¿Para qué os voy a engañar? Sí, yo también fui uno de esos que, al ver las pintas que se gastan los Black Veil Brides, pasé de ellos y no precisamente porque me escandalizasen, no me considero un mojigato al que le asuste un poco de maquillaje, pelos cardados y tatuajes, cualquiera que me conozca sabrá en qué conciertos me he movido y podrá rastrear mis gustos a través de mis críticas. Pasé de Black Veil Brides porque me parecía demasiado artificiales, demasiado superficiales y sentía que su imagen estaba diseñada por una discográfica con un buen gabinete de publicidad y yo ya no estoy para esos trotes y engañifas. Así, obvié "We Stitch These Wounds" (2010) y de "Set The World On Fire" (2011) ¿y sabéis lo mejor? No me arrepiento porque, aunque tenían buenos temas y les abrieron las puertas al gran público y a girar con algunos de los grandes, seguían produciéndome cierto repelús. Ok, puedes parar de leer si crees que ya has tenido suficiente pero antes de que pares, ten en cuenta que si estoy escribiendo sobre "Wretched And Divine: The Story Of The Wild Ones" es porque, en cierta medida, he escarmentado y he sabido rectificar a tiempo y no te voy a engañar, aunque este álbum, nunca llegue a significar para mí lo mismo que "The Wall" (1979), "Dr. Feelgood"(1989) u "Open Up and Say...Ahh!" (1988) ten por seguro que me va a tener entretenido durante un buen tiempo y la próxima vez que piense en Black Veil Brides y sus seguidores nunca más los menospreciaré porque, a pesar de que no estemos hablando, del "A Night at the Opera" (1975) sí que han logrado crear un obra digna, llena de grandes canciones, con un trasfondo lleno de ricas imágenes, pasajes deliciosos y pegadizos himnos de "Rock Arena".
Ya lo anunciaron tras "Set The World On Fire" y su oportuna e inacabable gira, estaban preparando algo grande, llevaban más de una veintena de temas y querían hacer un disco conceptual. Pues me eché a temblar porque es verdad que aplaudo a todos esos grupos jóvenes que se lanzan a hacer discos con una historia pero la delgada fina entre lo pretencioso y la mediocridad es tan delicada que los resultados suelen ser muy irregulares y es que la mayoría de esos discos acaban muertos de risa en las estanterías porque aburren, cargan o no hay por dónde cogerlos. Muchas veces lo que falla no son las ganas o el talento musical sino la historia que hay detrás; vamos a ver, eres un buen músico, dedícate a tocar y a componer cancioncitas de tres minutos, no te compliques con más de diez temas llenos de cambios, progresiones, exhibiciones y giros estilísticos que no eres Roger Waters y te vas a equivocar, no hay concepto que los sustente...
Pero en el caso de Black Veil Brides, el morbo estaba servido porque en un grupo como Coheed and Cambria no hay sobresalto alguno, un álbum conceptual está claramente ubicado en sus coordenadas (como nos han demostrado) pero los BVB tienen más de Poison, Warrant, Mötley o Kiss que de Pink Floyd, King Crimson o Dream Theater. ¿Qué morbazo imaginarse a Warrant componiendo un "Cherry Pie" (1990) conceptual no? Pero, a pesar de las ganas del descalabro, mi corazón seguía situándoles todavía más cerca de My Chemical Romance o, disculpad la comparación, Tokyo Hotel que de Gene Simmons y Paul Stanley a pesar de lo que diga el NME o la Rolling Stone. Para colmo, John Feldmann de Goldfinger produciría el disco, Bert McCracken de The Used les ayudaría con las voces en algunas canciones y Will Francis encarnaría al villano.
Así, cuando este "Wretched And Divine: The Story Of The Wild Ones" llegó a mis manos, no pude menos que sorprenderme por esa portada, a medio camino entre una de Saxon o un apéndice de "El Señor de los Anillos" de Tolkien. Buen giro, pensé, y lo pinché con ganas de destriparlo; con la clásica introducción hablada de "Exordium" me goteaba el colmillo. Ya está, se han equivocado, han querido hacer una opereta y empiezan como si de un manual se tratase pero escuché "I Am Bulletproof" y me enganché. ¿Es Pop, es Rock, es Metal? No sabría catalogarlo, puede que "Pop Metal" pero eso da igual, la batería suena viva, suena potente, las guitarras son una maravilla y el estribillo se te pega como un chicle. Antes hablaba de "Rock Arena", pues bien; BVB son expertos en crear los himnos perfectos en ese estilo. "New Years Day" vuelve a golpearnos duro, sin olvidarse de otro gran estribillo de tintes más épicos y con una base rítmica más compleja (bien por Ashley Purdy y la destreza de Christian Coma). Las guitarras de Jinxx y Jake suenan demoledoras y los solos son veloces y se clavan como una cuchilla pero su melodía está perfectamente integrada en la de la canción sin olvidar el sentimiento.
"F.E.A.R Transmission 1: Stay Close" es una intro con el clásico sonido de violín de Black Veil Brides (curioso hablar así de un grupo de Hardcore) y da paso a "Wretched And Divine" con un riff de guitarra con regusto neoclásico, ponemos algo de calma con "We Don't Belong", más groovie y extraña que las anteriores, sirve de transición y nos da un respiro al mismo tiempo que descubrimos a un grupo que consigue mantenernos en vilo hasta que la canción se desata y volvemos a un estribillo de estadio, la gran sorpresa de este "Wretched And Divine"
La historia sigue con otro pasaje como "F.E.A.R Transmission 2: Trust" y "Devil's Choir", una canción de aire marcial y guitarras entrecortadas que, como "We Don't Belong", pronto evoluciona hasta el Pop más contundente pero es que, si por algo se caracteriza la música del grupo y más en este disco, es por su capacidad de sorprender. En tres minutos son capaces de cubrir un amplio espectro y pasar de una balada a un medio tiempo y a un rápido desenlace. "Resurrect The Sun" es el claro ejemplo de esto, puede parecer una balada pero es engañosa, pronto se retorcerá y cambiará de ritmo, una gozada. Otra intro con "Overture" ( "I Am Bulletproof" remozada con cuerdas) y el cañonazo que es "Shadows Die".
Se rinden ante sus ídolos en "Days Are Numbered" con un riff entre Iron Maiden y Mötley Crüe y un estribillo propio de Posion. ¿Menuda locura, verdad? Pues así es. "Done For You" es la balada de este disco, a piano y muy relajada, precedida de una fingida calada y "Nobody's Hero" es su contrapunto perfecto mientras que "Lost It All" es la gran apuesta de Black Veil Brides en un tema muy ambicioso que incluye varias partes, arreglos de cuerda, solos, coros y palmas para acabar entre confeti aún en tu propia habitación con los cascos puestos. Y acaban con "In The End" hecha un sándwich, lamentablemente situada y mal aprovechada, entre dos pasajes más; "F.E.A.R Transmission 3: As War Fades" y "F.E.A.R: Final Transmission".
Y, si has conseguido llegar al final de esta crítica, te preguntarás; ¿Y la historia tras las canciones? Pues decepcionante y vulgarmente adolescente, la historia de un grupo de rebeldes y su lucha contra los villanos de F.E.A.R. Según Andy Biersack, "la historia sigue a este grupo de líderes, los rebeldes, a través de su viaje para derrotar este miedo, que es un acrónimo de cada religión y todo" Como podréis comprobar, no es demasiado apasionante ni se han estrujado demasiado las neuronas, es más bien pueril pero a ellos les sirve para darle consistencia a una colección de canciones bastante aceptables en un disco en el que lo único que sobra son los interludios e introducciones. Nos quitamos el sombrero ante Black Veil Brides por sus canciones pero, por favor, que se limiten sólo a ellas y no nos cuenten historias, no están capacitados para eso, les queda grande.
© 2013 Donnie Darko