Un gran disco que, sin embargo, no acierta en el blanco y hace que Atoms For Peace (ese mítico combo que corría de boca en boca entre los más entendidos y que parecía empezar a tornarse en leyenda) tenga su primer disco. Pero, antes de desmenuzarlo, seamos sinceros; es un buen disco, un gran debut para una banda en la que, por otra parte, ninguno de sus integrantes son advenedizos sino perros viejos y quizá, por eso, "Amok" sea un disco de notable y no de sobresaliente, intentaré explicarme... Para todos aquellos que se hayan unido ahora a esta aventura y hayan descubierto "Amok", está claro que creen haber descubierto el Santo Grial y no es para menos porque el álbum está lleno de extraños y sincopados ritmos, crujientes y electrónicas texturas (algunas tan exuberantes y brillantes que asusta el mero hecho de mezclarlas con instrumentos orgánicos y no sintéticos o digitales), la voz de Yorke hace tiempo que dejó de ser humana y ahora ulula como el viento, más pesadumbrosa que melancólica, y las canciones levantan el vuelo por sí mismas, son buenas y se las nota escrita y trabajadas con mimo. Pero, sin embargo, "Amok" no sorprenderá a todos aquellos que seguimos a Radiohead desde hace ya casi veinte años con aquel inconmensurable "The Bends" (1995) y disfrutamos "The Eraser" en el 2006 y es por eso que realmente este "Amok" acaricia pero no llega al sobresaliente y, en mi modesta opinión, se convierte en un oportunidad fallida por parte de Yorke. Atoms For Peace (como su propio nombre indica) procede de "The Eraser" y la música de este "Amok" es una continuación de aquel disco pero con un nuevo matiz y es que, mientras que el primer disco en solitario de Yorke era un experimento unipersonal y se dejaba notar en su música y sus temas, este "Amok" suena a esa misma propuesta pero llevada por un grupo, un colectivo, en el que todos han dejado su poso. ¿Y es eso malo? Para nada, la mezcla se enriquece pero, claro, no me digan que este "Amok" suena igual de sorprendente que aquel "The Eraser" porque no es verdad. Un ejemplo muy gráfico y a la vez esclarecedor sobre el origen del disco y del grupo: "Amok" suena como "The Eraser" debería sonar en directo interpretado por un grupo. ¿Y fallido por qué? Por lo mismo de siempre; las expectativas. Para un grupo formado por Yorke, el gurú Nigel Goldrich, el virtuoso de Flea, Joey Waronker (al que recordaremos por Elliott Smith pero también por R.E.M. o Beck) y al percusionista Mauro Refosco que aportó tanto al "I'm With You" (2011) de los Red Hot Chili Peppers es imperdonable que se hayan limitado a continuar la senda de "The Eraser".
"Before Your Very Eyes..." es maravillosa, no sé si por sus arreglos, la melodía de Yorke o el ritmo de los últimos dos minutos, pasamos de la festividad afroamericana al chill out más movido en cuestión de segundos, una maravilla, un auténtico caramelo, "Default" es mi favorita de todo este "Amok", los teclados son de impresión y ya en ella es cuando nos damos cuenta de que lo que en "The Eraser" sonaba sintético y de una dimensión (un término muy gráfico) aquí muta, mientras que en el primer disco de Yorke, el ritmo era un simple beat más cercano a un metrónomo que otra cosa, en "Amok" desbarra literalmente y toma el protagonismo. "Ingenue" es la calma, después de dos canciones como "Before Your Very Eyes..." y "Default", con un bajo que hace que te revienten los graves en el tímpano, muy cercana a lo que Radiohead exploró en su último trabajo, "King Of Limbs" (2011), no nos habría sorprendido verla incluida en él.
"Dropped" vuelve a dar un giro de trescientos sesenta grados y rompe "Amok" en dos, justo antes de su primera cara, ¿quién dijo que los riffs sólo se pueden hacer con una guitarra? Las voces dobladas te hacen llegar al clímax antes del final y el ritmo se acelera tanto que uno no puede menos que pensar en lo que puede llegara a convertirse en directo. "Unless" es más minimalista y parecida a su predecesor, el anteriormente mencionado hasta la saciedad; "The Eraser", para volver al sendero de "Before Your Very Eyes..." con "Stuck Together Pieces", que Atoms For Peace convierten en un mantra con su "You don’t get away, you don’t get away so easily.." y en la que debemos prestar especial atención a las guitarras, intentando abstraernos del resto, maravillosa también.
"Judge, Jury and Executioner" es la primera que todos escuchamos de este nuevo proyecto de Yorke o, por lo menos, la más difundida. No es la más representativa, ni siquiera la mejor pero si es interesante en su estructura, quizá la más pop del conjunto, no por su envoltorio, claro. "Reverse Running" nos recuerda más a Radiohead, quizá porque el sonido de la percusión es más rock y nos recuerda a Phil, o, de nuevo, por sus guitarras, en "Reverse Running" nos encontramos a los Atoms For Peace más conservadores, los mismos de "Default", y "Amok" sirve para cerrar con una composición que sí que sintetiza muy bien el sentimiento del álbum ya que contiene todos los ingredientes de éste: las voces dobladas, el ritmo electrónico, los teclados, el piano y una guitarra casi inaudible bajo capas y capas de electrónica.
Un gran disco del que esperamos que haya continuidad, que su propuesta crezca y se desarrolle para que este "Amok" no se quede en una anécdota. Ideal para ser escuchado de noche o para ser escuchado, sobre todo, a solas y, a ser posible, con cascos. Un auténtico regalo.
© 2013 Cauldfield