza, se quedaba un tanto escaso teniendo en cuenta que Slayer son los que estaban enfrente. Bien es verdad que en el concierto del 2012 estábamos metidos en la parte delantera del Black Circle, y allí parecía que todo sonaba mejor. No obstante pienso que podrían haber hecho algo más; ellos son los amos de los decibelios y la caña, y hay que exigirles en ese sentido un poquito más. Además en esta ocasión no serviría de nada echar excusas baratas al escenario, ya que sobre esas mismas tablas tocaron Emperor y Behemoth, y madre mía como sonaron los noruegos y los polacos. Ellos fueron sin duda los grandes triunfadores del Hellfest 2014 junto a Black Sabbath y Watain; para un servidor los cuatro mejores conciertos de la última edición del prestigioso festival galo y de los que en esta ocasión Slayer se quedó un tanto rezagado.
Con "War Ensamble" echaron toda la carne en el asador, fantástico Gary Holt en el solo de la misma, demostrándonos que poco o nada tiene que envidiar al tristemente desaparecido Jeff Hanneman, ya que su virtuosismo le ponen en la cabeza de los mejores guitarristas de thrash metal. "Hate Worldwide", una de mis favoritas de su último "World Painted Blood" (2009), fue la siguiente en sonar en la noche de Clisson. Su potente riff y su despiadada melodía de poco más de tres minutos te hacen vibrar y sentir la música en estado puro. Cuando suenan canciones así es cuando de verdad entiendes de por qué amas tanto esta "puta" música y comprendes que te desvivas por ella...Con "Disciple", el clásico segundo corte de su "God Hate Us All" (2001), no dan tregua y la batería de riffs y punteos ultra-rápidos mantienen una secuencia despiadada, que prosiguió sin descanso con la presentación de su nuevo tema "Implode". Si el tema ya nos gustó en su versión de estudio, en directo no lo hizo menos. Suena a los Slayer clásicos, a los castizos y puros, a esos chavales que allá por los primeros 80 revolucionaron una música y un sonido que nunca fue apto para todos los públicos. "Seasons In The Abyss" y "Dead Skin Mask", con uno de los pocos solos que aún hace Kerry King, suenan a gloria bendita. Al fin y al cabo son dos de sus canciones más reconocidas que difícilmente se suelen quedar fuera de su setlist. Nada que objetar de las mismas...Y de aquí hasta el final pues ya os podéis imaginar, clásico tras clásico. Una atropellada "Raining Blood" sirve de antesala a una de mis favoritas, "Black Magic"-¡qué cariño le tengo a "Show No Mercy" (1983)!-para finalizar su actuación con otras dos temazos a los que nunca se les pone falta. Por un lado "South Of Heaven", sin duda una de las mejores canciones que ha firmado Jeff Hanneman. Me fascina todo en ella, desde su melodioso comienzo, con Gary Holt mostrando al personal su preciosa Schecter, hasta las partes más rabiosas con Bostaph ejerciendo de maestro de ceremonias, llevando en ese momento todo el peso de la actuación. El final del show una vez más vuelve a estar dedicado al atroz médico nazi Josef Mengele, encarnizado en su apodo, "el ángel de la muerte". "Angel Of Death" no necesita ningún comentario ni ninguna definición, "Angel Of Death" es THRASH METAL...Gran setlist, una pena el sonido.
© 2014 Lord Of Metal
Fotos de Ozirith (HELLFEST)