SETLIST: Mountain Wolves Under a Crescent Moon/ Son of the Jackal/ Ravenous Abominations/ Summon all Hate/ Pray and Suffer/ Black Baron/ Death's Head March/ Cult of the Dead/ Morbid Death/ Legion of the Damned/
"Madrid, ¡¡¡We are Legion Of The Damned!!!...", era la breve presentación que Maurice Swinkels dedicaba al foso madrileño de la sala Shoko antes de que su banda, Legion Of The Damned, dinamitara la cabeza a todos los allí congregados con el misil más rápido y certero ("Mountain Wolves Under a Crescent Moon") de su último trabajo de estudio "Ravenous Plague" (2014). Sinceramente, hacía mucho, pero que mucho tiempo (y no lo digo como coletilla) que no vivía un concierto con tanta fuerza y con tanta intensidad; la banda logró ponerme histérico y nervioso (y mira que eso es raro) con su enorme pegada y con su brutal empuje. Estos monstruos (y es que no se les puede calificar de otra forma) pusieron patas arriba una atestada sala Shoko, voraz y sedienta de música extrema, con ganas de pasárselo bien y de disfrutar de una suculenta ración de buena música. La gente, que ya venía calentita de Mortillery y sobre todo de Flotsam & Jetsam sucumbió ante una de las bandas que más potencia despliegan hoy por hoy en directo. Resulta impactante ver sobre el escenario a cinco tipos de cerca de 1,90 m descargar toda su rabia y toda su música contra una afición que poco más puede hacer que verlas venir, no dejando de ser meros títeres en las manos despiadadas de Maurice y compañía. Es realmente sorprendente ver como Maurice o como Twan van Geel (al que teníamos justo en frente) daban una lección de profesionalidad y de actitud sobre un escenario, que en más de una ocasión se les quedaba pequeño. Esta gente sí que sabe cómo debe comportarse un grupo telonero (aunque sinceramente pienso que esta palabra a ellos no les hace ninguna justicia) y como exprimir a fondo los escasos cuarenta y cinco minutos con los que suelen contar las bandas que cuelgan dicho calificativo.
Por suerte el aclamado "Cult Of Dead" no tarda en aparecer, en este caso con el primer corte, propiamente dicho, del álbum. Precedida por la intro que también se contenía en el disco, "Sermon Of Sacrilege", y con un Hein en posición adelantada, imitando con gesto tenso y sobrio las palabras que salían del fausto predicador, arranca la visceral "Pray And Suffer", uno de los temas que más júbilo y mejor reacción tuvo en el cada vez más conocido foso madrileño de Shoko; una sala que en los últimos meses se ha posicionado como una de las referentes de la capital en cuanto a albergar conciertos de bandas de rock y metal. "Black Baron" sirve de antesala al que sería otro de los momentos de la noche, esta vez no se achican y van a lo seguro tirando de pasado y de clásico. Del que es para mí su mejor disco, "Legion Of The Damned" (2006), descargan la abominable "Death's Head March", un soberbio tema que incitaba a la participación en los numerosos circle pits que se pudieron ver durante los pocos más de cuatro minutos de su metraje. Todo un emblema y toda una maravilla que acabó por rematarnos y dejarnos exhaustos ante la que a buen seguro será una de las giras del año.
Pero para los valientes que se blandían en batalla en la parte central del foso madrileño aun quedaba más armamento. "Cult Of The Dead" y "Morbid Death" muestran el buen momento de forma por el que atraviesa la banda holandesa y demuestra que Maurice sabe trabajar y sabe cuidar muy bien su voz, ya que después de cuarenta minutos de concierto la misma sigue tan perfecta y sólida como en la primera canción, la misma conserva la fuerza y la intensidad de cuando nos saludo con el mítico "Madrid, ¡We are Legion Of The Damned!"... y con la canción que honra su nombre y da título a su primer álbum se despiden a lo grande germinando con otra buena ración de headbangings para delirio y deleite de los amantes de la buena música. Fantásticos, enormes, sin duda los grandes triunfadores de la noche.
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