Es irónico y todo un "guilty pleasure" el mero hecho de encontrarme a mí mismo escuchando "Red" de Taylor Swift pero reconozcámoslo; "We Are Never Ever Getting Back Together" es el single más irresistible de los últimos meses y prueba de ello ha sido su meteórica ascensión, no sólo en los "charts" del otro lado del charco, sino en nuestras propias listas. Y si irresistible resulta su envoltorio, más su contenido; la letra es sencilla y del mejor corte Pop que he escuchado en mucho tiempo. "I remember when we broke up, the first time, saying this is it I've had enough because like we hadn't seen each other in a month, when you said you needed space... What? Then you come around again and say; Baby, I miss you and I swear I'm gonna change. Trust me" Porque aparte de tratar sobre un tema tan universal (el mismo del que habla el 99% del arte en general), a veces todos necesitamos entretener nuestra cabeza con una tonada sencilla pero, sin embargo, tan cotidiana, que nos resulte simpática de tan cercana. Me gusta "Red" por lo mismo que "And Justice For All" (1988), "The Joshua Tree" (1987) o "De Mysteriis Dom. Sathanas" (1994), por su honestidad pero salvando las distancias, claro. Y, al igual que "The Burnning Red" (1999) o "St. Anger" (2003) son malos discos de Metal, "Red" de Taylor Swift es un gran disco de Pop, de lo mejorcito que podemos encontrar en este año que se nos va. Es una somera estupidez comparar este álbum con cualquier otro de los que rondan por esta página porque todo hay que situarlo en su justo contexto y es ahí en donde el de Taylor Swift gana por goleada al de otras "chicas del pop" porque éste tiene otra profundidad y otros matices (quizá debido al genero de origen de su autora) que apabulla a cualquier producción Pop de este año y, por supuesto, a discos tan deseados como, por ejemplo, el de The Killers. Taylor viene del Country y no es nueva en esto de cantar sobre el amor o el desengaño y además es capaz de cantar bien, ¿por qué no aparcar el Country y revestir sus letras de puro sonido Pop? ¡Vamos allá!
"State Of Grace" podría formar parte del repertorio de cualquier grupo Indie que se precie, su batería entra con contundencia y el estribillo es puro lucimiento de nuestra protagonista; guitarra, bajo y batería, ¿para qué más? El formato más clásico se encierra en un tema de casi cinco minutos que pasa en un santiamén. "Red" salpicada de cierta añoranza y melancolía pronto se despereza y abandona el acompañamiento más clásico para estalla de nuevo en "Pop de altura" mientras la acústica de "Treacherous" roza el Country de nuevo con los suaves rasgueos sobre su acústica y la rápida "I Knew You Were Trouble" vuelve a refugiarse en los ritmos pegadizos para mutar en esos estribillos marca de la casa Swift; "Cause I knew you were trouble when you walked in, So shame on me now, Flew me to places I'd never been, So you put me down, oh" y coquetear con cierto ritmo Dubstep. Llevamos cuatro canciones y hemos pasado del Pop-Rock más moderado al Pop más descafeinado para adentrarnos en una balada de aires country minimalistas y terminar escuchando música de baile con elegancia y sin empachar. El mérito es de Swift.
"All Too Well" es una delicia acústica que entra sin apenas esfuerzo y termina creciendo entre guitarrazos de distorsión controlada y por esta senda continúa "22" pero con más brío y acariciando el tono de "We Are Never Ever Getting Back Together" pero con su propia personalidad (como un "I'm Eighteen" de Alice Cooper remozado) como "I Almost Do" en donde ahora sí encontramos el puro y típico sonido Country de FM (sin que esto suene peyorativo). Y ahora sí es cuando llegamos al auténtico punto álgido de este "Red" con "We Are Never Ever Getting Back Together" (chocante que justo el single sea el que menos tiene que ver con el resto del contenido de este disco), ¡esto es Pop! Es curioso como el término "pop" ha ido, poco a poco, perdiendo todo su significado y terminar siendo sinónimo de "comercial" o "malo". El buen Pop es tan complicado de elaborar como la Coca Cola, como el más intrincado disco de Metal o Rock, el Pop es aquello tan aparentemente sencillo que se convierte en complicado. El Santo Grial de productores y artistas que mueren, se separan e incluso llegan a caer en la mayor de las locuras por volver a acariciar el éxito. Hay millones de casos en el mundo de la música, no digan que no.
Como la pegadiza "Stay Stay Stay" pero es que, a estas alturas, el disco lleva ya casi diez canciones y hace tiempo que ha despegado. La calma llega con "The Last Time" en la que participa Gary Lightbody de Snow Patrol, todo un bajón anímico ciertamente innecesario pero que sirve para acrecentar los contrastes con "Holy Ground", tan ochentera como radiante. Pero "The Last Time" no era un espejismo y ahora mismo estamos en el crepúsculo de este "Red" que, sin embargo, se crece con canciones como "Sad Beautiful Tragic" o "The Lucky One" que le dotan de recovecos y más y más caras sobre las que disfrutar. Ed Sheeran ayuda tímidamente en "Everything Has Changed" (casi sin fuerza) para estallar todo de nuevo en "Starlight" y darnos un beso de despedida con "Begin Again" y una slide guitar resonando por si alguien se había olvidado de dónde viene Taylor.
Hace muchos años este tipo de canciones se cantaban entre polvo, hogueras y caballos, ahora las canta una chica de veintidós años con voz de soprano, los temas y los sentimientos son los mismos pero el acercamiento y la mezcla es inaudita. ¿Por qué no disfrutarlo sin complejos?
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