Apenas ha pasado año y medio de su debut discográfico y Harakiri For The Sky vuelven con su segundo retoño bajo el brazo. Los austriacos ya nos dejaron con los ojos (y sobre todo los oídos) bien abiertos, apoyados en el grandísimo potencial de su fascinante ópera prima "Harakiri For The Sky" (2012) que tanto nos agradó en esta santa casa. Con "Aokigahara" los austriacos no sólo consiguen llegar al mismo nivel que con su predecesor, sino que van un poquito más allá en su música y sus pretensiones como banda. "Harakiri For The Sky" (2012) no dejaba de ser una primera toma de contacto para medir la sensibilidad y la reacción de la gente ante lo que a posterior se convertiría en una magnífica obra de black metal depresivo. Con "Aokigahara" se despejan todas las dudas (si es que alguien tenía alguna) de golpe y porrazo, dejando ver bien clarito que lo de Harakiri For The Sky no es flor de un día y que para nada se corresponde con un episodio ocasional o puntual de "exquisita creatividad". Esta pareja de ases saben muy bien lo que hacen, saben moverse y saben movernos al son que dicta su música, tienen un regusto especial por las cosas bien hechas, eso es algo que se ve y se nota. Si algo tiene la música de HFTS es ante todo sentimiento; al igual que dije en su momento con su anterior disco, sigo creyendo que no resulta difícil emocionarse con la música y el sentimiento que emana de los pasajes ocultos y fúnubres de su música. HFTS no son una banda más de black o doom metal, estos tipos han venido para quedarse, aquí dentro hay mucha "chicha" y hay mucho donde rascar y disfrutar.
Un primer cambio importante de este segundo álbum con respecto a su homónimo de 2012 es la duración del mismo. Si en "Harakiri For The Sky" el metraje del mismo apenas acariciaba los cuarenta minutos de duración, en este caso, con "Aokigahara" se pulen con creces la hora, lo que se traduce en duplicar su trabajo...Eso en cuanto al tema más físico y perceptible, pero es que en cuanto a su nivel musical tenemos que decir que no bajan ni un ápice su constancia y calidad. HFTS siguen sonando a gloria bendita, siguen transmitiendo con su nuevo trabajo ese halo de negrura y desesperanza que tanto disfrutamos en temas como "02-19 Am, Psychosis" o en "Lungs Filled with Water", por cierto, mi favorito de su primer disco...MS y JJ vuelven a estar en estado de gracia (pienso que esta gente va a ser muy raro que dejen de estarlo alguna vez) comportándose como dos todoterrenos dentro del metal extremo, a quienes les da igual meterse con una canción más black que otro más death u otra más doom. No tienen problema, se mueven como peces en el agua cuando se trata de hacer música y transmitir sentimientos con ella. Si "Harakiri For The Sky" (2012) me pareció una obra maestra, este nuevo trabajo no me lo parece menos.
Al igual que sucedía en "Lungs Filled with Water", en "My Bones To The Sea" las guitarras claras y transparentes de MS marcan el prólogo de un tema que coge fuerza y consistencia según le va arrancando segundos al crono. Cuando hablamos de fuerza no hay que confundirlo con velocidad, ya que el tema discurre siempre por líneas más profundas que rápidas. La canción es muy compacta, tiene músculo y tiene garra; las melodías son perfectas, con unos riffs tan largos como concisos con los cuáles no es difícil entrar en modo "off". Es lo que tiene la música de HFTS, no está hecha para todos los paladares, pero sí para los más exquisitos y exigentes...Con "Jhator" MS y JJ, se vienen arriba, coqueteando con el black metal melódicos de la vieja guardia sueca encabezada por Quorthon o Nodveidt y donde sus respectivas bandas, Bathory y Dissection, marcaron un antes y un después en la forma de entender el true black metal. La voz de JJ en este nuevo álbum es si acaso más agresiva y dinámica que la contenida en su predecesor, donde se muestra a un vocalista como mucho carácter, donde las épicas estrofas te van desgarrando el corazón y el alma ante la destreza y perfección con la que siempre trabaja el cantante austriaco. "Homecoming, Denied", que con sus más de ocho minutos se convierte en el corte más largo de todo el álbum, es otro de los tracks que invita a detenerse y saborear. Sin duda es uno de los que más enganche y empaque tiene en el concepto global del álbum. Me recuerda mucho en su lírica a "From Yesterday to Ashes" del anterior vástago de los austriacos, aunque en esta ocasión cuenta con una fuerza un tanto inusitada para un tema de este calado. La canción juega constantemente con la misma melodía, pero estos cabrones saben hacerlo tan bien, que sus siete minutos de duración se te pasan volando. Se nota que el tema está muy trabajado y muy pulido, no dejando ni una sola nota a la aventura o al desdén del azar.
Con "69 Dead Birds For Utoya" los austriacos quieren rendir un pequeño homenaje a los 69 fallecidos en la isla noruega de Utoya el 22 de Julio de 2011 a manos de Anders Breivik. Musicalmente estamos ante una obra de gran calado, donde las guitarras cobran una mayor presencia en detrimento de la voz (que normalmente es la que marca la pauta en la música de HFTS) y donde los fenómenos doom pierden fuelle en favor de otros más clásicos y heavys (que no blackers). Podríamos decir que "69 Dead Birds For Utoya" es la canción más homogénea y sencilla del álbum, donde deciden aparcar las complicaciones para centrarse en la sencillez y la efectividad...No podemos decir los mismo de "Parting" o de "Burning From Both Ends", donde los austriacos recuperan su regusto por los cambios y locuras sónicas, en lo que son los temas más directos y opulentos de "Aokigahara" y donde el perfil depresivo y funesto vuelve a hacer acto de presencia erigiéndose como su principal arma letal.
En la parte final con "Panoptycon" y sobre todo con "Nailgarden" siguen por la senda del mal, volviendo a recuperar su lado más blacker y transgresor y donde los apenas imperceptibles dobles bombos no dejan de ser meras comparsas al lado de los aterradores chillidos de un desbocado JJ, que quiere mostrar al mundo entero el tremendo potencial que se esconde tras sus cuerdas vocales. El disco finaliza con la contundente y certera "Gallows (Give'em Rope)", en lo que viene a ser un breve resumen de todo lo vivido y acontecido en la hora anterior...Si os gusta el black de tinte melódico y el doom más oscuro y funesto, Harakiri For The Sky es vuestro grupo.
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