Nunca se me olvidará la primera vez que vi a Suicidal Angels en directo, era una terrorífica tarde de calor de mediados de Junio, el cartel que se erigía y se mostraba aquella noche en la mítica sala Arena de Madrid era de esos que marcan época y de los que no te deberías perder por nada del mundo si lo tuyo es el metal. Nada más y nada menos que teníamos la oportunidad de ver sobre un mismo escenario a Suicidal Angels, Heathen, Death Angel (madre mía, que concierto se marcaron los de la Bay Area) y Exodus como cabeza de cartel del evento; eso sí, estos últimos con la sensible baja en sus filas de Gary Holt debido a sus compromisos con Slayer, sustituyendo al posteriormente malogrado Hanneman. Como ya os podéis imaginar y con esos nombres sobre el tapete el thrash estaba asegurado en Madrid aquella calurosa noche de verano. Lo primero que me llamó la atención de Suicidal Angels era la humildad con la que actuaban los griegos en todo momento. Nada más llegar a la sala y a escasos minutos de empezar su actuación podías ver a Angel (bajista) en el puesto de merchandising vender camisetas y discos con una facilidad pasmosa, como si de un feriante se tratara. Pero lo más grande no era el hecho de que despachase material de Suicidal Angel (hasta cierto punto entendible), sino que camisetas de Exodus o versiones remasterizadas de "The Utra-violence" salían a espuertas de sus manos hacia los fans más acérrimos de las otras dos bandas californianas.
Nosotros, al ver al bueno de Angel detrás del "mostrador", no tardamos en acercarnos a él para hacernos con una copia de "Bloodbath" (2012), trabajo que estaban presentando por entonces en dicha gira al más puro estilo Big Four. Le preguntamos amablemente sí podía firmarnos la copia, hecho ante el cual él accedió gustosamente, prometiéndonos además que los otros tres miembros del grupo harían lo mismo tras el cierre de su actuación. Dicho y hecho, tras sonar "Apokathilosis" la banda al completo vuelve al puesto de merchandising para cumplir la promesa de Angel y así poder conseguir nuestra ansiada copia firmada por los cuatros jinetes griegos...Con hechos así es donde ves la grandeza de un grupo, trabajando desde abajo, con una humildad y con una delicadeza que ya quisieran muchos para sí. Pero por desgracia es ésta una virtud que solo tienen unos pocos, aunque por suerte para nosotros aquella noche dimos con unos de esos pocos elegidos.
Suicidal Angels vuelven a la carga dos años después de editar "Bloodbath" (2012), un álbum que les corrigió el desvío y la dirección (en nuestra opinión errónea) que habían tomado con la edición de "Dead Again". El problema básico que tenía dicho álbum no era otro que el enorme parecido que tenía su sonido con el de la marca Slayer. Podríamos decir que en general todas las canciones tenían el sello inconfundible del sonido King/Hanneman, y humildemente pienso que Suicidal Angels no tenían que haber recurrido a dicha operativa, no les era para nada necesaria, ya que "Sactify The Darkness" era un disco fascinante donde el Thrash brillaba con luz propia y carecía de peligrosos parecidos razonables.
Con este nuevo álbum, "Divide And Conquer" Nick y compañía nadan entre dos aguas, por un lado tienen destellos llamativos que ya aparecían y se dejaban ver en su anterior "Bloodbath", pero por otro lado recaen en errores del pasado dejándose influenciar en demasía por sus idolatrados Slayer. Con ello no quiero decir que sea un disco malo, porque no lo es; además las composiciones esta vez distan (y para bien) mucho de las que contenía "Dead Again", un disco mucho más lineal y aburrido que el que ahora nos traemos entre manos. "Devide And Conquer" tiene grandes aciertos como la fabulosa "Marching Over Blood" (muy del estilo de la homónima que abría su anterior "Bloodbath") done el riff principal irradia azufre por cada una de sus notas, un riff con un tempo capaz de romperte y partirte por la mitad en sus poco más de tres minutos de duración. Destacar el fabuloso sonido de la guitarra de su nuevo fichaje, Chris, tras la marcha y el abandono de Panos el año pasado; suena realmente bien, muy potente y muy clara creando un contraste muy atractivo con el tono más oscuro y old school de los riffs de Nick. "Seed Of Evil" es de esas canciones que van ganando fuerza y percusión según van pasando los segundos y el tiempo la va consumiendo. Su tranquilo comienzo suelta el freno de mano cuando la bronca voz de Nick toma presencia y protagonismo escupiendo unas líneas fabulosas, mientras las guitarras acompasan de forma magistral y milimétrica su nutrida voz. Debido a su largo metraje puede que el tema en ciertos momentos se vuelva un tanto aburrido, auspiciado sobre todo por su excesiva linealidad y por sus escasos cambios de ritmo. Pero bueno, tampoco nos llevemos las manos a la cabeza, ya que como antes comentaba según vas dándole oportunidades va ganando en acepciones.
El thrash old school vuelve a hacer acto de presencia con el tema que bautiza el nuevo álbum, "Divide And Conquer" sigue la estela marcada por "Marching Over Blood", donde puedes ver como tres minutos dan para mucho si Suicidal Angels están detrás. Nada que objetar en una canción que te devora desde el primer segundo, un tema lleno de rabia que ha nacido para su uso y disfrute en directo...Tras la artillería pesada que supone "Divide And Conquer", "Control The Twisted Mind" toma el mando del frente en un comienzo muy similar al visto en "Seed Of Evil", aunque esta vez más abrupto y fiero. Si "Seed Of Evil" podía caer en el hastío con "Control The Twisted Mind" eso no sucede, ya que los cambios y la alternancia de solos se mantiene durante sus siete minutos de duración en un tema muy trabajado y pulido; se nota que esta vez le han puesto mimo y cariño..."In The Grave" muestra a los Suicidal Angel más retorcidos y clásicos (por cierto, con un buen video musical), mientras que "Terror Is My Scream" te cae como una patada en la boca, ¡joder, qué temazo!, esto sí que es una canción de thrash metal hecha con un par de pelotas. Fantástico el solo de Chris, tirando de trémolo, mientras sus astutos y meticulosos dedos se mueven a velocidad de vértigo por los últimos trastes de su Jackson.
La parte final con "Pit Of The Snakes", "Kneel To The Gun" y sobre todo con "Lost Dignity" es la peor, en ellas ves como el cuarteto busca a la desesperada el sonido y la secuencia Slayer, en lo que es una actitud un tanto infantil por su parte. La batería de Orfeas lucha sin tregua por asimilarse a la de Lombardo en un enfrentamiento que carece de sentido alguno. Lo mismo les sucede a los solos de Chris y de Nick, que lejos de intentar tener un poquito de originalidad se vuelven tan sucios y farragosos como los de King y Hanneman; una lástima...Sin lugar a dudas estos tres temas forman la cruz de "Division and Conquer", que cierra sin embargo a lo grande con uno de los temas más dinámicos y frescos; "White Wizard" tiene el don de contar con varios de los riffs más rompedores y alucinantes de su discografía, creando un enjambre de sonidos con el cual no es difícil volverse loco. No sé si tendremos la suerte de poder escuchar alguna vez "White Wizard" en directo, pero de poder hacerlo, seguramente sería uno de los mejores momentos de un concierto de Suicidal Angels. Y digo con buen criterio "uno de los mejores", porque el mejor será siempre "Apokathilosis"...
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