Resulta muy difícil escribir una crítica sobre Kings Of Leon pero no por la profundidad o complejidad de su obra sino por lo bien que saben hacerlo cuando quieren y el cariño que generan entre sus seguidores. No es de recibo mencionar a U2 o Lynyrd Skynyrd porque son referencias gratuitas y, por mucho que nos sorprenda, no tan evidentes como la crítica se empeña en remarcar como aval de sus habitualmente injustificados ataques al grupo de los Followill. Está clara su querencia por Lynnyrd pero no es esencial ni significativa en su obra más que, por ejemplo, todos esos grupos de Garage Rock de los setenta y, por mucha camisa de cuadros que lleven o la crítica se ensañe con ellos -de manera totalmente subjetiva- por su aspecto, lo cierto es que Kings Of Leon son buenos en directo y sus canciones tienen un indudable gancho.
Pero lo cierto es que, sin hacerlo nada mal en este "Mechanical Bull", parecen incapaces de remontar el vuelo tras el éxito de "Only By The Night" (2008). No me refiero a que lo superen o graben a estas alturas una segunda parte o el disco de sus vidas (que estoy convencido de que tiempo hay de sobra para una banda tan joven), sino de hacerle ver a la crítica y su público más exigente que siguen haciendo buenas canciones aunque no estemos hablando de un nuevo "Sex On Fire" o "Use Somebody" como pelotazos comerciales y así remontar el vuelo tras el efecto demoledor de un disco como "Only By The Night", por el que el grupo estuvo a punto de desaparecer y Caleb de sucumbir en el mundo de las adicciones. Desde luego, no deja de sorprenderme que "Only By The Night" se haya convertido en su disco de referencia cuando, a mi gusto, "Aha Shake Heartbreak" es claramente superior y derrocha frescura en cada uno de sus cortes.
Es cierto que "Mechanical Bull" es a ratos muy complaciente y pierde fuelle pero es ligeramente superior a "Come Around Sundown" (2010). También, que a veces se hace lento y opaca el resultado final de un álbum al que hay que esforzarse en llegar pero, aunque a más de un "redactor esnob de revista" le entre hurticaria leer esta crítica (y soy consciente de que lo harán), es imposible negarse a una canción como "Supersoaker", "Temple" o mi favorita "Don't Matter". "Mechanical Bull" sabe a Kings Of Leon tanto como sólo ellos saben, ¿qué es lo que estábamos esperando? ¿Acaso que diesen un giro radical en su propuesta y se lanzasen en manos de la electrónica, que compusiesen largos desarrollos progresivos, que hiciesen blues? Cuando pincho un disco de Kings Of Leon quiero que suene como este "Mechanical Bull", igual que cuando me pongo en los cascos lo nuevo de Motörhead, no quiero experimentos, no quiero nada más que buenas y nuevas canciones con los ingredientes que tanto me gustan.
Así, "Supersoaker" es una continuación del "sonido Followill", de ritmo acelerado y entretenida, ideal para abrir un disco o un concierto, pegadiza y radiante. Si me gusta "Aha Shake Heartbreak" no veo por qué me tiene que disgustar "Supersoaker", su bajo es como un chicle y el piano enfatiza la melodía. Continúan el día soleado con "Rock City" pero con más "feeling" y empezamos a descubrir que, aunque "Mechanical Bull" pueda, por desgracia, resultar inofensivo en algunos momentos, su digestión es claramente más placentera que la de "Come Around Sundown" (en el cual había canciones que debían ser obviadas para disfrutarlo como álbum), "Don't Matter" es todo un acierto en tercera posición porque su urgencia y ramalazo garajero se cuelan tras "Rock City" y la bienvenida de "Supersoaker". Esta vez son las guitarras las que se agolpan y saturan el sonido mientras la garganta de Caleb hace las delicias y se lleva el protagonismo. He leído críticas al aspecto de los Followil; a su supuestamente y pretendida descuidada imagen, a su afán de ser los nuevos U2 (por favor, qué estupidez) pero, desde que se publicó este "Mechanical Bull" ni una sola a la evolución de Caleb como cantante. Su voz es una de las más bonitas del Pop-Rock actual y hace subir la nota de las canciones del grupo, sabe darle emoción y emotividad a composiciones que en otras cuerdas vocales pasarían inadvertidas y olvidadas.
"Beautiful War", a medio camino entre el country y el "hippiesmo", resulta deliciosa y ahonda en la emoción, me gustan sus guitarras y el aire que le saben imprimir pero no es más que un pequeño aperitivo para el single "Temple" y, sobre todo, "Wait For Me" que, aunque no llegue a convertirse en todo un éxito, si que parece levantar la cabeza tras "Only By The Night" para lucir todo lo bien que saben en el estribillo y aderezar "Mechanical Bull". Como la vacilona "Family Tree" que bebe directamente del funky y el rock más desenfadado de los setenta, una de las más contagiosas del disco y que seguro les dará buen juego en directo. En "Comeback Story" pierden ligeramente la identidad para hacer una segunda parte de "Revelry" en "Tonight" y sonar épicos y ochenteros en "Coming Back Again" en la que, sin embargo, el nuevo traje no les sienta nada mal con esos coros y el acelerado ritmo de batería.
Cierra "On The Chin" de manera relajada con un "steel", unas guitarras llenas de trémolo y un tono "comunero" que se agradece como despedida. Como "bonus track", "Work On Me" y "Last Mile Home" que, sinceramente, no aportan nada a la nota final de este "Mechanical Bull".
Cierra "On The Chin" de manera relajada con un "steel", unas guitarras llenas de trémolo y un tono "comunero" que se agradece como despedida. Como "bonus track", "Work On Me" y "Last Mile Home" que, sinceramente, no aportan nada a la nota final de este "Mechanical Bull".
Las comparaciones con U2 son odiosas porque son esgrimidas por gente que no tiene ni idea de quiénes son los irlandeses y lo que significaron en los ochenta y primeros de los noventa (esos mismos tampoco saben nada sobre Ronnie Van Zant). Utilizarlo como vara para medir a un grupo como Kings Of Leon o como sinónimo de "Arena Rock" para justificar la orientación o aspiraciones de grupos relativamente jóvenes como éstos o The Strokes, The Killers o Coldplay es un argumento tan poco acertado como ya usado hasta la extenuación . Los Followil han vuelto ha grabar un buen disco pero no una obra maestra, un disco que da la sensación que es un pasito más, no necesito que graben obras maestras ni tampoco tengo la mala baba suficiente como para criticarles constantemente, son buenos en lo que hacen y punto. ¿Qué más les podemos pedir?
© 2013 Jack Ermeister