Hablar de "¡Tré!" como la madurez compositiva del grupo, el disco más épico de esta absurda trilogía en la que el trío se ha embarcado, es el colmo. "¡Tré!" es el álbum de "la bajona", en donde nos damos cuenta de que Green Day nos ha tomado el pelo y que si "¡Uno!" era malo y "¡Dos!" simplemente la continuación del desaguisado, "¡Tré!" es el peor con diferencia. Puede que, para el oyente medio, ése que consume más horas de Internet que discos, ése que ha tenido antes acceso a un teclado que a escuchar cientos de discos y tener un mínimo de criterio, puede que para ese oyente;"¡Tré!" sea la panacea y llegue a significar algo en su pequeño mundo, el clímax al que uno llega tras "¡Uno!" y "¡Dos!" pero, desde la primera nota de "Brutal Love" nos damos cuenta de que este disco esta compuesto de la misma manera que los dos anteriores, con cansancio, como un "tour de force" completamente innecesario para un grupo que dio señales de agotamiento hace ya quince años y que, eso sí, han sido suficientemente inteligentes para saber venderse. "¡Tré!" es la demostración clara y palpable de que Green Day están muertos y casi al final de sus carreras. Los temas se suceden con aparente desgana incluso en el estudio. Que de los tres discos, "¡Tré!" sea el patito feo con canciones tan aburridas como "8th Avenue Serenade" o "Missing You" es significativo. Poco me importan los temas sociales, los fracasos sentimentales, la mitología del perdedor, o los dardos envenenados contra la política actual o a favor de la ocupación porque todos, absolutamente todos, suenan inofensivos en la voz de chicle de Billie Joe y ni "Dirty Rotten Bastards" con su ritmo de marcha nupcial o "99 Revolutions" (cuya comienzo es una copia calcada a "Turnaround" de Nirvana) arreglan el estropicio. Es verdaderamente descacharrante ver la cara de tontos que se les ha quedado a todos aquellos que siguen a los californianos y esperaban algo diferente en cada uno de los discos y después de "¡Uno!" y "¡Dos!" asisten, con butaca de primera fila, a este "¡Tré!". ¿Pero qué se esperaban? Green Day no son ese grupo de músicos virtuosos que sorprenden con cada entrega y se esfuerzan por cambiar, ellos son el tipo de grupo al que le tocó la lotería en 1993 y, desde entonces, han repetido una y otra vez la misma fórmula pero sin aquel chispazo, sin aquella brillantez. Green Day es un grupo menor que, por avatares del destino, se ha visto jugando en las grandes ligas y, con un poquito de inteligencia, se ha hecho un hueco e incomprensiblemente llenan recintos y, para algunos festivales europeos, parece ser que pueden llegar a ser hasta cabezas de cartel. Poco más, Green Day es una banda que nunca debió de pasar de llenar una sala fuera de su momento, un mal chiste.
"Brutal Love", con su aroma "fifties" no termina de cuajar y aburre, un indigno comienzo de disco de lo que se supone que tendría que haber sido una celebración. Si en "¡Uno!" nos vestíamos de fiesta (una muy cutre, todo hay que decirlo) y en "¡Dos!" nos emborrachábamos (con el peor punk de garrafón), en "¡Tré!" nos levantamos de la cama tras la resaca y pasamos el domingo escuchando una canción tan coñazo como "Brutal Love". Aunque el ritmo se acelere, "Missing You" es más de lo mismo y todo un plagio, tan inofensiva y light que da hasta miedo. Su estribillo te provocará el bostezo porque no engancha y no hay apenas diferencia de la estrofa, tan sólo una guitarra, dos acordes y Billie "Chicle" Joe cantando sin esfuerzo pero hay más, mucho más porque lo único medianamente bueno de un tema como "8th Avenue Serenade" es su nombre, un gran título que se aleja mucho de la epicidad prometida y de las posibles historietas urbanas de romanticismo adolescente para convertirse en una canción de ritmo anodino y directamente prescindible. ¿Si Green Day sacase un "Grandes Éxitos" cuántas canciones de "¡Tré!" incluirían? Ninguna, acertaste. "8th Avenue Serenade" suena a maqueta de grupo de barrio.
La madurez no significa cansancio o aburrimiento como muchos piensan pero Green Day debe ser que sí y se sacan un "Drama Queen" con acústicas y levemente deprimente. ¿Por qué, por qué, por qué? No por mucho preguntárnoslo sabremos por qué Green Day ha decidido sacarse estos tres discos de la manga y todos con material que parece sobrante no sólo de sus anteriores álbumes sino también de sus proyectos paralelos. "X-Kid" sigue por la misma senda aburrida de "Missing You" y tampoco termina de estallar, es pólvora mojada. Suena "Sex, Drugs & Violence" y parece que recuperamos cierto músculo pero es un espejismo. Otro dato a resaltar es que en "¡Tré!" es precisamente el protagonista de su portada el que parece estar desaparecido en combate, ni rastro de sus explosivos cambios de ritmo, su velocidad y sus apasionantes redobles, hasta el bajo de Mike Dirnt parece esconderse por momentos y no hay mejor síntoma de que, como oyentes, estamos totalmente desesperados escuchando este "¡Tré!" si buscamos el rastro de un músico tan profundamente mediocre como Mike Dirnt.
Otro buen título que corona una mala canción, así es "A Little Boy Named Train" con una de las peores guitarras rítmicas de la historia del trío, basta escuchar ese raquítico comienzo para darse cuenta, de eso y de que todo el disco está compuesto por apenas dos o tres notas, poco más. Sé que algunos a esto le llamarán "Punk" pero debo recordarles a todos que "Punk" significa "tú puedes, hazlo tú mismo" no "sonamos como una mierda porque somos punk". El Punk puede sonar mal por su escasez de medios pero, en este caso, este argumento lo descartaremos en un grupo multimillonario como Green Day o quizá sea un logro sonar tan mediocre y facilón con tantos medios, quién sabe....
"Amanda" es insoportable y la voz de Billie ya se me ha atragantado del todo pero aún es pronto y todavía queda una medianía como "Walk Away" con un estribillo muy original en el que repiten "Walk Away" como cinco o seis veces seguidas, cosas del punk supongo... "Dirty Rotten Bastards" desgracia la marcha nupcial y no digo que no haga que cuatro adolescentes pajilleros levanten sus minis en señal de hermandad durante alguno de los muchos conciertos que el grupo toque durante este verano pero es una auténtica porquería por la que deberían pasarles por la quilla.
Y, para acabar, el pequeño homenaje a los Nirvana de "Turnaround" en "99 Revolutions", otra canción que comparte coordenadas con "Missing You" y que se deja escuchar pero que no aporta nada ni al grupo ni al oyente y el plato fuerte del disco y con el que todos los críticos afilamos el colmillo; "The Forgotten" una balada de casi cinco minutos y tema principal de una de esas películillas de "amoríos" entre vampiros y hombres lobo, un auténtico bodrio soporífero a piano que no logra emocionar a pesar de los arreglos de cuerda enlatados, el certificado de defunción de "¡Tré!" como broche final de una trilogía completamente insípida, poco inspirada y aún menos acertada. Si hubiesen hecho un disco sencillo con lo mejor de los tres discos podría haber hasta resultado y estaríamos hablando de otro álbum más de Green Day pero "¡Uno!", "¡Dos!" y "¡Tré!" son el mejor ejemplo de lo que una banda nunca debería hacer. El problema no es de ellos, es nuestro por haberlos escuchado, nunca más. Quemadlos o usadlos como posavasos, a gusto de cada cual.
© 2013 Piero Bambini