Si somos sinceros tenemos que reconocer que en Blogofenia no nos resulta nada complicado hacer una crítica o una review sobre cualquier producto que lleve impreso el sello de la marca Schaffer. Para alguien como nosotros, que lleva siguiendo la carrera del viejo rockero desde hace más de 20 años, es relativamente sencillo saber que el guitarrista americano tiene un gusto especial sobre todo lo que tiene que ver con el mundo "Iced Earth", ya sea en su música, en su composición, en su producción e incluso en sus dibujos y portadas. No vamos a descubrir ahora la pólvora ni menos aún inventar nada, en esta vida por suerte o por desgracia ya está todo inventado; todos sabemos de buena tinta que Schaffer tiene muchos fans, pero de igual modo a nadie se le escapa que el mítico guitarrista tiene otros tantos y grandes detractores...pero nos posicionemos en un lado u en otro de la balanza tenemos que ser conscientes y sinceros y a tal efecto reconocer que estamos ante uno de los tíos más entrañables y más currantes del heavy metal.
Schaffer no ha tenido nunca mucha suerte con sus músicos, y éste es posiblemente su lado más débil. Ya no entro a valorar si es por culpa suya o por culpa de los demás músicos, supongo que después de tantos años habrá un poco de todo; al margen de que cada uno de nosotros tendrá sus posturas y sus ideas al respecto. Lo que sí es cierto, y por otra parte innegable, es la cantidad de músicos que han ido pasando por todos y cada uno de los discos del norteamericano. Por historia sabemos que los cambios en campos como la guitarra, bajo o batería hacen menos daño y son más livianos, pero cuando lo que tocamos es la voz el tema se torna mucho más complicado y engorroso...Demasiados cambios, demasiados enfados que se traducían en demasiadas entradas y salidas...que si Barlow, que si Ripper, que si ahora vuelve Matt y que si al disco siguiente vuelve a salir y así sucesivamente. Espero de verdad que con Stu Block la cosa cambie y se empiece a ver una banda más estable y más compacta, y sobre todo que de la sensación de ser una banda más duradera y compacta, que no sea flor de un disco o de dos; esperamos de verdad que el matrimonio Schaffer-Block se consolide y fructifique en el tiempo.
Stu es sencillamente genial, estamos ante un cantante de apariencia humilde pero de un apabullante expresión sobre el escenario. Un tipo normal y sencillo que disfruta como un niño en cada uno de sus trabajos y en cada una de sus actuaciones. A nivel personal he de reconocer que me gusta más para Iced Earth que Ripper Owens, creo que encaja más con el perfil de la banda de Schaffer, ya que su tono grave luce y representa más a una banda que históricamente se ha movido con líneas vocales roncas y oscuras. Por supuesto, con ello no quiero decir para nada que Ripper no hiciera una buena labor en su etapa; no pienso que fuera culpa suya que "The Glorious Burden" o "Framing Armageddon" no tuvieran toda la repercusión que debieran haber tenido. Es verdad que el cambio era difícil de asimilar, se acababa de marchar Barlow y lo había hecho en un momento sumamente delicado, ya que Iced Earth estaba atravesando por su etapa más fructífera y cualquiera que tenga dos dedos de frente (Barlow no los tuvo) sabe que no es ése el mejor momento para causar baja voluntaria en una empresa. Pienso que si Matt no hubiera abandonado el barco en ese momento, estaríamos hablando ahora mismo de unos Iced Earth mucho más grandes, de unos músicos que estarían en otra dimensión y codeándose con los grandes grupos del rock y del metal (alguno me tildará de loco, pero me da igual). Por desgracia para Schaffer los vientos siempre soplan en su contra y por mucho que en aquel momento el hombre intentó darle a su banda el empuje necesario para retomar la senda alcanzada con de "Something Wicked" y de "Horror Show"...nunca lo logró. La verdad que tuvo que ser una gran putada y un gran bajón en aquel momento para él y para los suyos, se habló incluso de disolver la banda y de mandarlo todo a la mierda, pero Schaffer como gran músico que es, supo revolverse como gato panza arriba y no rendirse, le echó un par de huevos y siguió adelante. Ripper llegó pero no convenció, Matt regresó y volvió a salir tan rápido como vino (por cierto, con un disco bastante malo, para mí el peor de su carrera), hasta que finalmente Jon se decantó por fichar al cantante de Into Eternity, un chaval del que tenía muy buenas referencias y que enseguida le cautivó. Con Stu Block Iced Earth vuelve a retomar la senda del crecimiento y de la estabilidad, la banda parece mucho más compacta y más segura, se le ve un grupo fuerte, que hace grandes giras como antaño y que poco a poco va ganando a los fans que fueron perdiendo en los últimos años. Con "Dystopia" demostraron que aún no estaban muertos, que Schaffer seguía vivito y coleando y con más ganas que nunca de volver a demostrar quién es...
...Y fruto de esa gira larga y extensa nace "Live In Ancient Kourion", un directo que recoge en esencia lo que un metalhead puede ver y vivir en un concierto de Iced Earth. Recuerda mucho al "Alive In Athens", y eso es realmente lo que más nos emociona. En este caso está rodado en Chipre (Iced Earth siempre ha tenido grandes legiones de seguidores en estos dos países mediterráneos), en una sala que se asemeja mucho en forma y dimensiones a la que en su momento eligieron para dar a conocer a todo el mundo su disco más exitoso y llamativo. Por otro lado la duración del set list es también muy similar al de entonces; al igual que ocurría con el concierto grabado en la tierra de Zeus y Afrodita se ronda la treintena de temas y al igual que entonces muchas de las canciones que allí sonaron vuelven a hacerlo ahora cambiando la voz de Barlow por la de Block. Es verdad que no están todas la buenas, eso es imposible, tienen demasiadas como para incluirlas todas en un único álbum (por muy largo y extenso que sea el mismo), aunque es verdad que los más nostálgicos podrían echar de menos grandes himnos como "Dark Saga", "A Question Of Heaven" o su famosa trilogía compuesta por "Prohecy", "Birth Of The Wicked" y "The Coming Curse". Por lo demás, un set list muy bueno y muy variado, que incluye temas de todos y cada uno de sus discos, aunque evidentemente hace un mayor hincapié en su último "Dystopia", donde canciones como la que dan título al álbum, "V", "Anthem", "Boiling Point" y sobre todo "Dark City" nos dejan muy buen sabor de boca y con ganas de escuchar el nuevo disco que tienen preparado para este Otoño y que se llamará "Plagues Of Babylon". Por cierto y por si todavía alguien no lo sabe a estas alturas, recordamos Iced Earth estarán en España en Enero de 2014.
Al igual que ocurría en su Alive in Athens no falta su fantástica versión de "Dante´s Inferno" (dieciocho minutos de canción, ahí es nada!), representando de forma magnífica a un tapado "Burnt Offerings", que con el paso de los años ha ido creciendo ganando oyentes. De su Show del horror rescatan a los personajes más clásicos de las series de terror, "Wolf", "Damien" o "Dracula" enseñan sus colmillos y su mala leche; de "Something Wicked" caen unas cuantas, desde aquel maravilloso comienzo que descifraba la poderosa "Burning Times" hasta los atmosféricos y melódicos medios tiempos que reflejaban el lado más amable del disco con canciones como "Watcher Over Me" o "Melancholy". Tampoco se quieren olvidar de los discos de la etapa de Ripper, recordando buenas versiones de "Declaration Day", de "Setian Massacre" y de "Ten Thousand Strong"...Su "Dark Saga" se queda por el contrario un poco escaso a cuanto a representación, ya que salvo su conocidísimo single "I Died For You" y su apoteósico final con "The Hunter" no vamos a divisar ningún tema más de uno de los discos fetiche de la banda. Sus dos primeros trabajos también se ven representados por partida doble respectivamente, "Iced Earth" y "When The Night Fall" en el caso de su trabajo homónimo de 1990 y "Pure Evil" y "Angel Holocaust" son los encargados de cubrir con buena nota el expediente relativo al álbum cantado por el carismático John Greely...
Como veis un disco muy completo, con multitud de ediciones para todos los gustos (dos CDs; un DVD; tres LPs y una edición de lujo que incluye el DVD, los dos CDs y un Blue-ray) y que nadie, que se sienta atraído por la música de Schaffer, se debería perder. ¡Grandes!
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