Mi principal problema con Alter Bridge eran y siguen siendo, en realidad, dos: Mark y Tremonti, porque nunca presté demasiada atención a un disco como "One Day Remains" (2004) por la consiguiente losa que suponían Creed y es que, cualquiera que viviese los noventa con algo de pasión por la música, sabe de lo que hablo cuando menciono al grupo de Tremonti y el insoportable Stapp, un grupo post-grunge, alternativos pero de diseño, que se aprovecharon del tirón de esos grupos del norte de Estados Unidos que enarbolaron la angustia adolescente hasta el mainstream. Creed eran unos petardos, un subproducto abominable que murió en "Weathered" (2001) para volver de manera innecesaria en "Full Circle" (2009) mientras Stapp se sigue arrastrando por los escenarios y programas de televisión luciendo lo que le queda de palmito y eructando con olor a alcohol, intentando hacernos creer que posee algo de carisma y originalidad en su forma de cantar. De aquella necesaria defunción nacieron Alter Bridge con Tremonti a la cabeza y, poco a poco y gracias al altísimo, Myles ha ido ganando más y más protagonismo hasta dejar a Tremonti y la historia de Creed, Marshall y Phillips, como algo anecdótico. "Blackbird" (2007) no convenció a los redactores más duros de nuestra web que no veían con buenos ojos esa agresividad cada vez más moderada, más FM y con "AB III" (2010) nos largamos a Suiza a verles porque -aunque Alter Bridge, no eran lo más jugoso de un festival con Judas Priest, Maiden, Slipknot, Mastodon, In Flames, Bizkit o Whitesnake- tampoco podíamos perder la oportunidad de verles y Myles defendió su dura posición en el festival, en una hora totalmente antipática con los primeros calores de la tarde, con un buen repertorio y mucha entrega y todos en la redacción rescatamos "AB III" con cariño tras aquel concierto.
De la aventura de Myles con Slash poco diré porque no me gustó, su concierto en Madrid fue deslavazado y, aunque ahí estaban las canciones de los Guns, Slash y Myles, aquello se quedó cojo. Honestamente, Myles me cae bien pero, aunque tenga carisma, no puede competir con la enorme sombra de Axl y verle cantar temas como "Civil War" o "Sweet Child O' Mine" e imitar el tono nasal de Rose convirtió la experiencia de un concierto a un karaoke. Que nadie me malinterprete pero quiero ver a Myles cantando su propio material, no emulando a Axl o Weiland y no, tampoco al inmortal Robert Plant. No tengo ningún problema con Kennedy, es un tipo agradable, guapete para ellas y con buena voz para nosotros pero todo en su sitio y justa medida. Después de aquello, un disco más con Slash, el sobrevaloradísimo "Apocalyptic Love" del 2012 y "All I Was" de Tremonti en el mismo año y del que no diré nada por no envenenarme…
Y, por fin, en el 2013, se descuelgan con "Fortress", dejándose de rumores y más y más tentativas a estar en "revivals" de otras bandas legendarias o a la sombra de Slash ahora que éste parece estar descansando. Llevamos dos largos meses dándole al disco, hincándole el diente, buscándole pegas y disfrutando de sus canciones y podemos confirmar que nos parece el mejor hasta la fecha. Myles y Tremonti han conseguido darnos en la cara con el álbum que ninguno esperábamos tras, el a veces demasiado autocomplaciente, "AB III" y así dar un paso de gigante.
El comienzo de "Cry of Achillies" es sorprendente con esa guitarra de aires clásicos y el "in crescendo", así como su estribillo suenan épicos en los más de seis minutos que dura el torbellino en el que se convierte. No hay que perder de vista a Phillips y Marshall con una base rítmica que quita el hipo pero es eclipsada por la voz de Myles que, aunque me recuerda demasiado a la de Kotzen o Cornell, parece que poco a poco ha ido ganando en personalidad. El puente es maravilloso y sirve a Tremonti para hacer un solo muy alejado de su estilo, un diez por esa búsqueda y no haberse abandonado como parecía haber hecho. "Addicted To Pain" vuelve a los Bridge de la casa pero gana en solidez en el estribillo y la urgencia del riff principal, de nuevo un puente de lujo en el que parece que la tensión va a romper la canción y, esta vez sí, un solo más clásico de Tremonti que, a pesar de su dinamismo, rompe un poco la crudeza de la canción.
"Bleed It Dry" comienza de manera poderosa, como un zarpazo, pero pronto pierde fuelle en la estrofa y debemos dar gracias de nuevo a Myles porque él es quien la eleva por encima del machacón riff de guitarra. El primer bajón del disco viene con "Lover", un calco de los Alice In Chains más "desenchufados" y es que, por momentos, parece "Brother" o bien "No Excuses" comenzando con la misma nota y ritmo. De aire ensoñador, desmerece los tres primeros cañonazos del disco. Menos mal que recuperamos músculo con "The Uninvited" que por momentos roza el Metal más actual gracias a un opresivo riff, gana en emocionalidad en los estribillos y a un ritmo endiablado nos vamos a "Peace Is Broken", una buena descarga de electricidad pero que también me pone en sobreaviso, ¿por qué Alter Bridge suaviza tanto sus estrofas?
"Calm The Fire", con un comienzo etéreo es engañosa porque, con el mismo ingrediente de "Cry Of Achillies", pronto se convierte en una canción épica y llena de melodía, con diferentes cambios de ritmo y aunando lo mejor del grupo. "Water Rising" es puro relleno, no es posible tener a un cantante como Myles y relegarle a hacer los coros de Tremonti y esto se evidencia en el estribillo, ya que el guitarrista de Creed es jodidamente incapaz de alcanzar el tono quedándose corto ante un Myles que le devora. "Cry A River " vuelve a dejar las cosas claras y sube de nuevo la tensión del disco pero, aunque es un gran tema, parece que la triada con la que abren este "Fortress" es difícil de superar y eso se confirma en "Farther Than The Sun" en la que la voz de Myles surfea sobre los riffs de Tremonti buscando la "canción perfecta" hasta llegar a la balada que es "All Ends Well" (ésta sí, una buena canción lenta, acústica y lejos de la "nadería" en la que se queda "Lover") y con "Fortress" nos demuestran que, a veces, lo mejor se hace de rogar, regalándonos una de las mejores de todo el disco con sus estrofas repletas de sentimiento y juegos de guitarras.
Su mejor disco hasta la fecha pero soy de los que quieren creer que lo mejor de Alter Bridge está por llegar, "Fortress" les lleva en la buena dirección pero todavía hay cositas que pulir aquí y allá. ¿Algo más? Sí, la portada de Dani Tremonti es indigna de un álbum así y, por favor, presten atención a las letras, no tienen desperdicio.
© 2013 Jack Ermeister