Ni una jodida balada, ni una estupidez, ni un mísero traspiés, así es el nuevo disco de Kiss, un autentico monstruo tan excesivo que asusta, tan poderoso que aturde a la primera, tan Kiss y a la vez tan actual, tan Rock N' Roll y a la vez tan pegadizo que te costará digerirlo y necesitarás más de una escucha porque así me ocurrió a mí. "No sólo estábamos interesados en hacer un gran álbum de Kiss, sino un gran álbum de rock que estuviera a la altura de las bandas con las cuales crecimos" y vaya si lo han hecho. Producido por Greg Collins y el mismísimo Paul Stanley, "Monster" supone el regreso por todo lo grande de un grupo que, gracias al cielo, nunca se había ido. "Sonic Boom" (2009) fue un buen disco pero una mera excusa para salir de gira y, aún así, en su poco tiempo de vida ha envejecido bien y sus temas se entremezclaban a la perfección con los clásicos imperecederos del grupo en directo pero, si hay alguien me hubiese dicho que su próximo disco sería aún más duro, más contundente y potente no me lo hubiese creído. ¿Qué necesidad tienen Simmons y Stanley de sacar material nuevo? Ninguna y así todos temblamos cuando hace unos años dijeron que no les atraía demasiado sacar un nuevo disco en los tiempos que corren pero llegó "Sonic Boom" y los miedos se disiparon. ¿Pero sacar "Monster" a estas alturas? "No hay orquestas sinfónicas, coros de niños, teclados, productores externos o compositores invitados. Lo mejor que hicimos fue concentrarnos en nosotros mismos. Tommy y Eric han revitalizado al grupo con la ética de trabajo y el talento que los respaldan. Este es un verdadero esfuerzo para la banda Kiss"
"Hell or Hallelujah" tiene un riff estupendo y es la primera en saludarnos y mostrarnos el nuevo sonido de Kiss en 2012. A veces peca de saturación, quizá demasiado sobreproducido, quizá demasiado, "demasiado" es la palabra que mejor define a este "Monster". ¿Y eso es bueno o es malo? Pues depende del gusto del oyente, puede que a algunos les horripile tanto volúmen y la sensación "ligeramente unidimensional" en la que parece que todos los instrumentos tienen el mismo protagonismo, en el que ninguno destaca sino el conjunto ruidoso y exagerado que se nota que ha sido perseguido y, a tenor de los resultados, logrado. Si quieres destrozarte los tímpanos, "Monster" es la solución pero también entiendo que, fuera de los parámetros clásicos del Rock en general y del grupo en particular, no hay mejor receta para un disco así; un poquito de volumen y un "todos a la melé". "Hell or Hallelujah" es tan brutal que destaca radicalmente con el contenido de "Sonic Boom" (un disco quizá más inspirado en cuanto a composición pero más descafeinado en cuanto a las sensaciones que éste último desprende), creo que nunca podré olvidar la mágica presencia del grupo en el show de David Letterman...
Con un nombre como "Wall of Sound" no podíamos encontrarnos otra cosa que un tema de casi tres minutos directo a la yugular en el que Thayer se suelta y elabora un riff para paladares poco exigentes pero muy resultón. "Freak" eleva la nota media de "Monster" escandalosamente con un Paul algo desgastado en la labores vocales pero fantástico, un auténtico himno pegadizo como un chicle que cuesta sacártelo de la cabeza, un single brutal que sonará de lujo en directo, además de una declaración de principios con un puente bello y mágico. En "Back To The Stone Age" Gene vuelve a hacer de las suyas con una letra divertida y un riff cafre y festivo como el solo.
"Shout Mercy" es otro punto álgido de "Monster" con un carácter clásico-festivo y un estribillo, de nuevo, pegadizo, tan Kiss que engancha, una delicia con esos coros "Mercyyy, Mercyyy" y un gran solo. "Long Way Down"es otra de las grandes sorpresas, suena actual y nueva, un diez para ellos. "Eat Your Heart Out" es un tema de Rock clásico en su estructura, correcto sin más, cuya gran intro le hace subir enteros y cuando Singer usa el cencerro y llegamos al estribillo sólo nos queda gritar; "Eat Your Heart Out, baby!!!"
"The Devil Is Me" es la más prescindible de todo el disco pero no por ello es mala, un ritmo machacón con Simmons a las voces, como no. "Outta This World" lleva a Thayer al micrófono para ocuparse de la voz principal, algo innecesario pero que deja entrever la buena química del "recién llegado" (porque no nos engañemos pero Tommy será siempre "el nuevo" aunque lleve veinte años en el grupo).
"All For The Love Of Rock & Roll" es la mejor del disco junto con "Freak" (qué casualidad, las dos de Paul...), rockera pero con la pizca justa de Pop, tan pegadiza como bonita, se siente sincera, se escucha con gusto y podría haber sido escrita hace treinta años, una gozada. En "Take Me Down Below" comparten voz Simmons y Stanley, otra maravilla que les sienta como un guante. Y nuestros héroes se despiden con "Last Chance", un tema pasable con unos buenos coros pero impropio del nivel creativo de Paul en este disco y, con todo, sirve para acabar este "Monster" a todo trapo, tal y como había empezado. Con tantas virtudes como defectos, el nuevo disco de Kiss es tan sólo una excusa, una justificación para tenerles de nuevo con nosotros y darnos cuenta que Simmons y Stanley son grandes, muy, muy grandes.
© 2012 Jaime Rose Circus